“Vinimos a hacer lo que cuestionan ellos”, dice con humor Fernando, un escribano porteño que viajó a Colonia, Uruguay, con un amigo y llevó un total de seis tarjetas de crédito para extraer dólares de los cajeros. Para que el blanqueo de capitales tenga éxito, el Gobierno deberá convencer a gente como la que cada fin de semana fluye del otro lado del río para buscar dólares y escapar a los controles que impiden atesorar en divisas de cualquier manera. Delante de Fernando, una mujer uruguaya de unos 50 años lo escucha y comenta: “El mes pasado después de soportar más de dos horas de cola no pude recibir el sueldo porque el sistema colapsó”.
Son las diez de la mañana del sábado. La escena transcurre en la cola del cajero automático del Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) ubicado sobre la Avenida General Flores, en la zona céntrica comercial de Colonia.
El hombre, que pide reserva de identidad explica: “No vine para hacer plata con la diferencia cambiaria, lo mío es para pagar la hipoteca de mi casa que es en dólares”.
La presencia de argentinos en tierra charrúa se repite a diario pero se intensifica a partir del día jueves, cuando algunos viajeros aprovechan para prolongar su estadía el fin de semana, gracias a tentadoras promociones para ir en barco como la que ofrece el sitio de descuentos Groupon vía Buquebus, un 2 x 1 a tan sólo $ 320.
En los siete cajeros situados a lo largo de la Avenida General Flores (entre Rivera e Ituzaingó) las filas llegan hasta treinta personas que a menudo utilizan varias tarjetas personales o de amigos y familiares para hacerse de una buena suma en moneda extranjera. Con el dólar oficial promedio a $ 5,23, más el 20% de recargo de la compra con tarjeta, más el costo por cada extracción de US$ 5 cada 300, el precio final por billete oscila cerca de los $ 6,70, mucho más barato que los $ 10 que cuesta la divisa en el mercado paralelo en Buenos Aires.
Daniel es argentino y licenciado en sistemas. “Vengo con mi tarjeta y la de mi esposa. Se trata de sacar dólares para venderlos en el mercado paralelo (dólar blue) a $ 10 y así obtener casi $ 3 de diferencia por cada uno”, explica desde el frente de la sucursal del Discount Bank. “Cada mil dólares, recibo entre tres mil y tres mil quinientos pesos. Gasté solamente $ 400 para venir en barco, así que para mí que tengo deuda en pesos, es la opción ideal”, destaca.
Por un lado, están aquellos que hacen ganancia con los pesos obtenidos con la venta del dólar blue: “El verdadero negocio está en los cajeros”, explica Matías Bardacosta empleado de la Casa de Cambios Aspen, en diagonal a la plaza 25 de agosto. “Cuando se terminan los dólares, algunos turistas eligen retirar pesos uruguayos y comprar dólares, pero no es lo más frecuente”. Por el otro, hay quienes deciden atesorar dinero. “Vine con mi hijo que tiene dos tarjetas y trabaja como un burro”, cuenta Isabel. “La idea es que él pueda ahorrar en dólares para comprarse una casa”.
La banca uruguaya no teme una fuga de depósitos
Después de que cerca del 70% de las personas consultadas rechazaran el blanqueo de capitales anunciado por el Gobierno, según el sondeo de la consultora Management & Fit para PERFIL, en el sistema financiero uruguayo están tranquilos. En diálogo con PERFIL, el ex presidente del Banco Central del Uruguay (BCU) y actual director ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU), Julio de Brun, adelantó que no prevén una vuelta en masa de los fondos de argentinos depositados del otro lado del charco.
— ¿Habrá efectos en el nivel de depósitos del Uruguay?
—No. Los argentinos depositan por seguridad, no por un tema impositivo. El principal motivo es la diversificación de riesgo y la búsqueda de un lugar más seguro en un país donde muchas veces han ocurrido expropiaciones de ahorro. Esta medida no cambia en nada ninguna de estas dos cosas.
—¿Y cómo están evolucionando los depósitos de argentinos?
—La tendencia es de un crecimiento constante, pero hay que considerar que el dinero argentino no solamente viene bajo la forma de depósitos, sino que hay mucho de traslado de inversiones argentinas a Uruguay hacia otros países.
— ¿Qué espera para los próximos meses, cerca de las elecciones?
—Esta tendencia que se está observando va a continuar y creo que la situación argentina va a seguir complicada.