Milan, Italia - El año 2008 marcará un hito en el mundo de la moda italiana tras la entrada en la Bolsa de Valores de Milán de dos gigantes, Prada y Ferragamo, y la nueva etapa que deberán registrar dos firmas prestigiosas, Valentino y Ferré.
La casa de lujo Prada anunció en diciembre pasado que cotizaría en la Bolsa en 2008. Para entrar en el mercado bursátil, el grupo italiano ha efectuado con rigor y éxito una reorganización de la casa, que generó un aumento de la rentabilidad y consolidó su liderazgo, según el administrador delegado del grupo, Patrizio Bertelli.
La firma, propiedad de la familia Prada y del administrador delegado, revisó su estrategia general y relanzó sus marcas más prestigiosas: Prada y Miu Miu. El año pasado, vendió Helmut Lang y Jil Sander, dos marcas que registraban pérdidas desde hace varios años. Prada tuvo una f acturación de 1.420 millones de euros en 2006 y aumentó notablemente sus beneficios (+40% en el primer semestre).
Otra firma sinónimo del lujo Made in Italy, Salvatore Ferragamo, anunció también la entrada oficial en la Bolsa de Valores en 2008. "Cotizar en bolsa permite financiar el crecimiento y a la vez mantener un buen nivel para seguir compitiendo con las otras firmas. Se trata también de un cambio generacional para la moda italiana", explicó Claudia D'Arpizio, asesora de Bain&Co de Milán. "La bolsa representa un instrumento clave para que la moda italiana pase de ser una marca familiar a una gran industria, con más flexibilidad, garantías y transparencia en el mercado. Los franceses hicieron eso hace muchos años", agregó.
Prada, fundada en 1913 por Mario Prada, pertenece todavía a una de sus herederas, Miuccia Prada, de 58 años, que oficia también de diseñadora, y a su marido, Patrizio Bertelli. Lo mismo ocurre con Ferragamo, creada en 1960, actualmente administrada por la viuda y sus descendientes.
Si en la década de los 90 la tendencia era la de dejarse absorber por grupos poderosos, como le ocurrió a Fendi y Emilio Pucci, adquiridas por LVMH, así como a Gucci, Bottega Veneta y Sergio Rossi (calzado), incorporadas a Pinault Printemps Redoute (PPR), ahora el sueño es entrar en el reto de la cotización bursátil.
En 1998 el célebre modista Valentino vendió su sociedad fundada hace 40 años al grupo italiano HPD, cotizado en la Bolsa, el cual la cedió a su vez en 2002 a Marzotto, que vendió en mayo de 2007 el 30% al fondo de inversiones Permira. En 2000 la casa de moda Gianfranco Ferré cedió el 90% de su capital al Grupo Tonina Perna. " Son empresas que han preferido vender a grupos fuertes para poder crecer. Son firmas que existen desde hace muchos años y que en general no cuentan con un sucesor para seguir adelante", explicó a la agencia de noticias AFP Armando Branchini, presidente de la sociedad de consultores InterCorporate.
Pese a ello muchas casas de moda italianas siguen siendo independientes desde el punto de vista financiero. Versace e inclusive Roberto Cavalli aspiran también a entrar en bolsa. Una solución que exige un rigor impecable y que en algunos casos es arriesgada. "La entrada en bolsa permite a la familia fundadora quedarse con la mayoría del capital", precisó Branchini.
Con la muerte del estilista Giancarlo Ferré el año pasado, y el retiro este año de Valentino, tras 45 años de carrera, las dos célebres firmas inician también 2008 con nuevos rostros. La joven italiana de 35 años Alessandra Facchinetti presentará en marzo su primera colección femenina para Valentino, mientras Ferruccio Pozzoni (47 años) desfilará con la colección para hombres el 18 de enero. Por parte de Ferré, el sueco Lars Nilsson (nacido en 1967) acaba de presentar su primera colección hombre en los desfiles de esta semana.
Todos se interrogan ahora sobre el futuro de Giorgio Armani, sin heredero conocido, quien a los 73 años es fundador, accionista único, director general y responsable estilista de un imperio con un volumen de negocios en 2006 de 1.500 millones de euros.