Desde Bariloche
Desde mañana, la Corte Suprema de los Estados Unidos se reunirá para definir si acepta la apelación de la Argentina contra la orden de Thomas Griesa de pagar a los fondos buitre NML y Aurelius Capital US$ 1.300 millones por sus títulos de deuda en default.
Si la Corte toma el caso, la resolución de la deuda podrá prolongarse hasta el año próximo. Si no lo toma, quedaría firme la orden de pago a los fondos buitre. Para el Wall Street Journal, aunque la Corte Suprema anuncie el martes que considerará el caso, los tiempos pueden dilatarse. El diario especializado contempla además la posibilidad de que los jueces le pidan opinión a la administración Obama ya que el caso “podría tener consecuencias dramáticas para operar con los acreedores”. También se estima que los jueces de segunda instancia podrían rechazar el pedido de En Banc, un pedido de revisión del fallo de la apelación.
Se trata de una definición clave para el Gobierno, que busca mejorar su perfil internacional para conseguir algún financiamiento que oxigene la falta de dólares.
Los ejecutivos de finanzas consultados en Bariloche coincidieron en que la reapertura del canje de deuda fue “necesaria aunque tardía” y evaluaron que la Argentina negocia para cerrar el capítulo con los fondos buitre. Guillermo Rimoldi, director financiero de Georgalos y presidente del IAEF, estimó que “hay que sentarse con el 5% restante y tratar de cerrar las condiciones. Ahora, esas condiciones tienen que ser iguales al otro 95%. Por eso, la reapertura del canje es vital para mostrar que hay voluntad de pago”.
“Tendremos que encontrar algún término medio de negociación entre nuestro gobierno y los que reclaman el pago para encontrar una solución”, ponderó por su parte Mario Lalla, director de Administración y Finanzas Corporativo de Techint Ingeniería y Construcción.
El representante de la multinacional local estimó que el contexto de la deuda “no afectaría las políticas de inversión de las empresas. Las compañías argentinas hoy visualizan todo en función del grado de estabilidad económica y política que permita seguir con el plan de inversiones”.
El financiamiento, en tanto, aguarda la definición de la Corte Suprema. “Me da la sensación de que hay mucho dinero líquido en el mundo y si logramos estabilidad y asegurar que los pagos se realizarán como corresponde, podría ser una oportunidad para Argentina”, estimó el representante de Techint. Rimoldi reclamó financiamiento de largo plazo. “Las compañías requieren financiamiento de largo plazo para enfrentar proyectos”, añadió el gerente