Con la clara determinación de brindar una impronta empresarial “y no la de un ministerio más”, Juan Curutchet, presidente del Banco Provincia de Buenos Aires, detalló a PERFIL cómo espera comandar la entidad que hasta diciembre dirigió Gustavo Marangoni, la herencia recibida con una deuda neta que “es imprescindible ordenar para poder desarrollar una estrategia comercial”.
Después de asumir formalmente, habló del regreso de los créditos hipotecarios, su plantilla de empleados, y cambios que espera lograr durante su gestión, aunque anticipó un primer semestre difícil para la economía.
—¿Cuál es el nivel de deuda que encontraron y cómo se actuará en adelante?
—El total es $ 28.900 millones, el neto es de $ 22 mil millones, lo califico como algo imprescindible de ordenar para dar un perfil profesional al banco, de lo contrario no se puede planificar la estrategia comercial.
La diferencia será que tiene que ser parte de una planificación y que se sepa exactamente cuándo se devuelve y a qué tasa de interés. Hasta ahora, en lugar de decir “prestar” se ha ido recurriendo a los fondos como una canilla. Primero se da el préstamo, después se registra.
Entre varios ítems, hay una caja deficitaria de jubilaciones que se supone que la Provincia la cubre, pero no lo está haciendo por unos $ 7.400 millones que es acumulado de la caja previsional.
Hay unos $ 6 mil millones que derivan de una consolidación de deuda del 2012. Hay préstamos por $ 5.800 millones, porque se fueron anticipando los pagos de deuda pública, pero como no la saldaron, no puede recurrir más a este artículo. Todas cosas que debemos rever.
—¿Qué pasará con los esperados créditos hipotecarios en el territorio bonaerense?
—No debe haber menos de un millón de hogares con falta de acceso a la vivienda en la Provincia y un millón más con insuficiencias. Este banco tiene un déficit en este sentido por su rol como entidad pública, por más difícil y poco rentable que sea, se tiene que prestar para que la gente compre la casa. Hoy las hipotecas son el 3% del activo y debería ser cuatro veces superior.
Esperamos la norma del BCRA que copia el modelo chileno. Con créditos que se indexen, los bancos pueden prestar a largo plazo. Por la costumbre de la cuota fija, al principio va a ser difícil, pero con el tiempo se darán cuenta que una cuota fija con tasa de 22% con una inflación de 14% al tercer año es carísima.
—¿Cuál es la meta del primer año?
—Mi objetivo es poner en marcha a la entidad, que tarda en empezar a moverse, pero una vez que arranca es difícil de entender. También que se den los primeros hipotecarios.
Sin despidos y con cuotas
En medio del escenario de reducción del personal en diferentes áreas del Estado a nivel nacional y provincial, Curutchet aclara que el Provincia no tiene un problema de exceso de empleados porque no hubo abusos para incorporar gente en el último año. En cuanto a sumar personal, adelantó que existe cierta rigidez para esa decisión contemplada en el presupuesto provincial.
Cuando se lo consultó acerca de cómo se adecuará a las nuevas condiciones generales de la economía, el banquero advirtió que el primer semestre será más difícil por las correcciones que deben realizarse, con una tasa de interés que seguirá alta debido a las metas de inflación, pero luego el panorama será propicio para los planes en cuotas, se mantendrá el programa vigente de apertura de sucursales y dará mayor impulso al desarrollo tecnológico, con productos mobile, con los que ya cuenta el banco.