La Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (FECOVITA) y el Banco de Valores lanzaron esta semana el primer fideicomiso financiero con destino social inclusivo del país por un valor nomimal de hasta US$ 3 millones. Juan Nápoli, el presidente de la entidad bancaria, destacó en una entrevista con PERFIL que “muchas veces se habla del mercado de capitales en términos especulativos, acá lo interesante es que desarrollamos un producto donde los inversores colocan los fondos para financiar economía real, en este caso, la producción vitivinícola”. El directivo explicó que “es una estructura dólar linked de corto plazo (menos de dos años) y es algo atractivo para todas las partes”.
“Nosotros como principal banco fiduciario de Argentina rescatamos que en este momento complejo pueda haber espacio para realizar emisiones en el mercado”, y remarcó el rol de la Comisión Nacional de Valores que “acompaña y promueve” estas iniciativas.
En la entrevista, el banquero también evaluó la actual coyuntura económica, dijo que hay que reducir la brecha cambiaria a la mitad, y advirtió que el impuesto a las grandes fortunas provocará menor inversión y más desempleo.
—¿Cómo ve la situación económica y financiera del país?
— Estamos en una situación compleja, un Banco Central que vende desde julio más o menos US$1.000 millones por mes. La buena noticia es que hay aumento en los precios internacionales de los commodities, y la recaudación subió. El problema para mí es inflacionario. Octubre ya mostró valores más cercanos a 4%, y que hay una brecha muy alta con reservas bajas con lo cual no tenés mucho tiempo. Ahí un escenario posible es corrección del dólar oficial o que se acelere un poco la inflación. La apuesta del gobierno es ir ganando tiempo hasta llegar a un acuerdo con el FMI.
—¿Cree que se podrá aguantar sin devaluar hasta marzo cuando viene el ingreso de divisas de la cosecha gruesa?
—Estos niveles de brecha son insostenibles en el tiempo, Por lo menos tiene que reducirse a la mitad. Y eso es bajando los dólares alternativos o que suban el oficial. Si puede lograrlo o no, es complicado. Pasaron un test difícil cuando el informal se fue casi a $200. El dólar está bajando con intervención, con colocación de dólar linked, con aumento de tasas, con venta en el mercado de futuro, están tirando toda la artillería como para darle pelea a esa brecha. No se si va a poder aguantar hasta marzo, generalmente estos ajustes o los hace el gobierno o te los hace el mercado. La apuesta es de acordar con el FMI lo antes posible, aguantar dos o tres meses, y que la brecha después tienda a corregirse.
— El gobierno afirmaba que tras la reestructuración de la deuda, se calmaría la tensión cambiaria, y no pasó. ¿El acuerdo con el FMI es el punto de inflexión para recuperar la confianza de los inversores?
—Siempre dije que un acuerdo con los bonistas era condición necesaria pero no suficiente. Ahora hay que resolver la deuda con el FMI. Si se llega a un acuerdo va a venir acompañado de un programa para corregir desequilibrios, si hay un horizonte despejado de deuda, debería volver la confianza. Yo no descartaría que haya un desembolso de fondos frescos.
—Más allá de las señales fiscales y monetarias que envió el ministro Martín Guzmán, ¿el mercado espera una señal del ámbito político de que se podrán cumplir?
—Totalmente. Cuando hay mucho ruido de la política es cuando más desconfianza generas. Me parece que puede estar faltando al gobierno un poco más de consistencia en el discurso. Claramente lo mejor en este contexto es una señal desde la política
—¿Qué opina del impuesto a las grandes fortunas que el gobierno considera un Aporte Solidario?
—Va a traer menos inversión, más desempleo, y más éxodo de fortunas. No ayuda ni el contexto donde se saca ni la forma. Es al revés, hay que incentivar la producción. No es ni Aporte ni es Solidario, tiene todas las características de un tributo, la carga impositiva ya es demasiado alta, lo que se va a recaudar tampoco es significativo.