Mariana Matranga, la joven ingeniera química cercana al ministro de Economía, Axel Kicillof, que juró ayer como nueva secretaria de Energía, deberá meterse rápidamente en la gestión del área. En su despacho la esperan expedientes con decenas de resoluciones regulatorias que precisan su firma. La reemplazante de Daniel Cameron, que el martes pasado dejó su cargo tras 11 años, ocupa un lugar estratégico desde un punto de vista burocrático: el sistema energético en su conjunto –en temas sensibles como la importación de gas y derivados líquidos, así como también en la ejecución de subsidios a petroleras– requiere su constante aval administrativo para funcionar. Sin embargo, el ex secretario seguirá cerca.
Según pudo averiguar PERFIL, el ministro de Planificación, Julio De Vido, cerrará filas y mantendrá cerca de su círculo al ex secretario de Energía. Cameron seguirá asesorando en algunas cuestiones como la operación de Yacyretá, la mayor represa del país, cuya propiedad se reparten la Argentina y Paraguay, y también en el programa nucleoeléctrico.
Para De Vido, la reestructuración esmerila todavía más su poder en el área. Si bien tuvo fuertes internas con Cameron en el pasado –algunas incluso motivaron que éste presentara su renuncia, luego rechazada–, lo consideraba un hombre de su equipo. La designación de Matranga, de excelente relación con Nicolás Arceo, director de Administración y Finanzas de YPF y mano derecha de Kicillof, le juega en contra.
Voceros de Economía negaron que la cartera de Energía vuelva bajo la órbita del Palacio de Hacienda –la versión circuló en los últimos días-, pero, en la práctica, está a la vista que Kicillof tendrá plena participación en el accionar de la Secretaría de ahora en más. Durante su presentación, Matranga declinó realizar declaraciones. Pero, en forma inmediata, deberá empaparse de varios temas destacados de agenda, como la quita de subsidios a la electricidad, postergada por el Gobierno hasta septiembre próximo; las crecientes importaciones de energía, y la nueva ley de Hidrocarburos que impulsan la Casa Rosada e YPF.
En YPF, por su parte, tomaron el nombramiento de Matranga con agrado. De hecho, la flamante funcionaria pasó la tarde del miércoles en la torre de Puerto Madero definiendo sus próximos pasos con directivos de la petrolera bajo control estatal. Se espera que la secretaria respalde el proyecto que impulsa Miguel Galuccio, presidente de la compañía, para modificar el marco regulatorio de la industria a fin de traccionar inversiones para los yacimientos no convencionales de Vaca Muerta.
Petrolera con reparos ambientales
Antes de que su designación como nueva secretaria de Energía tomara por sorpresa al mundo de la energía, las pocas apariciones públicas de Mariana Matranga, una ingeniera química de 38 años con experiencia en petroleras locales e internacionales como YPF y la noruega Statoil, versaban sobre el potencial de los yacimientos no convencionales de la Argentina. “Hay buenos argumentos para aprovechar este tipo de recursos y también para no hacerlo, pero seguro que la explotación sin una intensa regulación estatal es un suicidio ambiental”, advertía hace dos años.
Egresada con diploma de honor de la UBA, la funcionaria vivió cinco años en Canadá, donde se desempeñó en la firma Solaris Management Consultants. En el país también trabajó en importantes empresas de ingeniería como Techint y Tecna. Desde la reestatización de YPF, fue una frecuente fuente de consulta en diversos temas. Por eso no extrañó que el miércoles se reuniera con directivos de la petrolera para fijar algunos puntos en común.
Ayer, la Secretaría se comunicó con algunas provincias para constatar los permisos de exploración en el mar otorgados. De ahí que en la industria especulen con la posibilidad de que Energía avance con el relanzamiento del offshore petrolero, hoy en manos de Enarsa, la empresa estatal de energía, que preside Walter Fagyas, un hombre de De Vido.