Si bien el contexto es diferente y las consecuencias no son las mismas, la fuga de capitales provenientes del sector privado no financiero que se registró este año, US$ 7786 millones, fue más alta que la que se dio en plena crisis de 2001.
Según explica el diario La Nación, este año la fuga no generó tantos inconvenientes porque los elevados precios internacionales que se mantuvieron hasta agosto sirvieron para financiar el bache posterior con los dólares que alimentaron la balanza comercial, y no con las reservas, tal como sucedió en 2001.
"La diferencia respecto de 2001 es que este año hubo precios récord de commodities, con lo cual la balanza comercial financió la fuga, mientras que en 2001 fueron las reservas. Este año la fuga la financió el mundo con precios récord, y por eso el impacto no ha sido el mismo", señaló a La Nación Nicolás Bridger, de Prefinex.
Según las cifras del balance de pagos dadas a conocer ayer por el Indec, desde enero hasta octubre la fuga alcanzó los US$ 7786 millones. En el mismo lapso de 2001, la fuga había sido de US$ 6644 millones. Las proyecciones privadas y oficiales le dan un piso a la fuga de capitales para todo el año de US$ 20.000 millones.
Bridger estima que la fuga superará levemente a la de 2001, al ubicarse por encima de los US$ 14.000 millones en el balance de pagos. El balance cambiario mostrará, para el especialista, una fuga de unos US$ 21.600 millones.
"Noviembre más o menos fue un mes estable, aunque ahora de vuelta hay un poco de fuga de vuelta, pero no como octubre, sobre todo teniendo en cuenta el control de cambios heterodoxo que implementó el Gobierno", precisó Bridger.