Entre el lobby y la preocupación genuina, los sectores vinculados a productos de consumo analizan los impuestos internos que suma la propuesta de reforma tributaria de Nicolás Dujovne y advierten que pueden llevar a la pérdida de puestos de trabajo y baja de inversiones.
El lunes será día de análisis en la Coordinadora de Industrias Alimenticias (Copal), así como en el Colegio Inmobiliario, donde evaluarán el impacto de eliminar el impuesto a la transferencia inmobiliaria, del 1,5% para la venta de propiedades, por uno del 15% sobre la ganancia en la venta de un inmueble. “Hay mucho por definir. ¿Qué valuación se va a tomar? ¿Cómo se va a actualizar por inflación? A priori, conviene más pagar el 1,5%”, señaló Armando Pepe, presidente del Colegio.
Vinos. El gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, mantuvo ayer y seguirá hoy en reuniones con el sector vitivinícola. Los nuevos impuestos prevén una suba para vinos del 10% (frente al cero actual). Las cámaras del sector se escudaron bajo el Grupo Mundial del Vino, que les envió una carta a Dujovne y al jefe de Gabinete, Marcos Peña; remarcan que “el consumo de alcohol en Argentina cayó de 9,3 litros per cápita en 2010 a 7,6 litros y se espera que caiga aún más”, a la vez que se oponen “a la clasificación de vino como una sustancia perjudicial”. Dujovne adujo que se tomaban las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. El grupo sostiene, sin embargo, que “numerosos estudios señalan que el consumo moderado de vino es beneficioso para la salud”. También apuntaron contra el arancel del 17% para espumantes (sobre el 0% actual) y consideraron que se trata también de vinos.
Cervezas. El sector cervecero masivo apuntó a su rol como generador de puestos de trabajo y se defendió señalando que la cerveza tiene menos graduación alcohólica que el vino. Para la cerveza, el arancel pasa del 8% al 17%. Los productores artesanales que inspiraron a Esteban Bullrich en la campaña legislativa reclamaron que se tenga en cuenta su situación particular. “La cerveza artesanal es sólo el 2% del consumo total de cerveza en la Argentina”, explicó Pablo Fazio, de Otro Mundo. “Con el impuesto lo único que generan es que se retraiga el consumo y que se vuelque al sector masivo”, estimó. De todas formas, no pierden las esperanzas. “Creo que no tuvieron en cuenta al segmento al elaborar la propuesta”, agregó Fazio.
Electrónica. En Tierra del Fuego, la gobernadora Rosana Bertone se reunió con empresarios y sindicatos vinculados a la industria de la electrónica, y rechazaron la eliminación de impuestos internos, que beneficiará a la importación. En el último año, según la UOM, se perdieron unos 6 mil puestos de trabajo por la apertura de importaciones y la baja de aranceles para notebooks y netbooks.
El ministro de Desarrollo Productivo de Tucumán, Juan Luis Fernández, dijo que las medidas pueden “ocasionar pérdidas de ingresos de hasta $ 2 mil millones, poner en peligro la fuente de trabajo y hasta la reconversión de una actividad que recientemente ha cerrado la zafra”.
Azúcar. Las bebidas azucaradas también estimaron que se podrían perder 7 mil puestos de trabajo por la medida (pueden pagar hasta 17% de arancel si tienen azúcar agregada) y estimaron que si se combate la evasión, el Gobierno podría recaudar $ 6 mil millones. Las grandes compañías fueron más allá y transmitieron la preocupación de sus distribuidores: según la Unión Kiosqueros (UKRA), hay “más de 100 mil kioscos en riesgo de cierre tras la suba de impuestos anunciada por el Gobierno”. Allí incluyen la caída de consumo de bebidas pero también el aumento de tarifas de energía y alquileres en el marco de “un repunte del consumo que no llega”.