Una nueva batalla promete enfrentar al oficialismo y la oposición en el Congreso tras la muerte de Néstor Kirchner: la del presupuesto 2011. El kirchnerismo, que obtuvo dictamen de minoría gracias al apoyo de aliados, quiere aprobar en tiempo récord la ley de leyes, pero se encontró hoy con un escollo impensado del otro lado, un dictamen unificado de los bloques anti-K, que consiguieron juntar 21 firmas para llevar al recinto un proyecto alternativo de asignación de recursos.
Los bloques de la CC, UCR, PRO, Peronismo Federal, Partido Federal Fueguino, Bloque Peronista, GEN y Frente Cívico de Córdoba acordaron un proyecto diferente al que apoya el oficialismo que, según aclaró Alfonso Prat Gay, no implica un “plan de gobierno alternativo”. El dictamen K contempla una inflación del 8,9%, un crecimiento de 4,3% y un dólar a $4,10.
Para la oposición, esos números, sobre todo el del IPC, subestiman la realidad. No es extraño que esto ocurra teniendo en cuenta que hace pocos días el propio ministro de Economía, Amado Boudou, sostuvo que “hoy la inflación no está siendo un tema en grandes porciones de la población argentina”.
Qué cambia. "Reestima los recursos de la Administración Nacional con parámetros más realistas de crecimiento, tipo de cambio y, sobre todo, inflación, evitando que el gobierno repita el truco de los últimos ejercicios de utilizar los excedentes presupuestarios para gastos no aprobados por el Congreso”, afirmó el economista de Carrió, quien sostuvo que en 2010 esos excedentes llegarán a los $60.000 millones.
El dictamen opositor, examinó Prat Gay, reasigna esos excedentes al aumento jubilatorio para alcanza el 82% móvil, bajar el impuesto a la ganancias y actualizar la coparticipación a las provincias. En el equipo del diputado Lilito la firma de un dictamen unificado fue leído como un triunfo. “Era algo que no ocurría hace mucho tiempo y la eliminación del artículo que tomaba reservas ($7.500 millones) para el pago de Deuda era algo que Prat Gay no estaba dispuesto a aceptar”, explicaron a Perfil.com.
El radical Miguél Ángel Giubergia, vicepresidente de la comisión de presupuesto, dijo a Perfil.com que, aunque ni el socialismo ni Proyecto Sur firmaron el dictamen, confían en obtener la mayoría cuando se trate en la sesión, que podría ser la semana próxima si el kirchnerismo persiste en convocar a una sesión especial. “Nosotros entendemos que vamos a tener las voluntades para imponernos”, manifestó el jujeño, que calificó al presupuesto K para 2011 como “totalmente subestimado”.
“El proyecto prevé una inflación del 8,9%, cuando sabemos que está bordeando el 30%, y un crecimiento del 4,3%, cuando como mínimo va a estar en 8%”, detalló Giubergia, que añadió que la oposición fija una pauta de inflación entre el 20% y 25%, y un crecimiento del 6%”. El diputado radical señaló que su dictamen esboza resultados de recaudación más razonables, que el proyecto oficial subestima.
En total, esa suma ascendería a los 35.000 millones de pesos, que reforzarían la ANSES para hacer frente al pago del 82 por ciento móvil de jubilaciones mínimas y las actualización de haberes. Es por eso que el presupuesto opositor establece que la Asignación Universal por Hijo deje de estar en manos de la caja que controla Diego Bossio y sea cancelada con excedentes del Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Otro dictamen. El diputado Claudio Lozano y Proyecto Sur no firmaron ninguno de los dos dictámentes y decidieron presentar uno propio que fija la inflación alrededor del 20% y una tasa de actividad que ronda el 5,5%.