La protesta gremial que protagonizan actores y productoras de ficción puso en jaque el fabuloso negocio de las principales empresas que realizan de programas de televisión y entretenimiento que funcionan en Buenos Aires.
Para este fin de año, las compañías cerrarían 2007 con una facturación que variaría entre los $ 700 millones y los $ 1.000 millones, dependiendo de la fuente que lo calcule.
Este próspero negocio está fuertemente impulsado por los bajos costos, el peso devaluado y la reconocida, internacionalmente, calidad con la que se manufacturan los productos en la Argentina, que luego son exportados en latas o como formatos, a canales de Europa, Asia y Africa, además de los latinos.
Si bien las cuentas de las principales productoras se mantienen bajo estricto secreto, PERFIL publicó datos fidedignos que avalan las estimaciones off the record.
El Grupo Clarín, en su prospecto de salida a la Bolsa, explicó que sus ventas de producción y distribución de contenidos fueron de $ 659,5 millones el año pasado. Estas ventas se realizaron a través de sus participaciones en dos productoras de ficción y entretenimiento: Ideas del Sur y Pol-Ka (de las que es socio en un 30%), además de Patagonik Film Group, una productora de cine (en la que Clarín tiene el 33%).
Los datos del mayor grupo de medios también hablan de un importante aumento de la facturación, que en 2004 fue de $ 416,6 millones por ese rubro. Para los primeros seis meses de 2007, estos ingresos ascienden a $ 354,9 millones, un 27% más que en igual período de 2006.
Costos compartidos. Para Celina Amadeo, vicepresidenta de producción de Dori Media Contenidos y CEO de Dori Media Central Studios, el negocio de las productoras se asienta sobre tres patas: la producción, en la que intervienen los camarógrafos, escenógrafos, guionistas, entre otros; la técnica, en la que se incluyen los trabajos de audio e iluminación; y la artística.
“En las dos primeras tenemos costos y calificaciones de empleo razonables, pero los actores deben entender que para que los productos estén en el exterior, debe invertirse mucho”, afirma Amadeo, mientras observa preocupada el conflicto con los actores.
Fernando Blanco, titular de la Cámara de Productores Independientes (Capit), no descartó que se importen actores extranjeros si se agudiza el conflicto.