La fortaleza de la economía será uno de los argumentos más sólidos del kirchnerismo en las próximas elecciones, pero los vínculos con el mundo del capital y del trabajo no son necesariamente los mismos. En los últimos veinte días, la Presidenta intentó poner límites al incremento de poder de la CGT de Hugo Moyano e intentó acercamientos con la nueva conducción de la Unión Industrial Argentina (UIA).