Durante el anuncio del adelantamiento de las elecciones legislativas nacionales, la presidenta Cristina Kirchner dijo ayer que “sería casi suicida embarcar a la sociedad en una discusión permanente de acá a octubre” teniendo en cuenta el contexto económico mundial.
La Presidenta no aclaró si esperar a octubre sería suicida para la sociedad en su conjunto o para el Gobierno, que, después de junio, acumulará un deterioro en las principales variables económicas mayor al del primer bimestre.
Consultado por PERFIL, Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres & Asociados, consideró que “si el adelantamiento es para tomar decisiones no muy populares después de las elecciones, lo mejor es hacerlo cuanto antes”. Por ejemplo, el fin de la contienda electoral permitiría buscar un acuerdo con el FMI.
En todo caso, hay un conjunto de claves para la segunda mitad del año que llevaron al Gobierno, desde el punto de vista económico, a cambiar sus planes:
— Caída del superávit comercial. La reducción de la demanda externa y la caída de los precios internacionales afectará este año la balanza comercial, principal fuente de divisas. En enero las exportaciones cayeron 36%. El saldo comercial se ubicaría entre US$5 mil y 8 mil millones, muy por debajo de los casi US$13.200 millones de 2008.