Como todos los años, Roberto Lavagna eligió Cariló para disfrutar en familia de unos días de vacaciones. Camina por la playa a la mañana, corta el pasto, poda los árboles de su jardín y lee cuatro libros a la vez. Recibió a PERFIL con una picada, tostaditas y gaseosa light.
—¿Qué balance hace de 2008?
— A partir de 2006 hubo un “desvío” fuerte en la conducción del país en materia político institucional. 2007 fue el año del “disimulo”, todos disimularon el desvío y prefirieron creer que iba a haber un cambio por las elecciones. La realidad lo desmintió y 2008 fue el año del “destape”: se descubrió que la cosas venían mal. El 2009 será complicado.
—¿Muy complicado?
—En lo económico se le deberá decir a los consumidores que sean prudentes al tomar créditos. No se trata de mirar si uno puede pagar una cuota, sino el conjunto; Hay que ser muy cuidadoso con la tarjeta de crédito. En muchos sectores empieza a haber muchas dudas sobre el nivel de empleo y de salarios. Hay que decirle a los ciudadanos que midan bien cuáles son sus capacidades y que analicen hasta donde pueden comprometerse.
—¿Y las empresas?
—A las Pymes hay que recordarles que cuiden los recursos humanos porque en una situación crítica siempre se piensa en despedir personal, pero es lo más importante que tienen.
—¿Vamos a una recesión?
— Estamos en una situación de recesión. Noviembre y diciembre fueron meses con efecto recesivo: cuando una economía pierde empleo y empieza a caer el consumo, técnicamente está en recesión.
—¿Cuál va a ser el principal problema económico en 2009?
—Hay tres puntos: La pérdida del empleo, con el impacto social que implica, caída en la inversión y la inflación.