La empresa Chediack SAICA integra junto con Helport, de Eduardo Eurnekian, y financistas rusos, el consorcio al que le acaban de adjudicar la construcción de la represa Chihuido I en Chubut. ¿Fue una compensación por no haber cuestionado la licitación de las represas Kirchner-Cepernic en Santa Cruz, criticada por entre otros, el grupo Impsa?
—Ganamos la obra. No es que le dieron ésta porque no le dieron la otra. Yo participé con Eurnekian y le pusimos el precio, y te puedo asegurar que los precios están por debajo de los estándares internacionales de lo que cuesta una represa.
—Las represas del Sur, con financiamiento chino en el marco del convenio país-país, tienen ventajas respecto de Chihuido I, que tiene financiamiento ruso con Inter Rao?
—No. Las licitaciones de Kirchner-Cepernic fueron hechas con anterioridad al convenio con China. Se hizo la licitación en iguales condiciones que Chihuidos.
—¿No hay objeciones para la licitación de las represas de Santa Cruz?
—El proceso de la licitación de las represas en el Sur fue más que prolijito. Fue la palabra que usó hoy Carlos Melconian, que no se puede decir oficialista.
—La Uocra manifestó preocupación por la eventual llegada de obreros chinos.
—La compartimos en un primer momento, hasta que nos pusimos a profundizar. Que eso quede absolutamente desterrado: no es intención del Gobierno traer obreros chinos. La Uocra no lo va a permitir. Y te doy un ejemplo: Sierra Grande es de los chinos, tiene 500 empleados y dos son chinos, y uno es el traductor.