Habían pasado menos de 24 horas desde la decisión del Banco Central de subir fuerte las tasas de interés y las críticas llegaban tanto de aliados en la coalición gobernante como de empresarios decepcionados ante un posible enfriamiento de la economía. Todos ponían énfasis en que llevar el costo del dinero del 24,75% al 26,25% frenaría la reactivación en el año de elecciones.
Sin embargo, durante la reunión de coordinación que compartieron el miércoles el presidente Mauricio Macri y sus principales espadas del gabinete, hubo una conclusión tan contundente como llamativa: apoyar una medida con algún costo de corto plazo, pero que consideran contribuirá a que “Cambiemos gane las elecciones 2019”. Sí, 2019.
Todo parte de una definición del jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien suele sostener: “La economía este año puede hacernos perder las elecciones, pero no nos hará ganarlas por mucho”. Como si fuera más decisivo para los comicios mantener la grieta ellos-nosotros que un punto más o menos de crecimiento. Al mismo tiempo, en el Gobierno relativizan el impacto de la suba de tasas en la economía real, ya que aseguran que hoy los créditos personales y tarjetas se mueven con costos mucho más altos y que buscan bajar (“cuando terminemos con el cartel de Visa en seis meses”, dicen), y que sólo hay un impacto limitado en los préstamos y adelantos de cuenta corriente a empresas.
Este escenario lo repasó el miércoles el Presidente junto a Peña y los vicejefes Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, donde confirmó que abraza la máxima de Federico Sturzenegger de que “a largo plazo nada es será reactivante que la inflación”. Allí ordenó además, que no hubiera cuestionamientos a la medida en público.
‘Voto UVA’. En la Casa Rosada ejemplifican esto con el boom de créditos hipotecarios y le dan un rol central en la estrategia política de los próximos años. De hecho, esta semana salieron a encuestar a la población sobre qué relevancia le dan a la casa propia. “La actitud mental de quien compra una casa es fundamental para nuestro proyecto”, dice uno de los principales hombres de confianza del Presidente que ya ojeó los resultados. “La gente hace lo que sea por tener su casa”, completa.
Tras el lanzamiento de créditos hipotecarios a veinte y treinta años indexados por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), es decir la inflación, el Gobierno espera colocar unos 400 mil préstamos hasta 2019. “Si cada uno de esos nuevos propietarios se lo cuenta a diez personas, ganamos las presidenciales”, se entusiasma el funcionario, que hasta lo pone en términos más amplios: “Para que la gente apoye el capitalismo tenemos que generarle beneficios concretos y mejoras en la calidad de vida”. Y lo trae al debate para justificar las tasas altas: “Sturzenegger con la suba de tasas está diciendo que estos créditos son una opción confiable”.
Con toda esa explicación, la idea del Presidente es que “si se pone la mirada en un ciclo de cuatro años, una demora de tres o cuatro meses en la reactivación producto de una suba de tasas que busca salir de la inflación, no es tan grave, ya que el rumbo es el correcto”. Además, “necesitamos bajar la inflación porque cuando se nos acabe la liquidez inicial para las hipotecas que estamos dando, vamos a tener que salir a securitizar hipotecas (N. del R.: emitir bonos sobre acreencias), y eso será sólo con inflación en baja”, adelanta.
‘Voto notebook’. El mismo mix de costo inmediato con beneficios masivos y a largo plazo usan en Gobierno para explicar la apertura comercial en tecnología en marcha desde principios de abril. Gigantes como Dell y Hewlett Packard ya le hicieron llegar a la jefatura de Gabinete estimaciones de que aumentarán la venta de notebooks de 2,5 a 5 millones en el país. “Ya hay un aumento del 40% en la venta de computadoras, tablets e impresoras respecto de un año atrás, y con precios más bajos”, festejan en la mesa chica y también sacan cuentas. “Nos criticaron porque se afectaban empleos que ensamblaban computadoras pero se benefician millones con tecnología más barata”, explican, y dicen que hasta la firma Banghó ahora está transformándose en importador y servicio técnico de computadoras. De todas maneras, el funcionario con oficina en Casa Rosada advierte: “Igual, la economía todavía está tan cerrada como en 2010, por lo que con años de crecimiento deberemos seguir abriéndola”. Hay gremios en alerta porque ese comentario lleva a pensar también en apertura en, por ejemplo, celulares.