Si Mauricio Macri gana la elección del domingo próximo, el organigrama del Estado cambiará a partir del 11 de diciembre con la creación de nuevos ministerios, la posible eliminación de otros y pases de secretarías entre carteras. El dato podría ser una cuestión meramente administrativa si no fuera que el principal cambio es la elevación de rango de la actual Secretaría de Energía a ministerio, desde donde se administraría la estratégica reducción de los subsidios al gas y la electricidad.
El monto millonario de esos subsidios, que sumarán en 2015 unos US$ 15 mil millones (US$ 4 mil millones de gas y US$ 11 mil millones para electricidad), hace hoy de Infraestructura el ministerio con mayor partida presupuestaria. El sucesor de Julio De Vido (¿Rogelio Frigerio?) no recibiría tremenda caja pero tampoco el dolor de cabeza de tener que congeniar un plan de suba de tarifas para desmantelar subsidios con un nuevo marco regulatorio que estimule las inversiones y la producción del sector. Esa es, por ahora y en el plano teórico, la tarea del equipo que coordina Juan José Aranguren, a quien previsiblemente se menciona sin confirmación como titular del eventual flamante ministerio. El principal desafío de esa cartera será, en el mediano plazo, recuperar el autoabastecimiento energético pero, en lo inmediato, su principal tarea será la eliminación en tres etapas de los subsidios, con la consecuente suba de tarifas, cuyo impacto se distribuiría gradualmente a lo largo de los tres primeros años.
A Aranguren también se lo señaló como posible sucesor de Miguel Galuccio en YPF, pero lo cierto es que nadie tiene por el momento un cargo preasegurado si Cambiemos gana la elección. “Todos operan y esperan”, describe un aspirante a funcionario nacional.
La creación de un ministerio de energía no sería la única novedad de impacto en la gestión económica de una eventual administración PRO. Macri tiene un viejo proyecto para integrar bajo una misma cartera el campo y la industria, sectores para los que considera deberían desarrollarse políticas integradas y complementarias. Sin embargo, teme la reacción de la dirigencia agropecuaria, por lo que el consejo de sus asesores es que descarte ese plan, al menos en un principio. La idea analizada apunta a reunir bajo un nuevo ministerio de la producción y agroindustria a la actual Secretaría de Industria y a Agricultura, hoy con rango de ministerio. La decisión no está tomada y son muchas las voces del equipo económico de Macri que desaconsejan esta innovación en el corto plazo, cuando los recursos del campo serán vitales para fortalecer las reservas. Un documento de Fundación Pensar ya adelantó el plan a los popes rurales de las principales entidades del campo.
Tierra de Moreno. Lo que sí está definido es que la Secretaría de Comercio –dependencia hoy a cargo de Augusto Costa, que en tiempos de inflación y Guillermo Moreno supo adquirir una enorme cuota de poder– dejará la órbita del Ministerio de Economía y pasará a Producción.
Se llevaría consigo la Subsecretaría de Comercio Exterior, hoy prácticamente inactiva pero que, se espera, adquiera un rol clave en el nuevo ciclo económico, por lo cual se podría elevar su estatus a secretaría. El cambio potenciaría la actuación de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales.