Desde Roma
Aunque está todo listo para la llegada de Guillermo Moreno a la Embajada argentina en Roma, el ex funcionario todopoderoso del gobierno nacional sigue retrasando su partida.
Un escritorio luminoso, con techos altos y paredes pintadas de blanco, en la esquina entre la plaza del Esquilino y via Cavour, frente a la Basilica di Santa Maria Maggiore, fue preparado con mucho detalle para acoger el nuevo capítulo profesional de la vida del ex secretario de Comercio Interior. Pero su llegada es esperada recién en un vuelo de Aerolíneas Argentinas para la primera semana de marzo, según confirmaron a PERFIL. Nadie da oficialmente la fecha del viaje, sin embargo la acreditación frente a la Farnesina, el Ministerio de las Relaciones Exteriores de Italia, habría sido pedida para esa fecha. Se trata de un documento de cortesía que las embajadas de los países extranjeros están obligados a presentar al ministerio italiano cada vez que un nuevo miembro se va a incorporar a la representación diplomática en Italia.
La esposa de Moreno, Marta Cascales, sigue en búsqueda de un departamento donde vivir, que no sea demasiado lejos del centro, barrio Monti-Esquilino, sede de la oficina donde el flamante agregado comercial prestará servicio de lunes a viernes.
Federico González Perini, que trabajaba hace años como agregado comercial de la embajada y será reemplazado por Moreno, ya dejó de desarrollar sus tareas el día que en Buenos Aires se oficializó el nombramiento.
Moreno viene resistiendo su partida, y de hecho hasta ahora la había postergado hasta la semana que viene. Sin embargo, ahora en Italia aseguran que recién llegará el mes próximo. Mientras tanto, Moreno acomoda sus negocios familiares (la ferretería) y sigue hablando con funcionarios como militante, en este momento de crisis cambiaria.