Alivio y algo de tiempo. Eso es todo lo que el Gobierno consiguió durante la primera semana de febrero en su pelea por contener el dólar, después de un enero demasiado movido para el mercado cambiario, que incluyó una fuerte devaluación del peso.
En la semana, el Banco Central obligó a los bancos a reducir sus posiciones en dólares para aumentar la oferta de divisas y descomprimir la presión compradora que hacía que se seguieran perdiendo unos US$ 200 millones diarios de reservas. Así, consiguió una baja de 17 centavos del dólar oficial, que cerró ayer a $ 7,85 para la venta. También cayó el dólar blue, que se operó en un promedio de $ 12,13, marcando una brecha de 54% entre los dos tipos de cambio, dos puntos porcentuales por debajo de lo registrado el lunes.
El Central intenta bajar las expectativas de más devalaución en los próximos meses.
El equipo económico comprometió a las cerealeras a liquidar unos US$ 2 mil millones este mes, anuncio que también ayudó a poner paños fríos en la City. Las reservas revirtieron su tendencia bajista y subieron ayer US$ 19 millones, hasta los US$ 27.821 millones. La semana, sin embargo, fue negativa en US$ 182 millones. Al cierre de la semana, los ahorristas compraron vía AFIP poco más de US$ 8,4 millones.
Impacto. Esta baja del dólar provocó un derrumbe de las acciones en la Bolsa porteña. Al respecto, Mariano Peretti, analista de Maxinver, señaló: “Después de que en los últimos meses se observara una marcada tendencia de las entidades a dolarizar sus carteras, la oferta masiva de divisas golpeó de lleno a los papeles de las compañías que tenían posición en moneda dura con bajas que superaron el 6%”.
En ese marco, el “contado con liquidación” –que resulta de la compra con pesos de activos dolarizados para su posterior venta en el exterior a cambio de divisas– bajó a $ 10,80. También cayó el llamado “dólar Bolsa”, que surge de la compra con pesos de títulos en dólares que luego son vendidos a cambio de billetes norteamericanos en el mercado local, y terminó ayer a $ 10,36. El índice Merval perdió 5% aunque, en sentido contrario, las empresas locales que cotizan en el exterior mostraron una buena performance, con subas promedio de 4%.
Desde la mirada de Ezequiel Asensio, director de Balanz Capital, el contraste entre los números rojos del panel local y las subas de las empresas argentinas en el exterior “evidencia que la Bolsa se convirtió en un gran mercado de cambios porque las acciones son vistas como meras herramientas para acceder a un tipo de cambio implícito”. De cara a la próxima semana, Asensio estimó que “las bajas posiblemente se extiendan unos días más”, pero agregó que, “mientras no se resuelva el problema de fondo, el déficit fiscal”, las mejoras serán pasajeras