El economista Carlos Melconian defendió las primeras medidas de Alberto Fernández. “Creo que Alberto se dio cuenta que había una situación fiscal que no se podía resolver a pura emisión monetaria”, dijo en una entrevista en América TV.
Sin embargo, aclaró que la ley de emergencia, o Ley de Solidaridad Social, que votó el Congreso no es un programa de “crecimiento” ni de “desarrollo”.
El economista analizó que el comienzo de la gestión del Frente de Todos es “potente en lo fiscal, en lo cambiario”, manifestó. Además, relativizó la profundidad de la crisis: “Esta situación no es el 2001 ni por razones económicas, ni institucionales, ni internacionales. No juguemos a ver cuál herencia es la peor”, consideró Melconian.
"A esto lo voy a definir como transitorio en términos de que le hace ganar tiempo, este es un programa de comienzo, no le voy a pedir al presidente a las 72 horas tenga un programa porque no lo va a haber", afirmó. "Lo que blanqueó con semejante reforma es la idea de que hay que repensar el estado en la Argentina, pero me niego a darle un carácter ideológico".
"Está claro que es el comienzo, después podemos ir profundizando en cada una de las partes", analizó Melconian. Según explica, el presidente "se dio cuenta que había una situación fiscal que, a pura emisión monetaria, no se iba a poder resolver. Esto es un punto de partida, de ninguna es un programa definitivo, de desarrollo, consistente e integral. Es un inicio que consideraría bueno por dónde tenía que arrancar si le damos la característica de absolutamente transitorio, falta la continuidad de cómo sigue la película".
"Esto no es 2001, ni por razones institucionales, ni internacionales, ni por situaciones económicas internacionales y locales", dijo. "No juguemos a ver cuál herencia es la peor, he leído las justificaciones del razonamiento previsional para hacer esto y es parcialmente cierto. En la parte fiscal lo que quedaba era mucho para emitir, no se podía avanzar con el agujero heredado".
"Ha sido muy potente en lo cambiario, cortó por lo sano", analiza. Argentina conserva y mantiene un problema con la moneda, el argentino no quiere al peso y en el periodo Macri se fueron en ahorros, en blanco, unos 70 mil millones de dólares. El 10 de diciembre de 2015 no podía haber un tipo de cambio libre y flotante, es lo ideal en un país normal como un punto de llegada, pero no de partida. Hoy hay un dólar a unos 80 pesos que le da algún viso de genuinidad a la emisión monetaria que va a venir".
D.S.