ECONOMIA
DIEGO PEREIRA, ECONOMISTA PARA LA REGION

Para JP Morgan, hay “profesionales de probada idoneidad” en el Gobierno

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Cuando el uruguayo Diego Pereira ingresó a trabajar en el séptimo piso de la sede central de JP Morgan en la avenida Madison en Nueva York, su jefe era Vladimir Werning, el hoy secretario de Programación Económica del gobierno de Mauricio Macri. Desde ese lugar, es el economista jefe para el Cono Sur y asegura que “el eje del Atlántico está de vuelta”.

—¿Qué es?
—Es nada más ni nada menos que el eje San Pablo-Buenos Aires o Brasil-Argentina. El Atlántico se ha visto relegado ante el avance de las economías del Pacífico, como Chile, Perú  y Colombia, que han sabido aprovechar mucho mejor los vientos de cola cuando los precios altísimos de las materias primas. Pero Argentina y Brasil son las dos economías más grandes de la región, y cuando los gigantes despiertan se hacen escuchar. Y hoy los rendimientos esperados en Argentina y Brasil lucen más que apetecibles frente a las tasas de retorno negativas de buena parte del mundo desarrollado.

—¿Qué ven para ambos países?
—Nosotros esperamos contracciones en ambos países en 2016, con el PBI contrayéndose 3,6% en Brasil y 1,4% en Argentina. Pero sí ha cambiado radicalmente las expectativas sobre el futuro cercano, lo que explica la revaluación reciente de los precios de los activos. El cambio político, aunque aún no definitivo en el caso de Brasil y con limitaciones en ambos países, se articula  con un esfuerzo más focalizado en políticas que ayuden al sector privado a generar riqueza, un giro importante después de años en que el sector privado se ha visto limitado por la expansión del sector público.

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—¿En qué se basa el optimismo?
—En ambos países se ha considerado apropiado que profesionales de probada idoneidad en mercados tomen las riendas de las políticas económicas. Por ejemplo, en el caso de Argentina, los inversores internacionales siguen sorprendidos con la rapidez con la cual se dio solución a la saga del default y los fondos buitre, abriendo de esta manera el acceso de Argentina al ahorro externo para financiarse. En Brasil es muy reciente el nombramiento del nuevo equipo económico, pero nadie duda de la capacidad del ministro Meirelles para implementar las reformas que prevengan un crecimiento insostenible de la deuda pública. Cierto, los desafíos son simplemente enormes. Nosotros somos optimistas en Argentina para 2017, vemos la economía creciendo 3,4%. Para Brasil vemos un crecimiento más bajo, de 0,7%, pero la contracción acumulada en 2015-2016 fue 7,4%.

—¿Cómo ven el contexto global?
—Pese a la incertidumbre sobre la economía de Estados Unidos y las otras economías desarrolladas y el enlentecimiento de China, somos relativamente más constructivos con respecto al crecimiento de las economías emergentes, y esperamos que el diferencial de crecimiento entre las economías emergentes y las desarrolladas vuelva a elevarse, lo cual sugiere que los flujos de capital volverán a los emergentes a pesar de los riesgos existentes. Es clave: con afluencia de capital externo todo ajuste fiscal es menos recesivo.