ECONOMIA
LA BRECHA CAMBIARIA, EN 70%

Pese a las medidas del Central, el dólar seguirá bajo presión por la deuda

Los límites para inversiones en dólares lograron una leve baja de las cotizaciones financieras. Pero el mercado se rige por la negociación con los acreedores y la emisión.

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El Gobierno adoptó en la última semana varias medidas orientadas a poner un freno al avance de los dólares financieros libres, el contado con liquidación y el MEP, que operan en ámbito bursátil mediante la compra y venta de títulos y acciones que tocaron nuevos récords y llevaron la brecha cambaria arriba del 70%.

Para desalentar la operatoria, la Comisión Nacional de Valores, a cargo de Adrián Cosentino, implementó más regulaciones sobre los fondos comunes de inversión que obligan a desarmar posiciones en dólares –en el sector calculan que deberían desprenderse de casi US$ 1.000 millones hasta el 15 de mayo–.

Por su parte, el Banco Central, que dirige Miguel Pesce, instrumentó el jueves nuevas condiciones para el acceso al mercado cambiario para las empresas que tomaron créditos a tasas subsidiadas y aquellas que realicen operaciones de compraventa de títulos y valores con liquidación en moneda extranjera.

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Sin embargo, los analistas creen que esas medidas –si bien pueden aplacar un poco– tienen un “efecto transitorio”, y la presión sobre los dólares paralelos continuará en los próximos días, porque uno de los principales factores que impulsan la dolarización es la incertidumbre sobre la renegociación de la deuda, y esta cuestión será el foco de atención del mercado la próxima semana, porque el viernes 8 de mayo vence el plazo para que los acreedores acepten o no la oferta de canje presentada por el Gobierno. Hasta ahora, el consenso de los analistas es que si no hay una mejora de la propuesta inicial, los bonistas no se adherirán.

Incertidumbre. De todos modos, las negociaciones podrían extenderse hasta el 22 de mayo. Esa es la fecha clave, porque es cuando vence el período de gracia del pago de intereses de tres bonos globales por US$ 503 millones que el Gobierno adeuda, y si no lo cancela, el país caería definitivamente en default.

Ante este panorama, Eduardo Herrera, CEO de Invertir en Bolsa Fondos, evaluó que el movimiento alcista del CCL “está atado a la incertidumbre por la renegociacion de la deuda y el miedo al default”, y prevé que “a medida que nos acerquemos al 8 de mayo, y ante la ausencia de noticias, esta volatilidad va a continuar”.

En ese sentido, Herra opinó que “cualquier noticia medianamente favorable en torno a las negociaciones con los acreedores, que aleje el fantasma del default, puede hacer que estas cotizaciones que estamos viendo hoy reviertan muy fuerte”.

En sintonía, Nery Persichini, de GMA Capital, planteó que “los dos grandes determinantes del dólar CCL son la incertidumbre en torno al canje y la mayor cantidad de pesos en la economía. Si crece el riesgo de default, es muy probable que la brecha siga subiendo”.

Líbano. “Un espejo a mirar podría ser Líbano, que luego de defaultear hace dos meses, de mostrar un spread de tipo de cambio de 80% pasó a duplicar la brecha”, remarcó.

El analista juzgó que “es improbable que haya un acuerdo rápido, pero si aparecen pronto señales de que la negociación sigue, podría ser un driver favorable para que la brecha se tome un respiro”.

De igual mirada, un informe de la consultora PxQ, dirigida por Emmanuel Alvarez Agis, señaló que los límites que determinó la CNV en las carteras de los FCI “pueden servir para contener el aumento del CCL en el corto plazo”, pero la clave de los próximos meses será la evolución de la negociación soberana. “Una resolución satisfactoria en la deuda soberana tendría un efecto positivo y la brecha debería acotarse”, concluyó.

Semana clave para Guzmán: Club de París y ‘cierre’ del canje

Hay expectativa oficial y también en el mercado sobre qué sucederá con la deuda que el país mantiene con el Club de París. El próximo martes 5 de mayo, Argentina debe afrontar un vencimiento de US$ 2.100 millones entre capital e intereses con ese organismo multilateral de crédito.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó formalmente en marzo el pedido de posponer el vencimiento hasta 2021, en una carta enviada a ese nucleamiento de países acreedores integrado por Francia, Estados Unidos, Alemania, España, Australia y Canadá, entre otros.

Ya en un seminario a principios de febrero en el Vaticano, Guzmán había planteado la necesidad de renegociar la deuda con el Club de París alegando que “una tasa de 9% que pagará la Argentina en 2020 y 2021 no es sostenible”.

Ante el agravamiento de la crisis económica por la propagación del coronavirus en el país, dirigentes de Juntos por el Cambio pidieron en abril al presidente Alberto Fernández que suspenda el pago de esa deuda.

El Club de Paris y el Instituto Internacional de Finanzas en una reunión el jueves último aprobaron el pedido del G20 de suspender los pagos de deuda hasta diciembre de 2020 para los países más pobres.

Sin embargo, aún no hay una respuesta al reclamo de Argentina. Acerca de la posibilidad de que el Club conceda una prórroga, Fernando Baer, analista de Quantum Finanzas, explicó a PERFIL que “los países miembros en general piden asistencia al FMI para decidir (por programa y sostenibilidad, etc.); creo que es una cuestión más política que otra cosa”.

En ese sentido, opinó que “la predisposición de Argentina para encarar sus obligaciones debería ser importante”, y consideró que si no hay una extensión del plazo del vencimiento, “creo que deberían pagar”. Sobre el impacto que podría causar un eventual default de esa deuda, Baer sostuvo que incumplir con un organismo público internacional “en términos prácticos, podría hacer que el país no tenga acceso a algunas líneas de otras instituciones internacionales”.

Guido Lorenzo, economista de LCG, se mostró optimista sobre una respuesta favorable del Club de París: “Ya les perdonaron a países que no son estrictamente pobres, así que estamos en situación de negociar una prórroga sin mayor problema”.