La mítica entidad es presidida por Don Alfredo, dueño de 53% del paquete accionario del banco, quien en los últimos años basó el negocio de financiación a jubilados. El resto de la familia Piano (Arturo y Juan José que poseen el 33% del capital) analiza salir del negocio, a raíz de la caída que se registra en el negocio cambiario fruto de la irrupción del cepo cambiario.
En noviembre de 2011, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, prometió enviar a la cárcel al banquero, al acusarlo por la dimensión que comenzaba a tomar por entonces el mercado paralelo del dólar.