El año arrancó con la inflación subiendo por el ascensor y los salarios por la escalera. La inflación lleva la ventaja impulsada por el alza tarifaria y del dólar, y en febrero tuvo un pico de 2,4%, y suma en el bimestre 4,2%, en tanto los precios mayoristas treparon 4,8%, y 9,6% respectivamente. Los bolsillos sufren “precios nuevos-salarios viejos”. Recién están cerrando algunas paritarias en 15%, como es el deseo oficial a tono con la meta inflacionaria. En ese número firmaron, entre otros, los gremios de Comercio, Luz y Fuerza, Obras Sanitarias, UTA, y se sumaría pronto la Uocra, y queda lejos del 20% de la proyección inflacionaria de los analistas. El diagnóstico trazado por economistas a PERFIL es dispar: unos ven que la carrera salarios-inflación terminará empatada en 2018 en la comparación interanual; otros alegan que tomando el promedio anual habrá una “pérdida del sueldo real de 2%”. Todos vislumbran que el salario no será el motor de la economía y “demorará” el repunte del consumo. Preven que los trabajadores formales privados llegarán mejor posicionados “porque el 15% incluye sumas fijas o bonos, y mecanismos de revisión”, pero sí advierten un deterioro salarial real “de uno o dos puntos” para los estatales. En el caso de las jubilaciones (la nueva fórmula de ajuste desde marzo es trimestral y computa 70% de inflación y 30% de salarios), la mayoría avizora un resultado “empardado”, y solo perderían “si la inflación fuese superior al 22%”. El último desfasaje significativo entre inflación y salarios fue en 2016 con una brecha de entre 4 y 5 puntos a favor de los precios.
Previsiones. Según Eco Go, la inflación será de 21% con paritarias en la zona de 19% (la pública cerca del 15, y la privada arriba del 20% con diferencias sectoriales y en algunos casos mecanismos de revisión que impactan al final del año), y tarifas que agregan entre 3 y 3,5 puntos porcentuales a la inflación, y “en este escenario el salario real cae entre puntas en torno al 2%, en tanto las jubilaciones empatan con la inflación en el año y pierden en el primer semestre”. Federico Furiase, de esa consultora, señaló a PERFIL que “el primer cuatrimestre es el más difícil para el bolsillo, pero a partir de julio con el impacto de las paritarias se va a empezar a acomodar, la carrera va a estar muy apretada, pero no vemos que sea un año donde el salario le gane a la inflación, y el consumo va a estar más empujado por el crédito que por el poder adquisitivo”.
Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina, concordó en que “no fue un buen inicio de año” pero que “en el segundo semestre, sin tarifas y con los incrementos de paritarias, se recuperará gran parte de la caída del poder adquisitivo, con lo cual vemos salarios y precios cerrando el año al 21% alineados”. Para los sueldos estatales prevé que “1 o 2 puntos puedan perder” porque “Nación y provincias tienen mucha urgencia de acortar el déficit”. Sobre los haberes previsionales, auguró que estarán “bastante empatados” y “la inflación tiene que ser superior al 22% para que pierdan”, pero admitió que “con el mecanismo anterior (que computaba recaudación y salarios) hubiesen ganado 3 o 4 puntos por arriba de la inflación”.
En la vereda opuesta, el economista Agustín D’Attellis calculó una inflación de 25%, con lo cual “va a haber una pérdida importante” salarial con paritarias del 15% y sin cláusula gatillo automática. Se manifestó “muy escéptico” con los mecanismos de revisión (o sea la posibilidad de negociar en unos meses) porque “cuando el Gobierno puso esa herramienta después no la respetó”. También opinó que los jubilados quedarán “muy mal” porque al usarse los salarios como ancla inflacionaria ese “componente de 30% tira abajo el ajuste”, y además “el IPC por su estructura de ponderación no refleja la canasta de consumo jubilatoria donde pesan más remedios y alimentos con subas superiores a inflación general”. “Vincularlos a un índice que no representa su consumo va a llevar a subestimar la inflación que los jubilados enfrentan y van a ir perdiendo poder adquisitivo a lo largo del tiempo”, vaticinó.
Melisa Sala, de LCG, planteó que “midiendo los salarios de diciembre a diciembre, quizás están un poco mejor o empatados con la inflación”, pero “en el promedio anual, creemos que habrá pérdida del salario real, 2% abajo”, y será “un factor que va a sacar consumo”, por lo que la recuperación de esa variable “va a estar un poco más demorada”.
Blejer: “El tema de la inflación no está totalmente controlado”
La inflación no solo está lejos de las metas del Banco Central, también muestra dificultades para perforar el piso del 20%. El ex jefe del Banco Central Mario Blejer asegura que ello ocurre porque “hay un problema inercial y de expectativas del público”. “Si todos piensan que va a ser 20%, no puede ser mucho menos, y ese problema se nos ha instalado acá”, aseguró ayer el también ex asesor del candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, que a pesar de ser optimista “porque el proceso de inversión se ha recuperado más de lo que la gente cree”, considera que “el tema de la inflación es lo que más preocupa”. “No está totalmente controlado, pero tampoco está descontrolado”, aseguró en declaraciones a radio Led.
“Hace falta buscar un ancla para que las expectativas se unifiquen. Hay que buscar un ancla, el Gobierno está en eso”, añadió. “Creo que la paritaria es la única ancla que el Gobierno está utilizando, es importante pero no puede ser lo único, no puede ser que solo los salarios sean el ancla. Sería importante un acuerdo económico y social”, completó.
En ese contexto, consideró que el crecimiento económico no está en riesgo porque crece la inversión, pero advirtió: “Sin un control efectivo de la inflación, la incertidumbre que rodea el proceso de inversión puede pasar a tener expectativas negativas”, aunque consideró que a largo plazo la mirada es buena.