A pesar del derrumbe del precio internacional del petróleo –y por consiguiente de todos los productos energéticos–, que se empezó a materializar desde julio del año pasado, el déficit de la balanza comercial del sector superó los US$ 7.300 millones en 2014, apenas el 8% menos que en 2013. Sucede que el Gobierno había cerrado la mayor parte de las importaciones durante la primera mitad del año, con el barril de crudo todavía en torno a los 100 dólares.
Para empezar a delinear cuántas divisas podrá ahorrar este año el Tesoro por la caída del valor del crudo, será interesante ver el resultado de dos licitaciones realizadas esta semana por YPF. La meta del Gobierno es bajar el 30% el costo de las importaciones.
La petrolera reestatizada –que opera por cuenta y orden de Cammesa, la administradora del mercado eléctrico– recibió el jueves ofertas para traer siete cargamentos de gasoil de 50 mil metros cúbicos cada uno a fin de abastecer a usinas térmicas. Es la primera importación del año, dado que hasta ahora la capacidad de almacenaje del combustible del sistema estuvo completa.
El precio FOB del gasoil ronda hoy los US$ 540 por metro cúbico en el mercado internacional. A eso hay que sumarle alrededor de US$ 40 adicionales en concepto de flete hasta la Argentina. De esos números se desprende que Cammesa pagará cerca de US$ 200 millones por los 350 mil metros cúbicos que salió a comprar. A valores de agosto pasado, cuando concretó la última compra de gasoil para las centrales eléctricas, la cuenta habría superado más de US$ 300 millones. Es decir, el 40% más. Claro, el precio del diésel superaba los 800 dólares y el transporte costaba US$ 60 dólares.
YPF licitó esta semana la compra de 11 cargamentos de GNL para las terminales de Bahía Blanca y Escobar para abril, mayo y junio. Pero sólo adquirió cinco embarques. En la lista de proveedores figuran Shell, EDF Trading, Petrobras y BP, entre otros.
La abrupta caída del barril en Estados Unidos se trasladó al importe del GNL. Según indicaron desde una compañía de trading, los precios obtenidos por YPF –calculados sobre la base del Henry Hub (precio del gas en Norteamérica) más un premio– estuvieron por debajo de los US$ 8 por millón de BTU. A eso hay que sumar casi 2 dólares en concepto de regasificación. Por lo que el precio final ronda los 10 dólares, muy por debajo de los importes que se pagaron durante el primer semestre de 2014, cercanos a los
17 dólares.
“Lamentablemente, YPF cerró el año pasado la mayor parte de los cargamentos de GNL programados para 2015, por lo que comprometió precios mayores. En ese momento, tenía sentido asegurarse el producto porque el mercado estaba corto. Pero si hubiese comprado hoy, seguramente habría logrado un ahorro mucho más importante”, advirtió otro trader.
