Con la llegada de 2018 se podría terminar lo que algunos economistas llaman la “maldición” de los últimos años: crecimiento de la economía en los años impares, y caída del producto en los años pares. Desde el bienio 2010-2011 –dos años consecutivos de resultados positivos en términos de PBI–, se alternan subas y bajas. Pero si se cumple el nuevo pronóstico de las consultoras, esa dinámica podrá romperse el año próximo, para el que se proyecta un aumento promedio de 3%, similar al de la recuperación tras la retracción de 2016.
Una buena porción del avance del próximo año estará explicada por un arrastre positivo del último trimestre de 2017, que dejará entre 1 y 1,5 puntos porcentuales de ayuda estadística. Aun así, 2018 tendrá sus propios desafíos: el consumo que comenzó a repuntar este año mucho más tarde de lo esperado seguirá un comportamiento modesto y no recuperará los niveles previos a 2015; y además, el Gobierno encontrará uno de sus mayores desafíos en reducir déficit fiscal en un punto para lograr la meta de 3,2% del PBI establecida por el Ministerio de Hacienda, con la incógnita de cuánto impactará eso en la actividad, mientras crecen los reparos por el alza de la deuda.
Proyecciones. Para los economistas, son varios los motivos que explican el fin del subibaja. En principio, “en los años impares, con elecciones, el crecimiento se lograba mejorando las paritarias y congelando tarifas”, señala Miguel Zielonka, socio de Econviews, que espera un 3% de crecimiento para 2017 y 4% para 2018, el más optimista del mercado. Allí, explica, el impacto en el consumo es directo y muy rápido, con alta inflación y tasas reales negativas, se gastaba mucho más. Si bien se esperan inversiones el año entrante, se trata de procesos más largos y el impacto tardará, agregó.
Según Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, entre 2011 y 2015 los números muestran que se había llegado a un “techo en la capacidad productiva”, donde se alentaba la demanda y había fuertes problemas de oferta, como por ejemplo energía, que todavía se tienen que terminar de resolver. El macrismo, desde el inicio de su gestión, “apunta a elevar la oferta, en infraestructura y energía”, agrega y cree que habrá dos años seguidos de crecimiento: 3% para 2017 y 3,3% para 2018.
Otras visiones más moderadas apuntan a un avance de 2,5% de la economía este año y 2% en 2018. Las cifras pertenecen Ecolatina, y Lorenzo Sigaut, economista jefe, explica que además del arrastre positivo que dejará diciembre, las inversiones que se habían prometido para 2016 y recién están empezando, habrá componentes exógenos que ayudarán, como “la recuperación de Brasil”, que confirmó su segundo trimestre positivo.
Los límites llegarán, sin embargo, en enfrentar la baja del déficit fiscal, adonde apuntan todas las miradas de los inversores y una tasa de interés que se mantendrá elevada por un tiempo más y “pondrá un freno a los proyectos de PPP”.
Con algo más de pesimismo pero aun previendo un crecimiento, Orlando Ferreres estima un 3,5% para este año y 2,1% el próximo. Argumenta que la baja estará explicada “por el ajuste que tiene que hacer el Gobierno”, dijo el jueves en un almuerzo de ACDE. En igual sentido, desde la firma PxQ, el ex viceministro Emmanuel Alvarez Agis prevé un crecimiento menor al 2% el año que viene, “del que el 80% puede ser arrastre estadístico”. Y explica: “Depende de qué haga el Gobierno con las tarifas, con las paritarias y con las tasas de interés”.
Más deuda. Según las estimaciones de Ferreres, “vamos a un esquema con mucha deuda”, y estima que el año que viene el Gobierno sumará 5 puntos más de deuda pública total/PBI, hasta alcanzar el 70%. No sólo eso representa un riesgo, recordó también que este año se sumaron los ingresos del blanqueo y remarcó el año próximo “esos fondos no van a estar”.
Los números macro no corregirán en el corto plazo, en tanto, los vectores sociales, de acuerdo con las palabras del economista. “El desempleo seguirá alrededor del 9%”, estimó. Tampoco cree que se cumplirán las metas del BCRA: “La inflación cerrará el año en 20% y no en 17% mientras que el próximo, promediará 15%” en lugar del 10% proyectado por Federico Sturzenegger.