Tras años de un elevado gasto público, la Argentina comienza a vivir el tiempo del ajuste. El viento de cola de la economía mundial comenzó a soplar de frente y ya nada será igual: ni el consumo, ni el trabajo ni la producción. Sin embargo, la actual crisis de los mercados puede ser una oportunidad para el país si el Gobierno sabe aprovechar algunas ventajas relativas.
Así lo revela el nuevo número de la revista Noticias, en una imperdible nota de tapa en la que, con gran profusión de datos y opiniones de varios expertos en el tema, se expone a qué nuevo escenario internacional se enfrenta el país y de qué modo ese panorama es usado como "coartada" por la administración K para un cambio rotundo en materia de política económica, pero también por qué la jugada podría salirle bien a Néstor Kirchner.
Las oportunidades. La Argentina puede seguir exportando y cobrando bien sus productos, apenas se estabilicen en un nivel menos "burbuja" y más "realista". El ahorro fiscal puede asegurarse en la medida en que el Gobierno no dilapide subsidios y tenga una gestión más transparente. Cuenta a su favor con el alto nivel productivo de sus agronegocios y con una competitiva industria manufacturera. Y puede convertirse en un refugio de inversores sin destino o escapados de la sequedad de los mercados más desarrollados.
Se habla incluso de una repatriación de capitales argentinos en el exterior, apenas se constató que había familias dispuestas a pagar hasta un 6 % de comisión para reingresar los dólares que unos años antes habían fugado. Son oportunidades que ofrecen un nuevo escenario global -aunque todavía resulte imprevisible- y un objetivo cambio de reglas a nivel local -aunque a veces el Gobierno se comporte torpemente-.
(Más información, en el nuevo número de la revista Noticias)