ECONOMIA
Los efectos de la crisis subprime

Por qué la venta del banco de inversión estadounidense Bear Stearns impacta en todo el mundo

Es solo el quinto banco de su tipo en EEUU, pero su grave situación tiene a los mercados mundiales el borde de un ataque de nervios.

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| Cedoc

La venta del banco de inversión Bear Stearns, comprado ayer por JP Morgan bajo el patrocinio de la Reserva Federal de los Estados Unidos, anunció que hoy sería un día negro para las bolsas del mundo. Y así fue: los principales mercados financieros del planeta ya registran bajas que rondan los 6 puntos.

“La crisis de confianza que se genera cuando nos damos cuenta que algo tan grande como el Bear Stearns puede caer lleva a la gente a entrar en pánico. El factor “miedo” empieza a pesar”, dijo a Reuters Simon Maugham, de MF Global en Londres.

Bear Stearns dista de ser el banco de inversión más grande de Wall Street, pero sí es uno de los más reconocidos y su debacle podría tener un impacto desastroso sobre el sistema financiero global porque juega un rol crucial en algunos de los mercados más conflictivos del planeta, además de participar en diversos tipos de negocios

Uno de los mercados donde más actúa es el de derivados. También era un importante garante de títulos hipotecarias.

El mejor ejemplo del impacto de la debacle es el dramático aumento del costo de garantías de pago de crédito de los grandes bancos. Hoy, incluso los bancos que cuentan con muy buenas calificaciones, pagan un precio para asegurar sus deudas similar al que pagan compañías con calificaciones mucho peores, según explica el Financial Times.

Aunque los efectos de crítica situación de Bear Stearns se sintieron primero en los mercados adonde el banco intentó vender acciones para obtener liquidez, se espera que los bancos de inversión de Wall Street reporten pérdidas adicionales esta semana, lo cual repercutiría en los mercados del resto del mundo.

Venderse por monedas. J.P. Morgan Chase pagó por Bear Stearns un precio de súper liquidación: 2 dólares la acción, o 236 millones de dólares por todo el banco.

El monto equivale a un 10 por ciento de lo que la entidad valía el viernes en la bolsa, cuando rondaba los 3.5 mil millones de dólares. Solamente un año atrás, en enero del 2007, valía 20 mil millones de dólares, lo que pone en evidencia lo rápido que pueden cambiar las cosas en Wall Street.

El acuerdo no hizo más que destacar los problemas que enfrenta el sector y llevó a un fuerte cuestionamiento de los valores reales de las entidades financieras.

“Bear Stearns tenía que aceptar los 2 dólares por acción o declarar la quiebra”, dijo una persona involucrada en la negociación al diario Wall Street Journal. “Esas eran sus únicas dos opciones”.

Para facilitar la operación con J.P. Morgan, la Reserva Federal estadounidense proveerá 30 mil millones de dólares para financiar los activos menos líquidos (como por ejemplo las títulos inmobiliarios que la firma no pudo vender). Aunque no hay detalles con respecto a qué activos estarán garantizados por la Fed, los que entren en el arreglo resultarían en eventuales pérdidas para el organismo y no para J.P. Morgan Chase.

Con su intervención, la Fed (el banco central estadounidense) busca evitar que la situación de Bear Stearns arrastre a otros bancos y dispara un crisis generalizada, que afectaría al mundo entero.

La venta de Bear Stearns es el más reciente capítulo de la peor crisis financiera de la última década en Estados Unidos. La pregunta ya no es si se viene una recesión, sino si los esfuerzos de Washington y la Reserva Federal no la profundizarán.