El otorgamiento de los nuevos créditos hipotecarios que se actualizan por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA, que sigue la inflación) comienza a crecer y, junto con él, la ilusión del Gobierno de contar con una carta a favor en las elecciones 2017, tras más de una década sin crédito para la vivienda, más allá de planes puntuales como el Procrear. “Tendríamos algo así como el Metrobus en la Ciudad”, bromeó un banquero, en referencia al elogiado sistema de transporte porteño, explotado en la campaña.
La intención del Gobierno se combina con la nueva etapa que se abre para la competencia entre las entidades financieras que, después de que Macro redujera días atrás la tasa fija anual a 3,5% de un promedio de 5% entre los participantes, otros bancos analizan mejorar su oferta, según pudo saber PERFIL.
Tras ser presentada en abril, la nueva línea ya es ofrecida por unos 12 bancos: Ciudad de Buenos Aires, Santander Río, Provincia de Buenos Aires, Galicia, Hipotecario, BBVA Francés, Macro, Itaú, Supervielle, Credicoop, Banco de Tucumán y Patagonia. Siendo los primeros cuatro de la lista los que lideran las operaciones.
De acuerdo con datos oficiales, el monto de préstamos en UVAs ya desembolsados es de $ 800 millones aproximandamente y hay un promedio diario de entre 15 y 20 millones de pesos entregados.
En el Banco Nación, informaron que “hay colocados unos mil préstamos, por un promedio de $ 800 mil por cada operación y hay unos 2.500 más preaprobados o remitidos a escribanías”. La particularidad es que tiene una tasa fija los primeros tres años de 14% y financia hasta un 80% del monto total.
En tanto, Juan Curutchet, presidente del Banco Provincia de Buenos Aires, apuntó: “Entregamos 700 créditos con UVA y tenemos unos 2 mil en trámite con UVA también. Tal vez lleguemos a 2017 con 60 mil créditos hipotecarios entregados, y puede tener un impacto en la economía y en los hogares que hoy no se está previendo”, dijo a este medio, y admitió: “Estamos cerca de que vuelva a haber crédito hipotecario y competencia público-privada en ese segmento”.
En el caso del Hipotecario, las cifras también van creciendo semana a semana. “Tenemos 475 carpetas por $ 458 millones, de los que ya se otorgaron 111 créditos por $ 108 millones”. El Banco Ciudad de Buenos Aires, $ 300 millones con 300 créditos escriturados. En tanto, Santander Río ya dio 200 créditos y tiene aprobados para salir unos 6.500.
Perspectivas. Marcela Méndez, directora de Serinco, una empresa tasadora, apuntó sobre las carpetas que se generan en diferentes bancos que “el otorgamiento de créditos está aumentando, si bien no hay una avalancha de operaciones, pero se cierran y creemos que ese número va a ir creciendo paulatinamente en el próximo año”. Para la especialista en el mercado, es indudable que la necesidad de vivienda existe, pero hay dos factores que creemos que serán decisorios para que los hipotecarios avancen aún más, como la “inflación y la seguridad laboral”.
De acuerdo con los datos de Serinco, hasta ahora hay más operaciones en el Gran Buenos Aires que en la Ciudad, donde los valores son más baratos. Hay que tener en cuenta que la tasación tiene una vigencia de tres meses. Y los montos están dentro de lo contemplado por las nuevas líneas ajustadas por UVA, van de $ 1,5 millones a $ 2,5 millones y se trata mayormente de viviendas medias, y departamentos de tres ambientes.
Después del pico de colocación de hipotecarios de los 90, donde llegó al 5,7% del PBI, la crisis de 2001 paralizó todo y por supuesto también los hipotecarios. Después, una leve recuperación volvió a ser interrumpida por la crisis financiera internacional, donde la oferta quedó restringida a los empleados de los bancos y muy pocos calificaban. “Hoy representa 0,8% del PBI, pero podemos pensar que estamos entrando en un proceso que va a ser más sostenido en el tiempo y, claro, hay muchísimo margen para crecer”, concluyó Méndez.
Cuellos de botella por la UVA
Muchos de los bancos que están otorgando créditos hipotecarios ajustados por Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) admiten que tienen un gran trabajo por hacer en las sucursales, donde faltan empleados que puedan asesorar a los clientes ante una operación tan importante como la que representa una línea de largo plazo para una familia.
“Hay que tener en cuenta que las consultas no se reciben solamente en Capital y Gran Buenos Aires, sino en todos los puntos del país donde tenemos sucursales”, reconoció el gerente de una entidad y señaló que “ya se superó la primera etapa de adaptar los sistemas”, mientras que en otra entidad apuntaron: “Tenemos toda una generación de empleados que no conoció los créditos hipotecarios, con la excepción de un sistema muy distinto y por sorteo, que fue el Procrear de la gestión anterior”.