La gigantesca firma energética alemana se convirtió en el único interesado en adquirir la eléctrica
española Endesa, con importantes activos en la Argentina. Se acerca el final de una pelea política
y económica en el país ibérico.
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Madrid - La empresa española Gas Natural confirmó hoy que se retiró de la puja que mantenía con el grupo energético alemán E.ON por la eléctrica española Endesa, con importantes activos en Latinoamérica.
La retirada de Gas Natural de esta operación financiera, que estaba altamente politizada, puso fin a cerca de un año y medio de disputas entre el grupo que preside el catalán Salvador Gabarró y el del presidente de Endesa, Manuel Pizarro, cercano a los sectores más conservadores de España.
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La decisión de la gasista dejó vía libre al gigante energético alemán E.ON, que ofrece 36.000 millones de euros para hacerse con Endesa, una cifra que está muy por encima de los cerca de 24.600 millones ofrecidos por Gas Natural.
No obstante, según explicó el regulador bursátil, E.ON sigue estando obligada a presentar mañana, en sobre cerrado, la mejora de su oferta por Endesa.
La ofensiva de Gas Natural fue calificada por el derechista Partido Popular de España como una avanzada del gobierno catalán, en manos de una alianza entre independentistas y socialistas del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero. La Caixa catalana es una de los principales accionistas de la empresa gasífera.
Según un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España (CNMV), "El Consejo de Administración de Gas Natural acordó hoy, por unanimidad, aprobar la decisión de desistir de su oferta de adquisición del 100 por ciento de acciones de Endesa, anunciada el pasado 5 de septiembre de 2005" .
Además, Gas Natural dijo que tomó ésta decisión porque no quiere "participar de un proceso en el que existen desigualdades".
En ese sentido, afirmó que "se ha visto inmersa en una irracional y larga controversia política, social, y jurídica".
Como ejemplo, la gasista citó las mayores exigencias reguladoras por tratarse de un compañía española, la obligación de desinvertir en activos por 8.000 millones, mientras el grupo alemán casi no tuvo exigencias sumado a que contaba con el apoyo del consejo de administración de Endesa, que ha privilegiado esta oferta.
Gas Natural acusa a E.ON de disponer de información privilegiada de Endesa, con quien la alemana compartió bancos asesores y bancos financieros, así como también asistió a los procesos administrativos y judiciales.
La empresa "cree firmemente que esta situación no es ajustada a derecho y que ni ella ni sus accionistas tienen el deber de soportar los daños y perjuicios derivados de las conductas antijurídicas, por lo que reclamará por los daños y perjuicios ocasionados", afirmó Salvador Gabarró.
Por su parte, E.ON se había comprometido en septiembre a elevar el precio de su oferta, hasta al menos 34.5 euros por acción, compromiso que recogió en el folleto de su Oferta Pública de Adquisición (OPA), y que deberá hacer efectiva mañana antes del cierre del mercado.
De todos modos, la retirada de Gas Natural no deja del todo tranquila a E.ON, que no cuenta con el apoyo de la constructora española Acciona, que meses atrás irrumpió en la conflictiva operación financiera convirtiéndose en la primera accionista de Endesa, con el 21 por ciento del capital.
