El índice de empleo cayó en mayo 0,2% en relación a abril, según reveló este jueves la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo. Se trata del primer informe oficial que muestra como reacción esa variable durante ese mes, en el que la devaluación fue del 22%, A su vez, el empleo exhibió apenas un repunte de 0,7% si se compara con mayo de 2017.
El sondeo realizado entre 3.000 empresas arrojó además un deterioro de las expectativas netas de trabajo para los próximos tres meses que se ubicaron en 3,4%, el nivel más bajo desde mayo de 2016, cuando se encontraba en un valor similar.
El dato surge de la diferencia entre el porcentaje de las empresas que espera aumentar su dotación, un 8,3%, y el de las que prevé reducirla, un 4,9%.
“Se observa una disminución de las expectativas en relación a los meses anteriores cuando se encontraban entre 5% y 6%”, señaló José Anchorena, el encargado de la Dirección de Estudios Macroeconómicos y Estadísticas Laborales del Ministerio de Trabajo que presentó las cifras.
Anchorena atribuyó la caída de 0,2% del empleo “a un freno en la tasa de entrada, es decir a las contrataciones, ya que no se observa un freno en tasa de salida que siguen siendo similares a años anteriores”. Admitió que ese freno en las contrataciones “puede indicar cierta incertidumbre”.
El funcionario aclaró que la EIL “es solo un anticipo” de lo que puede mostrar los datos del SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino) dado que solo abarca “ciertos aglomerados y no a todo el país”. Y explicó que “cuando salga el dato definitivo de mayo del SIPA vamos a ver si reconfirma o no esa cifra, y si esa desmejora es exclusivamente estacional o si muestra algún efecto de la situación coyuntural de turbulencia cambiaria de ese mes”.
Según la visión de Anchorena, “no está claro” que sucederá con el empleo en los próximos tres meses, aunque dijo que él “apostaría a que haya cierta estabilidad”.
