Los subsidios directos al transporte urbano de pasajeros crecieron un 114% en el primer semestre del año, frente al mismo período de 2006, pero a pesar del fuerte incremento de la ayuda estatal, los usuarios se quejan de que viajan cada vez peor.
En ese período, las empresas de colectivos lubricaron su recaudación con $ 1028 millones que salieron de la secretaría de Transporte, a cargo de Ricardo Jaime, según informa hoy el diario La Nación.
En aquel período, el Estado destinó $ 479,9 millones para mantener congelado el precio del boleto. Los 1028 millones que ya se pagaron significan el 85% de lo que se pagó en todo el año pasado.
Mientras, los usuarios concuerdan en que cada vez se viaja peor en el transporte público. Los reclamos más frecuentes son que los coches son viejos; que van repletos; que no respetan los horarios y que no realizan las paradas estipuladas, según La Nación.
El Gobierno subsidia, además, el precio del gasoil que cargan colectivos urbanos y ómnibus de larga distancia. Mientras el precio de mercado es de $1,70 en promedio, el transporte urbano paga 42 centavos el litro de combustible, y el de larga distancia, 62 centavos. La diferencia de precio es pagada por el Estado, que el año pasado aportó alrededor de $ 1000 millones.
El monto de subsidios directos se ha más que duplicado desde el primer semestre del año pasado, según datos de la Unidad de Control de Fideicomisos de Infraestructura (Ucofin), un organismo que depende del Ministerio de Economía.
El empresario, Daniel Millaci, director del Grupo Plaza y presidente de la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP), dijo que “ la mayor parte del incremento de los subsidios se va en salarios”. Otro empresario del sector dijo al matutino que a los subsidios "se los llevan los empleados".