Swiss Medical denunció ante la Superintendencia de Salud que OSDE, la principal empresa del sector, evadió miles de millones de pesos en más de 20 años, en connivencia con funcionarios de las diferentes gestiones. Mientras que SMG, la compañía dirigida por Claudio Bellocopit, habla de más de 13 mil millones de pesos, desde la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) estiman que la supuesta deuda rondaría los 10 mil millones.
Las disputas entre las empresas de medicina prepaga con OSDE son de larga data, ya que ésta, en los hechos, funcionaría como una obra social, por lo que tiene los mismos beneficios de las obras sociales sindicales a la hora de no tributar determinados impuestos. Ahora, SMG redobló la apuesta contra OSDE: ya hizo una presentación administrativa ante la SSS y planea hacer una denuncia penal en los próximos días. También pretende llevar el caso a Defensa de la Competencia.
El caso. La mira está puesta en los aportes que, según la denuncia, OSDE debería haber hecho al Fondo Solidario de Redistribución. Se trata de un 15% que cada obra social debe pagar por sus asociados, para solventar un fondo que se usa para dar cobertura en casos complejos. En el caso de los trabajadores, el descuento lo hace directamente el Estado, reteniendo ese 15% de los aportes. Pero en el caso de los socios adherentes (aquellas personas que quieran tener ese servicio de salud o que quieran un plan superior al básico) el aporte lo debe hacer la obra social.
En 1998, la Superintendencia de Servicios de Salud presentó una denuncia contra OSDE (y otras obras sociales) por esta deuda, que se había iniciado en 1990. Unas 27 organizaciones aceptaron adherirse a un plan de pagos y zanjaron el conflicto. Pero OSDE rechazó la legitimidad de la SSS para litigar, demanda que recién terminó de ser rechazada por la Corte Suprema en 2013. Desde hace 18 años, la causa está en el juzgado 5 del fuero de Seguridad Social, a cargo de la jueza Elvira Muleiro. Tiene 900 fojas y sigue en estado de pedido de pruebas.
Hay otra dependencia judicial siguiendo el tema. Al recibir la denuncia de Swiss Medical, la SSS trasladó el planteo a la Unidad Fiscal de la Seguridad Social (Ufises), a cargo del fiscal Gabriel De Vedia, para que dé su opinión al respecto. La Ufises inició una investigación preliminar: giró oficios a la SSS para pedirle todos los expedientes e informes al respecto, al juzgado y a la comisión mixta revisora de cuentas del Congreso, que recibe los informes de la Auditoría General de la Nación.
La AGN ya había hecho informes donde alertaba sobre el no pago de este aporte por parte de las obras sociales. En un informe de 2012 se desprende que en la SSS no existen controles ni fiscalizaciones “para determinar los ingresos de las obras sociales en concepto de afiliados adherentes voluntarios”. Sin embargo, en base a lo declarado por las obras sociales, evalúa que sólo en 2009 tuvieron un ingreso de más de 2 mil millones de pesos, por lo que deberían haber aportado unos 300 millones (el 15% para el Fondo Solidario).
Algunos de los exfuncionarios involucrados son los últimos titulares de la SSS, Liliana Korenfeld, Ricardo Bellagio y Héctor Capaccioli. Pero no son los únicos. Hacia abajo se puede apuntar a otros directivos de menor rango y, hacia arriba, a los ministros de Salud, encargados de controlar a la SSS.
Versiones. El argumento de Swiss Medical es que OSDE sería agente de retención de un gravamen, que luego debe girarlo a las arcas del Estado. En base a esta postura, la figura legal es “apropiación indebida”. El problema es que esta situación va por su tercera década sin resolverse. En contraposición, desde OSDE aseguraron que se trata de “un problema comercial” por las peleas que tienen con Swiss Medical y hasta hablan de “injurias”.
Según Swiss Medical, OSDE debe el 80% del total de las obras sociales. Lo multiplicó por 22 años y le aplicó intereses “conservadores”, según ellos, y así llegan a los 13 mil millones de pesos de deuda.
Ante la consulta de PERFIL, desde OSDE criticaron a Belocopitt, aseguraron que “todavía nadie determinó la deuda” y se mostraron dispuestos a negociar si eso ocurre. La explicación de la SSS es contraria: sostienen que se le ofreció a la empresa negociar un plan de pagos pero nunca realizó una oferta.
Además, desde OSDE aseveraron: “Acá no hay un problema judicial, sino comercial. Belocopitt no quiere que nosotros hagamos el sanatorio de Mendoza que anunciamos, porque pretende tener el monopolio de los sanatorios en el interior”. Y lo acusaron de “querer cambiar el sistema de la seguridad social”.
El titular de Swiss Medical minimizó la acusación: “Sería ir a la guerra por una caja de chocolatines”. “Acá la discusión es si deben la plata o no”, insistió. “Me hubiese gustado que esto surgiera de una investigación del Estado, para yo evitar estar en este rol. Acá todos tenemos que pagar lo que tenemos que pagar”, agregó.