ECONOMIA
impacto en los precios y en el dolar

Vuelve la fiesta de la emisión: imprimieron 30% más entre enero y marzo

Para sostener el consumo electoral, el Banco Central volcará en el año unos $ 200 mil millones, aunque absorberá la mitad. Inquietud por la herencia entre los presidenciables.

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Para acompañar el impulso al consumo previo a las elecciones, el Banco Central pisó el acelerador en el último trimestre y volvió a aumentar los niveles de emisión a un ritmo del 30% interanual, lo que enciende luces de alarma sobre la celebrada paz cambiaria y podría recalentar precios, complicando más a quien suceda a Cristina Kirchner.
En 2012, en la gestión de Mercedes Marcó del Pont crecía a un ritmo del 40%. Después de la corrida y devaluación de enero de 2014, Juan Carlos Fábrega forzó un apretón financiero con aumentos del 17% interanual, incluso cuando la inflación ya era del 39%. Pero la entrada de Alejandro Vanoli de a poco le fue dando un renovado impulso: en diciembre pasado sobrepasaba 22%, mientras que ahora se consolida más cerca del 30%. Esto en un contexto, donde se redujeron las colocaciones de Lebacs y por ende se absorbieron menos pesos, hay cada vez más pesos en la calle.
“Hay que tener en cuenta que lo que está haciendo hoy el Central lo va a sentir la próxima administración“, afirma Diego Giacomini, economista especialista en Moneda de la consultora Economía y Regiones (E&R). “Por un lado, va a tener que afrontar el atraso cambiario, pero también va a tener que lidiar con las consecuencias de una relajación de la política monetaria, que ha tomado un sesgo más expansivo”, explica. Según él, los agregados monetarios tienen impacto inflacionario con un retraso de entre 10 a 15 meses. Por lo tanto, con una expansión cercana a 30% anual, la tendencia es indefectiblemente alcista: a mitad de año la inflación rompería la barrera del 27% y podría estar más cerca de 32% en los últimos meses del año.
De todas maneras, nadie prevé un salto fuerte de la inflación, porque el tipo de cambio cuasi fijo funciona como un ancla antiinflacionaria y porque descuentan que, a pesar de posibles presiones sobre el blue, no habrá movimientos significativos del dólar. Con el cepo en funcionamiento, el dólar terminaría el año entre 9 y 9,5 pesos.

Efectos. Marina Dal Poggetto, del estudio Bein, destaca que esta expansión monetaria no tendrá un impacto significativo en el corto plazo y que está en línea con el crecimiento nominal del PIB de la Economía. “El esquema del cepo esta funcionando,  independientemente de la cantidad de pesos que se inyectan en la economía”, explica. Pero hay coincidencia en que la inflación igual pegaría un pequeño impulso respecto al 1,5 y 2% mensual de los últimos meses. Más cerca de fin de año, los pronósticos se acercan más a un rango de entre 2,5% y 3%. La expansión monetaria–aunque leve– le pondría un piso a la contención de los precios. “Una inflación cerca de 2%, con un dólar quieto y con recesión es un piso muy alto –resalta Francisco Gismondi de la consultora Empiria–. Y al próximo gobierno le va a costar diseñar un plan para bajarla”.
Maximiliano Castillo Carrillo, director de la consultora ACM, está convencido de que la expansión monetaria no se va a moderar de acá a fin de año, simplemente porque el financiamiento del déficit es ineludible. “El aumento del gasto público, en año electoral, alimenta las necesidades de emisión”, explica mientras asegura que la prolongación de la paz cambiaria animó, también, a cierta relajación.  Los números de E&R muestran que en el acumulado de los últimos doce meses, el Banco Central debió financiar al sector público en $ 180 mil millones, lo que representa 40% de la base monetaria. Y este año tendrá que cubrir un agujero de casi 272 mil millones, una cifra 80% superior. “En 2015, para financiar al tesoro, está obligado a emitir 4,9% del PBI”, calcula Giacomini. Fausto Spotorno de la consultora OJF & Asociados detalla que se utilizarían $ 200 mil millones para financiar el Tesoro y que se esterilizaría cerca de la mitad. Por lo tanto, quedarían en el mercado cerca de cien mil millones de pesos. “Y toda la venta de dólares del Banco Central va a ser necesaria para compensar los intereses de las Lebacs que suman los restantes $ 70 mil millones”, explica.