Desde el 1 de mayo de este año, YPF dejará de despachar nafta común en los surtidores del país. Aunque las companías Shell y Esso continuarán vendiéndola, la principal petrolera argentina decidió quitar este combustible en el marco de una decisión estratégica.
“Se trata de una decisión basada en la evolución tecnológica de los motores. Ya casi no hay demanda de nafta común”, explicaron los voceros de Repsol YPF al diario Clarín. Se calcula que apenas 387 mil vehículos, con una antiguedad de al menos 15 años, todavía consumen nafta común.
Según los números de la Cámara de Comercio Automotor, el parque de automóviles en nuestro país asciende a 14 millones. De ese total, 2 millones funcionan a GNC. En YPF, los precios de la nafta común oscilan en 3, 15 pesos mientras que la súper trepa a 4, 11 pesos.
Otras empresas, a diferencia de YFP, opinan diferente: “Para eso la nafta común es un producto demandado y por lo tanto seguimos respondiendo a esa demanda”, precisó Tomás Hess, director en argentina de la compañía norteamericana.
“Mientras los combustible líquidos tuvieron el precio planchado, convertir el vehículo a GNC no era negocio. Ahora que los precios aumentaron, la ecuación cambió. Aún para los autos más viejos, con estos precios vale la pena pasarse a GNC”, indicó, por su lado, el tiular de la Asociación de Estaciones de Servicio Independiente (AESI), Manuel García.