La Di Tella reunio al poder en su fiesta
Fue en un salón de la Di Tella donde Christine Lagarde desestimó que su visita ese marzo de 2018 fuera para iniciar gestiones para un préstamo del FMI –que ella dirigía– con la Argentina. Hasta Nicolás Dujovne, sentado a su lado, sonrió con la respuesta de quien finalmente selló el préstamo más grande dado por ese organismo en su historia. Por razones obvias, Lagarde no participó esta semana de la cena de recaudación que cada año organiza la Universidad Di Tella. Tampoco Dujovne –que sí estuvo en 2018–; sí... reemplanzante Hernán lo hizo su reemplazante en Hacienda, Hernán Lacunza, un egresado de una maestría de la Di Tella como varios integrantes del presente gobierno. Hubo otros funcionarios actuales pero a tono con la coyuntra electoral, en las mesas principales se ubicaron este año integrantes del colectivo Frente de Todos. Por caso, Felipe Solá se sentó en la mesa con Paolo Rocca. Igualmente, con esa cintura que genera años de ser un poderoso, charló hasta con Marcos Peña y Lacunza. A diferencia del año pasado, hubo mucho movimientos entre mesas de ciertos invitados ansiosos de generar conversaciones de pie con determinados comensales. También entre los invitados estuvo uno de los titulares de una de las encuestadoras premium que, como otras, salió golpeada en su credibilidad tras el resultado de las PASO a punto tal que en las primeras dos semanas de fin de agosto, el teléfono apenas sonaba y sus equipos de trabajo temieron lo peor.
Deporte de riesgo
Ya está analizando Jorge Brito(h) cómo será la logística para estar el martes 22 de octubre en la Bombonera para ver a River. Y no precisamente por una cuestión de seguridad sino de traslado hasta su asiento asignado. Y es que el banquero y dirigente del club de Núñez regresó “averiado” de Salta. En una salida con amigos para despuntar su faceta deportiva, se cayó de la moto con que hacía enduro. Resultado: se fracturó un hueso del pie y por más de un mes no puede apoyarlo y se moviliza con muletas.
Obvias ausencias
Clima de época. A pesar de la excelente relación de la gestión macrista con España, hubo ausencia de funcionarios de gobierno en la recepción que el jueves se hizo en la embajada ibérica para celebrar su fiesta nacional. Sí llamaron la atención por la tranquilidad con la que se movieron en los jardines de esa magnífica propiedad de Barrio Parque los candidatos “cuasi macristas” o “larretistas” del Frente Despertar, José Luis Espert y Luis Rosales. Si fueron en busca de algún voto o apoyo, ese ámbito no fue el más propicio: ambos aprovecharon el tiempo que estuvieron para, sobre todo, conversar entre ellos. Por su parte, el embajador anfitrión Javier Sandomingo reforzó en su discurso un concepto que se exhibió de manera ostensible en un video al comienzo del cóctel: remarcó que España era una democracia donde funcionaban las instituciones y regía el Estado de derecho.