River-Boca: un duelo que va más allá de la cancha. Al menos tres funcionarios fanáticos de River Plate debieron dejar para 2019 su participación en la comida de Fundación River: Federico Salvai, Rogelio Frigerio y Diego Santilli. Y no lamentaron perderse la cena en sí misma, sino que allí estuvieran Marcelo Gallardo y sus jugadores, con meet&greet incluido. Sí se vio a los gobernadores de San Luis y La Rioja, Alberto Rodríguez Saa y Sergio Casas, quienes al día siguiente se reunieron con sus pares en la Ciudad. Igual tuvieron un paso discreto. La efusividad que generó la presencia de los jugadores en las mesas vip solo fue superada a la hora de las subastas que cerró con el remate de la copa 2017 que un comprador anónimo se llevó por tres millones de pesos. Y fue TyC quien pagó dos millones para organizar en el Monumental un partido, con todo el cotillón incluido –camisetas, botines y demás–; y 2,1 millones por los botines que Scocco y Martínez usaron para ganarle a Boca. Esta “inversión filantrópica” de TyC en River trajo polémica a punto tal que tuvieron que comprometerse a gastar igual dinero en la cena que Boca Juniors realizará el próximo jueves.
Máxima diplomacia. Si bien fue concurrida la cena anual de la DAIA, fue discreta en cuanto a funcionarios presentes; solo participó el ministro de educación, Alejandro Finocchiaro. Incluso dio un discurso que comenzó con una “humorada”: “Sé que me invitaron a hablar no por mi capacidad como orador sino porque soy barato”. Luego Alberto Indij, titular de la DAIA, quien a pedido de un asesor no improvisó sino que leyó su discurso. Y destacó dos cosas, que la “traumática situación” que atravesó la entidad “con el presidente que lo precedió”, no debe afectar las actividades sociales que DAIA realiza desde su inicio. Todos los presentes comprendieron que se refería a lo sucedido entre Esmeralda Mitre y Daniel Cohen Sabban. Y luego Indij anunció que en un futuro mediato presentarán un informe completo sobre el ingreso de nazis a la Argentina, incluso de antes de la Segunda Guerra Mundial.
Tensa calma. Algunos embajadores como Diego Guelar (en China) y Daniel Chuburu (en la India) fueron los que reaccionaron con misivas inmediatas a la Cancillería tras la publicación de una nota, que detallaba el costo de las respectivas sedes diplomáticas argentinas para el Estado, y su valor o aporte a los negocios bilaterales. Chuburu escribió que la información estaba sacada de contexto y afecta la imagen de las Embajadas que “no pueden ser juzgadas o valoradas solo por su rol en el comercio bilateral”. Guelar puso en su cable que en 2011–año donde Cancilleria dejó de ser Ministerio de Comercio– “exportamos US$ 83 mil millones ; y en 2017, solo US$ 57 mil millones (...) Hoy deberíamos exportar como mínimo un 50% más. Y para eso se necesita, ante todo, un mando único exportador y un programa exportador que tenga logística interna y externa; incentivos impositivos y crediticios, y tarifas de transporte diferenciales para productos con destino a exportacion”. Para no herir susceptibilidades, Guelar aclaró que lo suyo no es una crtítica sino “un aporte para mejorar el perfil exportador de Argentina”.
Festejo diplomático. Podría decirse que de los treinta mil coreanos que residen en argentina, Chang Sung Kim es el más famoso, sobre todo por su actuación, en la película Un cuento chino que protagonizó con Ricardo Darín. Por eso él presentó el Día Nacional de Corea que organizó la Embajada en Buenos Aires. Luego el escenario lo ocupó el embajador Lim Ki-mo, y allí se sucedieron varios números artísticos, entre ellos el cuarteto de cuerdas In Crescendo, que además acompañó al propio diplomático en su actuación: Ki-mo cantó tangos.