Carrió y su secreto de salud: la terapia ortomolecular. Puede no haber sido solo el factor económico lo que llevó a Elisa Carrió a dejar de comprar en los supermercados sino un consejo médico. Y es que, a fines de 2017, la diputada comenzó a tratarse con el médico que a través de su clienta más mediática –Moria Casán– se hizo famoso y a su vez popularizó el tratamiento ortomolecular. Carrió habría llegado al consultorio de la calle Arenales no por sugerencia de Moria sino de un economista de alto perfil pendular que también había probado la medicina ortomolecular por consejo de su ahora ex pareja, otra fan de esta terapia creada en 1968. Como sea, con discreción, y por tema de salud más que estético, la diputada oficialista se hizo primero un estudio completo y luego le propusieron sobre todo un cambio de hábito nutricional y un plan de alimentación ortomolecular. Este último es el que aconseja evitar la compra de productos en supermercados y buscar o priorizar los que son orgánicos o provienen de huertas “artesanales”. Además de haberle sugerido eliminar de su dieta, entre otras cosas, los lácteos, las harinas refinadas, el café, el cigarrillo, el azúcar –que no es lo mismo que los dulces–, y sugerirle caminar al menos una hora por día. Una copa de vino está permitida así como también la ingesta de carne aun cuando tenga, según ella misma dijo, que pagarla en dos cuotas. En teoría, como muchos pacientes, ella debería ir a control una vez por mes, y después tiene un seguimiento vía WhatsApp con Rubén Mühlberger, quien hizo famosa la medicina orthomolecular en el país.
Cóctel diplomático. “Después decime cuándo nos podemos ver que tengo muchas cosas que contarte, están pasando muchas cosas...”. Con entusiasmo más que preocupación eso le dijo Adrián Werthein al juez Ariel Lijo, uno de los presentes en el cóctel que en el Panamericano organizó la Embajada de Israel por el 70º aniversario de la independencia. Allí estuvieron, entre otros, Jorge Telerman, Pepe Scioli, Pablo Garzonio, Marco Lavagna, Graciela Römer, Mario Montoto, Carlos Stornelli, Eugenio Burzaco, Guillermo Coppola, y por supuesto Sergio Bergman, Claudio Avruj, y la ministra que sumó al “patrimonio militar” unidades compradas a Israel, Patricia Bullrich. El embajador Ilan Sztulman no hizo de la situación conflictiva que su país tiene tras la instalación de la Embajada de Estados Unidos en Jerusalén un topico central, sino exaltó que su pueblo busca la paz. Y con una historia familiar ejemplificó el mosaico que es el pueblo de Israel.
Hijo pródigo. Su viaje a Estados Unidos fue de una semana, pero todavía tiene que aclarar que hace varios días que está en Buenos Aires y que incluso participó de la sesión en Diputados donde se aprobó anular la suba de tarifas. Igual por motivos que no manifiesta abiertamente, sí comunica que pasado el Mundial de Rusia “volverá” a los medios. Mientras Facundo Moyano empezó a revisitar a intendentes del Conurbano para hablar de eso que ante la coyuntura, entusiasma a varios justicialistas y que es la “reconstrucción” del peronismo y de la oposición. Un estado –el de la reconstrucción– que ese partido ha atravesado ya muchas veces en su historia. Como sea, y luego de haber caminado por San Andrés de Giles y Merlo, el Moyano fashion parece estar ensayando un salto de garrocha y como Felipe Solá, empezar a tender puentes con los bonaerenses kirchneristas.
Segundo semestre. En medio del pedido de ajuste energético que Mauricio Macri solicitó, incluso, antes de ir a golpear las puertas del Fondo Monetario Internacional, Horacio Rodríguez Larreta fue uno de los primeros en hacer su aporte creativo a la cuestión y anunció la compra de cinco millones de lamparitas LED para repartir entre los porteños y alentar así el bajo consumo. El asunto está ahora en manos del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, donde el expediente se inició y la compra está en “estado administrativo; se está planificando la logística de entrega a los vecinos, pero dada la cantidad, será para el segundo semestre de 2018.
