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Espía 24/12/17

Punta del este 2018 / Todo cambia / Naves socializadas / “La fiesta” del verano / Delicatessen.

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Punta del este 2018: verano de negocios y con menos fiestas. El cronograma de las fiestas de Navidad y Año Nuevo movió para adelante el inicio de la temporada esteña; también su fin que para algunos operadores optimistas será como máximo el 10 de enero. Y aunque varias o muchas de las fiestas tradicionales del calendario estival se cancelaron por temas presupuestarios, ese espacio y con un objetivo netamente comercial lo ocuparon los cócteles y acciones que emprendedores inmobiliarios armaron para nuevamente hacer del ladrillo “la inversión” de los que hacen turismo en Punta del Este. El que tomó ventaja de los huecos que dejaron otras firmas en el mencionado calendario fue Eduardo Costantini, quien organizó un desfile en su emprendimiento ubicado a 20 minutos de Rocha para así publicitar los casi 500 lotes que tiene en venta. En Garzón y con comida de Francis Mallmann el 3 de enero Las Cárcavas también buscará sumar habitantes a ese proyecto de chacras de mar. Otro que debuta en ese rubro es Federico Alvarez Castillo quien hace pie en Manantiales con un edificio de lujo frente al mar. Ya sobre La Mansa, una zona para los más clásicos, un proyecto que lleva el sello Fendi se inclinó por reuniones con líderes de opinión y empresarios y algunos referentes del arte y de la moda. Y en esa misma zona, una tradicional constructora vuelve al ruedo con Venetian, una torre de 27 pisos y de US$ 80 millones de inversión.

Todo cambia. En el apogeo del verano esteño de 2012 María Cher decía a la revista Noticias: “En José Ignacio soy la más peronista. Pero más bien me defino como oficialista”. Y se bancó las críticas que su declaración generó ese verano. Los años pasan y en democracia, también los gobiernos. Hace unos meses, María Cher organizó en La Rural una cena para su Fundación Voz y las dos grandes invitadas fueron Juliana Awada, María Eugenia Vidal y Carolina Stanley. Este verano ella y su marido reabrirán Bajo el alma, un clásico restaurante de José Ignacio. ¿Este año seguirá definiéndose como peronista o como “oficialista”?

Naves socializadas. Entre las “atracciones” que tendrá esta temporada esteña cuya extensión parece acotada, en José Ignacio habrá una empresa que además de servicio playero en parador vip, ofrece comprar helicópteros y aviones “fraccionados”. Es decir que varias personas pueden ser dueñas de una nave cuyo uso entre los propietarios lo administra dicha compañía. Varios se tentarán.

“La fiesta” del verano. Como ya anticipamos en este sección, la fiesta que nadie quiere perderse este verano es el cumpleaños número 60 de Alejandro Roemmers. Son famosos los festejos que este integrante de una de las cinco fortunas que accedieron al listado de billionaires de Forbes prepara para celebrar sus natalicios cada febrero. El empresario farmacéutico suele elegir destinos off Argentina como Miami, República Dominicana –donde su familia tiene una filial de su laboratorio– y alguna isla del Caribe. Pero esta vez sorprendió a todos porque el destino es Marrakesh y, por supuesto, la invitación incluye los pasajes aéreos y dos noches de estadía en La Mamounia, un ex palacio con murallas medievales y amplios jardines que fue reconvertido en hotel del lujo. Impecable para organizar todo, la empresa que Roemmers puso para organizar ofrece la opción de extender la estadía en el lugar oblando US$ 600 adicionales por día. Lo que sorprende es que en un escenario tan morisco y más propio de Las Mil y Una Noches, el dress code que sugieren para las dos festejos nocturnos sean, primero, latino con “aires árabes” y luego, estilo “Far West”.

Delicatessen.Federico Salvai cumplió el sueño de la “cancha propia” y en la casa donde pasa los fines de semana tiene un metegol que es una réplica del Monumental Antonio Liberti. Esta delicatessen tiene luces led para disputas nocturnas y hasta las canciones de la hinchada gallina y varios fans vips no dudan en pagar los 35 mil pesos que cuesta ese juguete.