No fue Mirtha, fue Macri que dijo “no”. No fue el jet lag por la gira por Vietnam, India y Abu Dhabi. Tampoco un acto de reciprocidad mal entendida por no haberla invitado al cumpleaños en Chapadmalal estando ambos a 45 minutos de distancia. Aun cuando Mirtha Legrand hubiera invitado a Mauricio Macri a su 92º cumpleaños, este hubiera rechazado con diplomacia la invitación porque hace un par de meses en su agenda tenía asignada otra cita ineludible. Y cumplió. Por eso la misma noche que la conductora comenzaba a recibir a amigos y familiares en su fiesta –menos concurrida y más sobria que la de 2018, por cierto– Macri y su mujer ingresaban a otra celebración. En La Escondida de Olivos, a unos doscientos metros de la quinta presidencial, se celebraba el casamiento de Sebastián Foglia y Sofía, la hija de Iván de Achával, uno de los mejores amigos del Presidente y quien fue incluso uno de los tres testigos de su boda con Juliana Awada y, por ejemplo, el año pasado lo sumaron a un viaje a Santiago del Estero, cuando Macri y varios de sus funcionarios participaron de la apertura de una cancha de golf en Termas de Río Hondo. Su ingreso al salón estuvo seguido por algunas fotos con la flamante pareja y las respectivas familias y también algunas selfies que, en vista de las horas de vuelo que llevaba encima el Presidente, tuvieron un stop para terminar ubicado en un lugar reservado con su amigo anfitrión.
¿Imprescindible?... Nadie. La embajada en España es el destino que para algunos le espera a Emilio Monzó. Eso dicen –o suponen– quienes le reconocen el manejo político en la Cámara de Diputados. El actual embajador en aquel destino, Ramón Puerta, tiene cintura para no emitir opinión pública al respecto sobre su posible futuro sucesor y espera muy cómodo en Madrid sobre lo que suceda en octubre próximo. Pero la ubicación de Monzó pasada las elecciones 2019 no es una prioridad en Balcarce 50 para quienes, a pesar de todo lo sucedido en 2018, socavan el valor de la política para lograr acuerdos en momentos críticos. Y fueron quienes no se opusieron a apurar el nombre de Cristian Ritondo como reemplazo de Monzó en la Cámara baja.
La embajada en la mira. ¿Te quedaste en el 45? Ese fue el comentario que recibió Sergio Berni de algunos peronistas cuando, montado en las palabras que en el Senado pronunció Cristina Kirchner sobre la injerencia de la embajada de Estados Unidos en la cuestión D’Alessio y Stornelli, hizo mención a un reloaded del escenario “Braden o Perón” de febrero de 1946. Más allá de la chanza ya prehistórica, se descuenta que lo expresado el miércoles en el Senado por la ex presidenta sobre “la embajada” no fue al pasar sino que en vista de su año judicial estará en muchas de sus intervenciones mediáticas.