Los reyes no obran milagros, pero Maxima logró algo similar. La coronación de Máxima Zorreguieta como reina de Holanda logró lo que muchos consideraron el segundo milagro del año en la política vernácula. El primero fue provocado por la llegada de Jorge Bergoglio al papado, cuando en cuestión de horas el oficialismo completo se sumó a las beatas celebraciones por el nombramiento de quien hasta poco antes había sido sino un enemigo, un personaje conflictivo. En el caso de la nueva majestad holando-argentina, quienes asistieron al Hipódromo de Palermo para seguir el minuto a minuto de la coronación no dudaron en considerar un nuevo prodigio la presencia de Nilda Garré en el festejo. Es que luego de casi diez años en los que los funcionarios de primera línea se han alejado religiosamente de este tipo de encuentros diplomáticos, la asistencia de la ministra de Seguridad se convirtió en una revelación y en comentario obligado de los habitués. La dama lució un trajecito escocés y estuvo casi todo el tiempo con la anfitriona Chantal Agnes Plum, mujer del embajador holandés, Henry Juriaan de Vries. Entre quienes se acercaron al Hipódromo se vio también a muchos embajadores, hombres de la Cancillería y funcionarios. Estuvieron, por ejemplo, el ex embajador argentino en Venezuela Eduardo Sadous, José Octavio Bordón, Beatriz Nofal, Fulvio Pompeo, Juan Carlos Blumberg, Oscar Moscariello, Daniel Marx –uno de los mentores del corralito, a quien, no obstante, muchos invitados pedían una opinión sobre la situación económica–, y el consultor Fabián Perechodnik. Lili Sielecki, Diego Guelar y su pareja Viviana Fontanini –una de las mujeres más elegantes de esa jornada–, y Antonio Estrany y Gendre, quien estuvo casi todo el tiempo conversando con Fernando de la Rúa en la tribuna oficial (fotos en destacado de esta página).
Asado y truco. Donde el feriado por el Día del Trabajador no supuso un cese de actividades fue en el histórico quincho del Bajo Flores de los hermanos Mario y Roberto Guerrieri. La parada técnica de mitad de semana habilitó una interesante noche de torneo de truco y asado. Entre los que se sumaron al informal –pero no menos competitivo– torneo de baraja nacional hubo una convocatoria heterogénea que incluyó al subsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala; al juez Leopoldo Bruglia; al ex magistrado Roberto Marquevich, y al director de Cardiología del Hospital Italiano, Norberto Palaviccini. También paladearon la emblemática parrillada de la casa Alberto Allende Iriarte, presidente del Partido Demócrata; el arquitecto Roberto Heredia y el director de la Facultad de Medicina de UCA, Hugo Said Alume.
Mayo oficialista. Al igual que en la era de Néstor Kirchner, los intendentes del conurbano bonaerense volverán a mostrar su nivel de movilización el próximo 25 de mayo, cuando se cumplan diez años de la asunción del ex presidente. Después de la muerte de éste, los jefes comunales quedaron afuera de los actos masivos, a los que llegaban banderas de La Cámpora y distintos movimientos sociales. “Mueven pero sin banderas”, era la orden habitual del secretario de Presidencia, Oscar Parrilli, por lo que su presencia era invisible. Pero esta vez los intendentes ya recibieron la autorización de la Casa Rosada para volver a mostrarse. Por ello, organizaron un acto en cada uno de sus distritos y desde cada uno de ellos llegarán a Capital Federal para el homenaje que ya está organizando el Gobierno.
Doble festejo. Bajo la sombra de un ombú centenario ubicado en el sector exterior del restaurante Central de La Rural, Martín Cabrales y Martín Uriburu celebraron sendos cumpleaños que, acorde a los “tiempos papales”, tuvieron dos representantes de la Iglesia, amigos de los anfitriones, que dieron respectivas bendiciones antes de iniciar el almuerzo y en ocasión del brindis. Las mesas fueron ocupadas en su mayoría por empresarios, y el tema del dólar fue casi excluyente, así como el tercer programa de Jorge Lanata, que generó todo tipo de comentarios. También se habló del nuevo proyecto de Daniel Hadad –ausente en el festejo– quien, según comentaron, está muy interesado en traer a la Argentina un campeonato de autos eléctricos que tienen incorporado hasta el sonido de los bólidos de Fórmula 1 ya que por su mecanismo –eléctrico– no producen ese adrenalínico sonido.
Made in Argentina. James Peck había llegado con el tobillo destrozado al Hospital de Clínicas después de un partido de fútbol. Entró a la guardia y los médicos lo atendieron amablemente. Entonces uno de ellos, que advirtió que hablaba en inglés, le preguntó el nombre, la edad, otros datos por el estilo, y su lugar de nacimiento. Peck dijo dónde había nacido, y desde entonces todo cambió: hasta el director del hospital intervino para que el paciente estuviera perfectamente atendido, como si se tratara casi de una cuestión de Estado. Es que de algún modo lo era, o muchos consideraron eso cuando él dijo “soy malvinense”. Aunque pasaron muchos años de aquella historia, el propio protagonista recordaba perfectamente la anécdota a mitad de semana durante un cóctel para celebrar el lanzamiento de su primer libro, Malvinas. Una guerra privada, en el que cuenta su historia, la historia de un kelper que un día se enamoró de una joven argentina y años después recibía su DNI de manos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner como primer kelper en adoptar la nacionalidad argentina. El entretenido encuentro, organizado en su casa de Recoleta por la galerista Cecilia Caballero, sirvió además para que Peck mostrara algunos de los cuadros que llevará el mes próximo a Londres para exponer en la tradicional muestra de arte Pinta, en la que habrá además obras de Manuel Ameztoy. La dueña de casa destacó el tono romántico del libro escrito por Peck, quien además de haberse transformado en ciudadano argentino es hijo del único malvinense nativo que se sumó a las tropas británicas durante la guerra por las islas de 1982.
Método Guardiola. Gustavo Posse estuvo en la “Conferencia de líderes deportivos” que esta semana dio el entrenador español Josep Guardiola. El jefe comunal de San Isidro llegó al evento para sentarse al lado de ex entrenador de Barcelona, y fue el único político entre los 120 asistentes. Pero la sorpresa se dio cuando se subió al escenario del hotel Four Seasons para asegurar que su gestión estaba basada en “el método Guardiola”. Muchos de los presentes se preguntaban por qué fue orador en un evento en el que querían sólo escuchar al español: el municipio sanisidrense apoyó la visita del DT.
Camino al andar. El diputado provincial del Frente Amplio Progresista Ricardo Vago decidió contrastar su informe respecto del estado de los trenes de Ferrobaires con la experiencia en vivo. Por esa razón se subió en Constitución al tren que lo iba a llevar a Bahía Blanca, y pudo certificar que el trayecto que debía cubrirse en ocho o nueve horas dura en realidad 14. A bordo de la formación experimentó los pisos erosionados por el paso del tiempo, la falta de mantenimiento e incluso que las ventanillas levantadas no pueden bajarse, entre otras cosas. Cuando el diputado quiso tomar un café y preguntó por el vagón comedor, le explicaron que esos espacios habían sido sacados de servicio cuando comenzaron a deteriorarse, por lo que, si quería tomar algo en esas 14 horas, debía dirigirse al último vagón, donde un empleado del servicio gastronómico tercerizado apostado en el baño podía facilitarle agua caliente para el mate con un calentador eléctrico típico de un camping. El empleado le contó a Vago, mientras tomaba un amargo rasposo, que estos trabajadores tercerizados –algunos de ellos con 18 años de servicio– están en negro y cumplen funciones de “operador de calentador en el último vagón” o venta ambulante de naipes y linternas, elemento este último muy útil en días nublados o cuando cae el sol, ya que el tren carece de buen servicio de iluminación.
Familia política. Como en los 90, no sólo el espectáculo y el rating fueron los objetivos de los miembros del clan Ortega. En esos años la incursión de los hermanos de Palito en la política fue exitosa. Su hermano Luis llegó a la intendencia del populoso municipio Gral. Sarmiento, del Conurbano, posteriormente subdividido en tres: San Miguel, Malvinas Argentinas y José C. Paz. Para estas elecciones, sus hijos Luis y María Cristina Ortega, sobrinos del cantante, ya lanzaron sus agrupaciones políticas para participar dentro del kirchnerismo en las elecciones de este año.
Juntos y revueltos. Se suponía que sería un festejo, una celebración por un aniversario. Por eso estaban reunidos en el salón Eva Perón de la Legislatura diputados, legisladores, pero sobre todo ex intendentes y jefes de gobierno porteños. La reunión se encuadraba en las celebraciones que este año se llevan adelante en el palacio legislativo al cumplirse tres décadas de democracia. Y por eso habían sido invitados Facundo Suárez Lastra, Carlos Grosso, Saúl Bouer, Jorge Domínguez y Jorge Telerman. Aníbal Ibarra, Fernando de la Rúa y Enrique Olivera se habían excusado; Mauricio Macri estuvo sólo unos minutos. Pero cuando parecía que el evento iba a ser absolutamente cordial y simbólico, a Telerman se le ocurrió sacudir un poco el mantel: el actual funcionario sciolista celebró el aniversario, y acto seguido criticó con dureza la represión de la Policía Metropolitana. Los funcionarios macristas se miraban anonadados, y el legislador Alejandro García se puso de pie y dejó el salón mientras Telerman seguía lanzando dardos contra sus anfitriones.
¿Profeta en su tierra? El armado de un frente electoral antikirchnerista no le estaría trayendo buenos resultados al gobernador cordobés José Manuel de la Sota en su propia tierra. Sucede que su candidato para este año en las elecciones legislativas está segundo en los sondeos, detrás del radical Oscar Aguad. De acuerdo con la última encuesta de Isonomía, Aguad obtiene el 25% de intención de voto, mientras que Juan Schiaretti se mantiene en el 21%. Según este sondeo, el candidato de Macri para postularse como diputado nacional en Córdoba alcanza el 10% de los votos, en un empate técnico junto con la ex esposa de De la Sota, Olga Riutort, y Carolina Scotto.
Canción con todos. Scioli volvió a dejar en claro que su juego es seguir haciendo equilibrio entre el kirchnerismo y el peronismo disidente. Por ello, en el lanzamiento de la rama sindical del Grupo Descartes, se vio a representantes de gremios afines y de anti K como Gerardo Venegas y Luis Barrionuevo.