Embajador de México y su “combo” hedonismo más filantropía. Antes de viajar a México para la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y la Cumbre Iberoamericana en Veracruz, el embajador mexicano en Argentina combinó filantropía, hedonismo y empresariado para continuar difundiendo y afianzando las relaciones bilaterales en momentos en que las noticias que últimamente trascendieron los límites aztecas pusieron en situación delicada la figura de Enrique Peña Nieto. En Buenos Aires, el embajador Fernando Castro Trenti no esquiva esos temas pero no los pone en la mesa cuando la reunión amalgama hedonismo y filantropía. Tal el caso de los dos encuentros que generó en la residencia de Belgrano y en el Café San Juan, respectivamente. En ambos casos, “exportó” cuatro de los chefs de los mejores restaurantes de Baja California para dos cenas:
una, más acotada, con empresarios y algunos funcionarios. La segunda, un poco más amplia y coorganizada con la asociación que reúne a esposas de embajadores que se realizó en Café San Juan, en San Telmo, para juntar fondos para el Hospital de Oncología Marie Curie. La elección de los chefs invitados –Benito Molina, Miguel Angel Guerrero, Javier Plascencia y Carlos Valdez– al país no fue casual, el mismo Castro Trenti es oriundo de Baja California, de hecho tomó licencia como legislador de Tijuana cuando Peña Nieto lo destinó como embajador en Argentina. Por eso, recorrió las mesas explicando a quien quisiera en qué consistían los platos del menú siete pasos o “tiempos” como se lo llama en México. En especial de tres de ellos: taco bachata de chicharrón, la porqueta y el sope de chorizo abulón. También aconsejó cómo degustarlos porque algunos de ellos eran algo picantes. Durante la comida se realizó también el infaltable remate de un cuadro pero, para no poner en situación incómoda a los comensales, Isis Peralta, mujer del embajador, ofertó 20 mil pesos y la subasta siguió esta semana por un sitio online. Terminada la comida, y a medida que se fueron los invitados, hubo una “barra chica” con los anfitriones, los chefs invitados y Leandro Cristóbal, el dueño de Café San Juan, donde, a pesar haber probado la sucesión de seis vinos Rutini que acompañaron cada plato, ninguno dijo “paso” al brindis con un reposado y premiado mezcal mexicano.
Cuatro al hilo. Hace tiempo que el tradicional “galpón” de Bajo Flores, propiedad de Mario y Roberto Guerrieri, no tenía dos celebraciones continuadas y con tanta gente a la mesa. Con diferencia de seis días, organizaron el cumpleaños “de amigos” a Nelly Arrieta –la familia le había hecho un festejo privado días antes–, y por partida triple a los hermanos Juan Carlos y Sebastián Bagó y a Ignacio Gutiérrez Zaldívar. Por razones que ya se han descripto en estas páginas alguna vez y que los Guerrieri explican con mucha gracias, ahora ya no hay veda de mujeres cuando de celebrar se trata, salvo en algunas contadas reuniones.
De excelente ánimo y buen talante, Nelly Arrieta logró que de Mar del Plata viajaran sus amigos del Ocean –balneario que con su aporte financiero terminó de refaccionarse– y que también participara Inés Lafuente. En el triple cumpleaños, la ausencia femenina se suplió con la presencia de gente más joven, que aportó algo de “frescura”. En ambas celebraciones se sirvió el mismo abundante menú: asado y postres.
Asi, no. Momento tenso pasaron los empleados de seguridad de América TV cuando un envalentonado José Luis Manzano se les quejó porque dejaron estacionar otros autos en el sector de acceso donde él debía ingresar con su vehículo para no tener que hacerlo a pie. Al parecer, no es la primera vez que al directivo de la emisora le “bloquean” el acceso.
Luz, cámara... corten. Insólita situación se vivió esta semana en una de las reuniones privadas que organizaron para presentar la película argentina Jauja –que ganó un premio en el Festival de Cannes– en el Cinemark de Palermo. Uno de los protagonistas del film es Viggo Mortensen, quien interpreta a un danés. Ninguna de las intervenciones del actor estaba subtitulada y, en el monólogo final, Mortensen no se contuvo y subió al escenario para frenar la proyección porque ese parlamento es clave en Jauja. Enojado, recién pudieron calmarlo y sacarle una sonrisa cuando uno de los organizadores le acercó una camiseta de San Lorenzo.
Reencuentro. Esta semana Valeria Mazza cerró con Antonio Banderas el ciclo improvisado de comidas en su casa con famosos. Aprovechando la visita del actor, armó una cena con amigos en su casa de La Horqueta.
Compás de espera. Aunque Macri dijo que “Carrió dice muchas verdades”, aún no hay consenso interno para sumarla al PRO. Se afirma que Gabriela Michetti está dispuesta a franquearle la puerta sin dudarlo. Federico Pinedo también. Pero la figura de Lilita no convence. Aunque no están listas las encuestas que se encargaron para ver cuál sería su aporte de votos, sí reconocen que ella se muestra más estratega a la hora de forzar frases que den idea o apuren su entrada. En ese marco ubican la llamada que Carrió hizo por el tema de la baja del presupuesto del hospital Garrahan: al jefe porteño no le quedó otra opción que contestar. Pero esas jugadas, de continuarse, pueden cansarlo. Michetti puede dar fe de cuán frío puede ponerse su jefe: cuando ella coqueteó con el radicalismo, él la “frizó”.
Todo por una foto. Esta semana egresaron las primeras camadas de policías bonaerenses formados en las distintas escuelas descentralizadas del Conurbano. Sin importar pertenencia política, ningún intendente quiso ausentarse e incluso opositores como Gabriel Katopodis y Julio Zamora posaron con el sciolista secretario del Ministerio de Seguridad, Fernando Jantus.
Recorrida. Muchas veces se anunció su alejamiento de la Jefatura de Gabinete para regresar al Chaco. Más allá de las decisiones electorales que tome en 2015, Capitanich se muestra activo y el fin de semana, con el intendente Carlos Urquiaga, recorrió el Polo Productivo de José C. Paz, una serie de emprendimientos sociales que interesaron a Coqui para aplicar en su provincia.