¿Golpe a la libertad de expresión? Esa parece ser uno de los puntos centrales de la negociación para ponerle fin a la Crisis del Golfo. Dentro de las 13 condiciones que le imponen Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Bahrein a Qatar -para restablecer las relaciones diplomáticas- está cerrar el canal independiente qatarí Al Jazeera.
Desde el mes pasado, Qatar no sólo sufre un bloqueo económico, sino que la emisora, que comenzó a emitir en 1996 y desde entonces se convirtió en la señal televisiva más vista en el mundo árabe, viven ataques directo desde distintos frentes: Arabia Saudita le revocó su licencia y cerró sus oficinas. Jordania, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin hicieron lo mismo y también bloquearon el acceso a sus páginas web, que en las últimas semanas han sufrido reiterados ciberataques.
PERFIL habló con Jamal Elshayyal, un corresponsal en inglés de Al-Jazeera, que informa desde las zonas de guerra y le hace entrevistas a líderes mundiales y políticos. Elsshayyal asegura que si la señal desaparece sería “una catástrofe para las libertades de la prensa y un revés para la libertad y la democracia no sólo en la región”.
—¿Cuál es la importancia internacional de un canal como Al Jazeera?
—No es necesario exagerar lo importante que es Al Jazeera: es el primer canal de noticias independiente en el mundo árabe. Desde su creación, en 1996, ha transformado el mundo árabe y tuvo un impacto inmenso en la escena global. Ha proporcionado una voz a las voces, una plataforma para todas las voces y lo más importante, ha dado al mundo árabe un canal que les informa sobre historias que afectan a sus vidas, más allá de los medios de los gobiernos, que sólo ponían el foco en elogios a los dictadores y reyes de la región.
—¿Por qué Ryad quiere cerrar el canal?
—Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos quieren cerrarlo porque quieren anular la libertad de expresión. Son regímenes dictatoriales que tienen cero tolerancia a la libertad. Para ellos Al Jazeera es una amenaza para sus autocracias. En 2011, durante la primavera árabe, vieron qué impacto puede tener un canal de noticias independiente como Al Jazeera, y eso los asustó. Temen la perspectiva de un público informado y educado, porque gobiernan a través de la ignorancia y el miedo.
—¿Qué significaría el cierre del canal?
—Si Al Jazeera fuera cerrada sería una catástrofe para las libertades de la prensa y un revés para la libertad y la democracia, no sólo en la región, sino en todo el mundo. Sin embargo, lo que estos regímenes deben entender es que Al Jazeera no es sólo una cadena de noticias: es una idea, una creencia. Debe haber una institución que le diga la verdad al poder, que exija rendir cuentas a los que están en el poder. Esa idea no puede ser silenciada. Nunca.