Hace quince años Bravo y Ferré y Ferré iniciaron un trabajo clínico sobre la salud mental de los hijos de militares en actividad durante la última dictadura. Las consultas que empezaron a recibir de esta población específica dieron lugar a la recolección de datos que, con la autorización de los pacientes, se trasladó al campo académico y formó parte de una tesis de diplomatura de Ferré y Ferré. PERFIL accedió al testimonio de dos pacientes que forman parte de los casos analizados por los investigadores:
Una joven de 25 años vivió una experiencia poco frecuente en este tipo de historias: su padre se le acercó y le contó cómo torturó en la dictadura. Desesperada por el contraste entre el papá que jugaba de chica con ella y el torturador que se confesaba, llevó la angustia a terapia: ¿Cómo junto a mi papá con un monstruo?”, se preguntó.
Una mujer de 30 años tenía pesadillas en las que mutilaba personas y se las comía. También sufría delirios: si había un accidente, sentía que era su culpa y que le gritaban “¡Asesina!”. Años después, dejó de soñar que mataba personas y empezó a soñar que era atacada por ratas que la mordían.
La aparición de las ratas en los sueños no es casual: tiene que ver con uno de los métodos de tortura utilizados por la última dictadura militar. Se trata del “rectoscopio”, que era un tubo que se introducía por el ano de los varones o la vagina de las mujeres, por el cual se largaba una rata viva. Cuando el animal quería salir empezaba a morder por dentro el cuerpo de la víctima.
Para su investigación, Bravo y Ferré y Ferré buscan ampliar la población y convocan a aquellos que quieran brindar nuevos testimonios a escribir a [email protected] o visitar otrasvictimas.blogspot.com. La idea es sumar a las historias clínicas nuevos testimonios de personas que hayan vivido situaciones similares y quieran comentarlas. El trabajo definitivo podría derivar en la publicación de un libro.