Desde hace casi doscientos años, la Argentina y Gran Bretaña están enfrentadas en un conflicto que nace con la invasión de las islas Malvinas por parte de las tropas británicas, hecho de fuerza que tuvo lugar el 3 de enero de 1833. Luego de expulsar al gobernador Luis Vernet y a la población que allí residía, el gobierno británico instauró una colonia. La Confederación Argentina, de la que dependía la administración en ese archipiélago, fue despojada de su soberanía. Desde entonces, la Corona británica se ha negado a devolver esos territorios ocupados por la fuerza, a pesar de los reclamos que hicieron los sucesivos gobiernos argentinos. (...)
La aparición de esta obra podría suscitar una pregunta: ¿otro libro más sobre el tema Malvinas, cuando ya hay tantos? No cabe duda de que hay muchos y muy buenos, pero el trabajo que nos propusimos fue analizar las complejas cuestiones que rodean este conflicto evitando el lenguaje exaltado, las invocaciones patrióticas o los propósitos de propaganda, a fin de presentar un texto que permitiera reenfocar la consideración del tema tanto por parte de los argentinos como de los británicos. Hemos dejado de lado –lo cual no fue fácil– calificativos que invalidaran nuestra intención de objetividad.
No nos abocamos a reproducir ni explicar los derechos que asisten a nuestro país en su reclamo de la devolución de lo que se nos sacó por la fuerza, ni las razones invocadas por Gran Bretaña para justificar su presencia en el archipiélago e islas adyacentes, pues ello ha sido estudiado en profundidad por autores de gran valía.
Nos limitamos a contar la historia política y diplomática en torno a este conflicto, y por otra parte analizamos, por cierto que desde un punto de vista argentino, los diferentes factores que condicionarán cualquier resolución del conflicto, sean éstos políticos, legales, geográficos, económicos, estratégicos, de índole científica, referentes a los recursos naturales, al medio ambiente, etcétera.
Por otra parte, más allá de los alegatos o las fórmulas principistas, esta obra pretende hacer conocer al gran público lo que la Argentina hizo durante las siete décadas que transcurren desde 1945, año de la creación del nuevo orden mundial que se instaura con las Naciones Unidas, y el presente.
La lectura de esta obra permitiría demostrar por qué el conflicto de Malvinas es un desafío insoslayable tanto para la Argentina como para Gran Bretaña.
Creer que el tiempo disolverá la controversia o que la guerra, su resultado, tiene la categoría de un ancestral “juicio de Dios” es una ilusión peligrosa para la paz y la seguridad en el Atlántico sudoccidental y una violación permanente del orden político internacional que ha consagrado el fin del colonialismo. Más aún: el aparente triunfo de Gran Bretaña en mantener el statu quo colonial, gracias a una creciente presencia militar en las islas, es una mancha en la conciencia de un pueblo que ha demostrado su compromiso con la libertad, la justicia y el derecho internacional.
El mantenimiento de esta violación de la integridad territorial constituye la negación de principios básicos del orden instaurado por las Naciones Unidas y, para el pueblo argentino, una histórica frustración que algún día debe repararse.
Cualquiera sea la evolución que experimente el sistema internacional, el mantenimiento, en el siglo xxI, del actual enclave colonial en las costas de la Argentina, a más de diez mil kilómetros de la capital británica, es una rémora del pasado.
Como ya dije, esta obra colectiva no aborda los hechos militares del conflicto armado de 1982, sino sólo las gestiones diplomáticas y la política en torno al diferendo sobre las islas. Lo que sí debe destacarse es que la resolución 37/9 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobada en noviembre de 1982, solicita (no invita) a la Argentina y Gran Bretaña reanudar las negociaciones “a fin de encontrar a la mayor brevedad una solución pacífica a la disputa de la soberanía” y pide al secretario general de las Naciones Unidas que reanude su misión de buenos oficios. Esta resolución es de suma importancia pues demuestra que la “guerra” no ha modificado la vigencia de las recomendaciones anteriores de la ONU.
Si, como se afirma (...), la solución del conflicto de soberanía es un dilema o desafío insoslayable para ambos países, debemos entonces reflexionar sobre cuáles podrían ser las vías políticas y diplomáticas para instalar esta negociación en la agenda tanto bilateral como multilateral.
La Argentina debe prepararse para una larga y compleja gestión diplomática. Ello exigirá encarar los aspectos logísticos –una Cancillería bien organizada y una diplomacia profesional, idónea, mecanismos de consulta con las fuerzas políticas y otros instrumentos– indispensables para una gestión responsable y exitosa, y formular ideas imaginativas y prácticas para llevar adelante una política exterior adaptada a los grandes cambios de nuestro tiempo. (...)
Esta obra presenta y analiza los distintos factores políticos, económicos, estratégicos, científicos y jurídicos, entre otros, que consideramos deben tenerse en cuenta al formular cualquier programa futuro respecto de nuestro reclamo sobre el archipiélago de Malvinas e islas adyacentes.
Queda abierta a la imaginación elegir la oportunidad para emprender un nuevo camino, plantear una nueva propuesta y abrir una instancia diplomática diferente que permita a las partes encontrar una solución pacífica al conflicto de soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur.
Hace más de ciento ochenta años estos territorios argentinos fueron ocupados por la fuerza y su población desalojada por una flota bajo el pabellón inglés. Su recuperación no es una esperanza, sino un destino. Esta obra podría ser el paso inicial hacia una nueva reflexión para definir nuestros intereses y encarar quizás el más importante desafío político y estratégico internacional del pueblo argentino.