FANTINO: Buenas noches, bienvenido a “Animales sueltos”. Estamos en una noche muy especial y muy interesante, y partió del propio Daniel Scioli poder charlar, correrse no hacia un costado, sino permitirnos conocer una de las variantes más importantes para mucha gente e incluso para el país, como es la economía. El es Miguel Bein, ¿cómo andás, Daniel? Buenas noches.
SCIOLI: Qué tal. Buenas noches.
—Te agradezco la valentía de venir y ser el primero y habilitar la posibilidad de conocer a uno de tus asesores, la capacidad que tiene Miguel de explicar la economía. ¿Querés presentarlo vos? ¿Está bien decir asesor?
S: No, es un integrante muy importante, central, de todo lo que hace a la responsabilidad de explicarles a los argentinos los motivos por los que les voy a pedir un voto de confianza el 25 de octubre para ser el próximo presidente. Lo escucho y mucho, y no de ahora sino desde hace mucho tiempo. Lo que me gusta de su personalidad es que no es apocalíptico para explicar las cosas, sino que las aborda desde el sentido común, desde una lógica que a mí me sedujo, y en especial por la secuencia de cómo viene anticipando cada paso que se viene dando en la economía argentina y que a mí me ha permitido, cuando unos querían sembrar pesimismo, dar señales de previsibilidad, optimismo, que hoy lo reafirmo, así que te agradezco que nos des esta oportunidad; hace a mi obligación, hace a mi responsabilidad mostrar por qué soy la cabeza visible de una gran organización, organización política de técnicos y profesionales. Y parece Ale que llegó el momento de hablar claro, cuando algunos quieren instalar confusión en el escenario electoral, nosotros queremos transmitir claridad.
—Vos jugás al ajedrez, te gusta, y es una jugada de ataque muy interesante porque obligás a mover a tus rivales, porque no sé si Macri y Massa vendrán con el grupo con el que trabajan económicamente; o sea, vos venís y te sentás con Miguel y vamos a conocer qué piensan ustedes, qué país quieren; mirá, todo el estudio atento, los muchachos que no están en el piso vienen a escucharlos a ambos. Tu movida obliga a mover, metés un jaque.
S: Sí, porque hay que hablar de cosas concretas, qué nos proponemos hacer, quiénes son los equipos que van a tener la responsabilidad de llevarlo adelante; y me van a ver en las próximas semanas, cuando hablemos de industria con Miguel Peirano, de salud con Alejandro Collia, con Alberto Pérez, mi jefe de Gabinete, que venimos trabajando desde hace muchos años; con Diego Bossio hablando de todo lo que hace a la agenda del desarrollo, de la agenda en materia habitacional, social, inclusión jubilatoria. Esa es la diferencia de nuestra propuesta con lo que vemos en las últimas horas, cuando se encaran las campañas, mirando hacia al pasado o en términos de desánimo a la sociedad, y quiero transmitir que tengan fe y confianza, las cosas van a andar muy bien, cada vez mejor.
Contexto internacional
—Voy a charlar con Miguel, vamos a charlar con ambos, no te pongas celoso. Miguel, gracias por venir, permitirme tutearte. Te pregunto en qué mundo llegan las elecciones, económicamente en qué anda el mundo, qué vamos a tener en 2016. En este caso por supuesto querés que llegue Daniel. ¿Qué
mundo tenemos?
BEIN: En primer lugar, en lo financiero es de tasas de interés muy bajas y de disponibilidad de interés alta, que no es por los buenos motivos; eso lo tuvo que hacer el mundo desarrollado para salvarse de la crisis de 2008.
—O sea, hoy es fácil conseguir dinero, salgo a pedir plata y es fácil conseguirla.
B: Sí, hoy yo te diría que sí, en Latinoamérica los países toman plata a diez años al 5% de tasa, ésos son históricamente costos muy bajos para el crédito.
—Estamos un poco más arriba pidiendo últimamente o en los bonos que hemos sacado.
B: Estamos por ahora más arriba y hay una oportunidad enorme, el mercado está valorando mal a Argentina, y no es la primera vez que lo hace. No toma en cuenta que es un país que se desendeudó; desde que inició el canje 2005, 2010, Argentina tenía en el mercado flotando ochenta puntos de deuda y hoy tiene diez de deuda. Es el país, junto con Chile, más desendeudado del mundo con el mercado, y por eso no paran de venir los fondos de inversión; atiendo a los que puedo, pero vienen de a cinco, seis con grupos, economías.
—¿Qué es un fondo de inversión?
B: Gente que canaliza capitales grandes, plata de gente que le deposita, y ve que Argentina paga 9% y vos le contás, sí, pero bueno, nosotros tenemos menos deuda que la gran mayoría de países del mundo, somos solventes porque el país se desendeudó y Argentina en cuatro años pagó 32 mil millones de dólares de vencimientos de capitales en el mundo.
—Cuando hablás con Daniel, seguramente habrán charlado de los fondos que vienen a invertir a Argentina, porque vos estás o has estado asesorando. Lo interesante de charlar con vos es que has estado de los dos lados del mostrador: estuviste en la gestión, estás, te interesa el país, sos un argentino que quiere que salgamos adelante, pero también tenés una consultora y aconsejás a tipos que tienen guita que quieren venir acá, y esos tipos después la quieren sacar, llevar.
B: No hay que tener falsas modestias en esto. Me cansé en los últimos años de hacer millonaria a gente por recomendar bonos argentinos, y lo sigo haciendo, porque están los papanatas que tienen miedo y están los que miran los números y dicen “a 9% y ¡me tiro de cabeza!”. El año que viene la tasa que va a pagar Argentina no va a ser 9, va a ser menos, va a ser más baja, claramente. Hoy, en el mundo un país seguro rinde 2%, rinde 3%. Esto es un punto de partida en el arranque de Daniel espectacular.
—Entonces lo que ya le contás a la gente que está atenta es que el país que toma el famoso “stop & go”, el famoso freno y arranco, freno y arranco en el que vive la Argentina históricamente, él lo arranca en el “go”.
B: Tiene la posibilidad de captar capitales de un mundo donde abundan, sobran, y las tasas de interés son bajas, no para tomar deuda e iniciar un jubileo. Pero si uno tiene que financiar infraestructura, puertos, caminos, transporte de cargas, hay que poner una enorme cantidad de cargas, que el Gobierno ya lo inició y hay que seguir, bajar los fletes, para eso quedan los créditos. El nuestro es un país enorme.
—¿Ya lo hablaron?
S: Obvio, ésa es la clave de la competitividad, productividad; la nuestra es la agenda de desarrollo.
Agenda optimista
—Ahora empiezo a entender... Perdoname, Daniel, hemos hablado muchas veces. Lo traés a Miguel acá, los tengo acá juntos, y me decís “Fantino, ésta es la Argentina que queremos”. Ahora entiendo: la guita que vos querés que entre, que está para entrar porque está dando vueltas por el mundo, vos la querés para fabricar y no para que se la lleven, para más kilómetros de vía o mejorar un puerto.
S: Que vengan a aprovechar las oportunidades de sectores estratégicos en la agenda del desarrollo. El sector energético, la minería sustentable, el complejo agrosustentable, ciencia, tecnología, turismo, allí es donde están las grandes posibilidades.
Hoy mi primera actividad en la mañana fue inaugurar un congreso de nutrición con sectores de la producción y el trabajo, de lo que
es el corazón de la Argentina, y se cree que en 2050 va a aumentar la demanda de alimentos en 70%. Ahí está la clave, vincular la educación con el mundo del trabajo, las escuelas agrarias.
—Un país donde yo voy a vivir, y donde muchos de los que están viendo van a vivir; por supuesto que el mundo va a aumentar la cantidad de alimento que va a pedir. Te he escuchado en una charla parafrasear una frase que dice: “En el mundo de hoy tiene más valor un kilo de lomo que un kilo de Audi”. Eso se acopla a lo que dice Daniel…
B: Sí, es una frase de Lucas Llach, que es un tipo muy ingenioso, y ya tiene varios años, ocho diría, pero ése es el mundo aspiracional; pasa que la gente va demandando cada vez más proteína animal, pasa en Brasil…
—No comen proteína vegetal.
B: Los muy ricos. A mi hija de pronto ya no le gusta la carne, el que pasa de la clase baja a la media en Brasil pasa de la feijoada al frango, pasa del poroto negro al pollo; en China es tremendo, en 1953 hubo una hambruna terrible que mató a 20 millones de personas y los chinos comían lo mismo que los cerdos, o sea, comían soja. Ahora los cerdos comen soja, los pollos comen soja y los chinos comen pollo y cerdo.
—Y en esa Argentina soñada, ¿qué pasa con eso? Porque hasta ahora tenemos producción de soja como primerizada, ¿cómo querés sacar la soja?
S: Hay que industrializar cada vez más el país, es bueno hablarlo en estos días, que es el Día de la Industria; todas las conferencias que he dado hasta ahora se basan en eso, cómo industrializamos la materia prima para no depender de lo que está pasando en el mundo, que es la baja de las commodities; ¿qué sería de la Argentina si no hubiésemos encarado un proceso de reindustrialización? Tendríamos un problema serio en el trabajo, mientras que la desocupación ha bajado al 6,5%.
Ale, tiene que ver, por ejemplo, en la Provincia, que triplicamos los parques industriales, y cada parque ahora tiene una escuela de oficios; y el sector financiero, que es clave, por eso planteamos una banca de desarrollo, que es lo que hice con el Banco Provincia para dinamizar toda la economía productiva de la provincia de Buenos Aires.
—A que vos te imaginás una Argentina con más crédito… crédito al país y crédito a los que nos están viendo acá, que por ahí quieren comprar una Fiorino para hacer repartos y ganar unos pesos más de los que tienen como cámara o microfonista.
S: Es fundamental el crédito para incentivar aun más el consumo en el mercado interno, apuntalar la venta de automóviles, la compra de viviendas, créditos a veinte y treinta años para la clase media, para los trabajadores. Eso es fundamental ante esta incertidumbre que se está dando globalmente. Tenemos que fortalecer más que nunca la economía local argentina, y el país desendeudado, como planteaba recién Miguel, nos permite no tomar créditos para pagar deuda sino inversiones productivas en infraestructura; por ejemplo, para mejorar la logística, dinamizar los ferrocarriles, readecuar las rutas, inversiones en acueductos, gasoductos, todo lo que nos plantea el desafío del cambio climático; inversiones que puede también el sector privado financiarse del aumento de su capacidad industrial instalada, entonces se trata de cómo impulsamos energías renovables…
—Ahora para hacer eso necesitamos dólares, Argentina necesita dólares. ¿Cómo llegarían? Ayudame a entender algo. Hasta te pediría que entrevistemos juntos a Bein.
S: Somos un equipo. Cuando veníamos para acá le hice una broma a Miguel: la clave de mis campeonatos mundiales era que tenía un tano que se llamaba ingeniero Bussi, que me reparaba la lancha, los motores, después tenía los mejores mecánicos... y la política también tiene que ver mucho con eso, organizar los equipos; yo soy la cabeza visible de un gran equipo que hoy gestiona en la Provincia, que tiene un programa de desarrollo estratégico para la Argentina para los próximos cuatro años, en el que Miguel participa activamente desde hace tiempo, tomando conjuntamente con mis otros colaboradores las iniciativas que luego transformo en propuestas para los argentinos, que nos han dado un gran acompañamiento, porque estoy seguro de que ése es el camino. Te dejo con Miguel…
Reservas
—No, no, vamos juntos, ayúdenme. Cuando un país crece, por cada punto que crece un país ¿cuánto te repercute en lo que tenés que importar? Si yo crezco para un país como éste, que ahora “industria automotriz argentina” es entre comillas porque el 70% de los autos están hechos por partes que yo tengo que pagar y traer de afuera, y tengo que sacar dólares para que esas partes me vengan. Entonces, necesitamos todo el tiempo dólares en Argentina y eso siempre ha sido un perro que se muerde la cola, Miguel. Crece Argentina y a medida que crece necesita más dólares para poder pagar lo que va comprando para seguir creciendo, y en un momento dado el Banco Central está quebrado, kaput, y ahí es donde los gobiernos caen. ¿Has hablado con Daniel esto? Estamos en el mismo tema. Sabemos que los dólares van a llegar. ¿La guita que hay en el Banco Central a vos te deja tranquilo? ¿Lo has hablado con Daniel? ¿O te gustaría que se reafirme un poco más la cantidad de plata que hay ahí adentro?
B: Vamos por partes. La primera pregunta es sobre cuándo el país crece; por cada punto que crece, en la Argentina, históricamente, las importaciones crecen entre 3 y 4 puntos…
—Eso es interesantísimo, por cada punto que crece el país, entre 3 y 4 puntos; debo importar más… me va subiendo la vara de lo que tengo que gastar.
B: Eso se llama técnicamente “elasticidad de las importaciones a PBI”; acabás de perder un punto de rating con esto que acabo de decir. Por lo tanto, si vos sos un país que quiere crecer al 5%, que es el gran desafío de la Argentina para encarar el desarrollo, y en 15 años, 12 años, uno puede decir duplicar el producto, vos necesitás aumentar tus compras del exterior 15 puntos por año, o sea que eso tampoco se soluciona con deuda; la deuda es una transición para ordenarte y para impulsar las importaciones. A la larga, si vos importás 15 o 10% más al año, tus exportaciones tienen que crecer 7 u 8, el resto las podés conseguir de inversiones del exterior, pero necesitás tener una actitud exportadora muy importante.
—O sea que el crecer te obliga a conseguir guita para bancarte tu crecimiento…
S: Y la vamos a ir a buscar, porque yo nunca me quedé esperando que las inversiones llegaran…
—Vos lo dijiste en el reportaje anterior, si te toca ser presidente salís a buscarlas.
S: Lo hice como secretario de Turismo, como vicepresidente y particularmente ahora como gobernador. Digo simbólicamente, a inversores de más de mil dólares los atiende el gobernador personalmente, porque son los que vienen a generar trabajo. Hay que promover las oportunidades y transmitir confianza e interés, una Cancillería que tenga una actitud muy agresiva en cuanto a captar inversiones, colaborar con el comercio exterior, tener con cada uno de los países reuniones de trabajo, como en el caso de ayer, por ejemplo, los embajadores de la Unión Europea.
Cancillería
—Pará, la Cancillería, ése es un detalle que no voy a dejar pasar. La Cancillería en tu gestión tiene una característica, otro color respecto de la Cancillería tal cual la vemos hoy. A vos te gustaría que en tu gestión la Cancillería traiga inversiones, no solamente que solucione cuestiones de litigios internacionales, sino que tenga la capacidad de traer gente que me traiga plata…
S: Y promover exportaciones, organizar misiones comerciales…
—¿Tenés un perfil de canciller? ¿Qué tipo de perfil te interesa, te gusta ahí?
S: Para mí es un lugar clave porque de la mano de un buen canciller va a venir la profundización de una reinserción de Argentina en el mundo, más allá de la armonía que hay en Latinoamérica.
—Sos como el Tata Martino, que puede elegir a cualquiera, sos el técnico de la Selección. ¿Y tenés algún nombre dando vueltas?
S: Estoy pensando; no lo he hablado con ellos, tiene que ser un canciller que obviamente esté identificado con estas ideas, con el cual yo sienta que nos complementamos bien, porque hace también al rol de presidente ejercer la diplomacia presidencial, que genere el marco para que luego el canciller con los embajadores hagan el remate de acuerdo con los intereses y los objetivos de Argentina, que sea un hombre moderno, que tenga esta visión de lo que ahora tenemos en la agenda internacional, no como contraste de lo que estamos haciendo ahora. Hay momentos y momentos en la economía. Hemos salido del infierno, hemos recuperado la inversión, el crecimiento, ahora viene la agenda del desarrollo, hubo que darlo con intención social, ahora vienen empleos de mayor calidad y más formales, y así cada una de las áreas, recuperamos YPF, ahora viene la soberanía energética, en este tiempo que se viene, me parece estratégico en la agenda del desarrollo una Cancillería que, como siempre he hecho, voy a rescatar a los que estén haciendo un buen trabajo en la carrera diplomática.
—¿Tenés el nombre o no?
S: Sí. He pensado dos o tres alternativas.
—¿De qué palo es?
S: Del palo.
—Del palo quiere decir de la política y gobernador.
S: Un hombre que tenga experiencia ejecutiva, de las economías regionales…
—Vos confiás mucho en los que tienen experiencia ejecutiva, en el que ha pagado su sueldo, ¿no?
S: Y porque en la Cancillería en el tiempo que se viene tiene que ser un ejecutivo, hombre de acción, que vaya ahí con los catálogos bajo el brazo simbólicamente, a decir miren las oportunidades que hay en el país, y buscar la complementación productiva, tenemos que trabajar con cada uno de los países, no qué más le vendemos uno al otro sino juntos, qué más le vamos a vender al mundo. En el tema energético para desarrollar todo el tema de Vaca Muerta, gas, petróleo, tenemos que traer más de 10 mil millones por año, la minería sustentable, otro sector estratégico, tiene que ser alguien que tenga relación con todas las economías regionales, un perfil tipo un gobernador, que podría perfectamente llevar adelante este criterio de un profundo sentido nacional, la agenda internacional.
—Me decís gobernador y que tenga conocimiento de economías regionales y automáticamente linkeo con dos o tres…
S: Hasta allí llegamos.
—¿Joven me dijiste?
S: Moderno.
Cepo
—Por ahí antes de terminar la nota, te juego un naipe y te termino sacando, no sé quién es pero lo logramos… Miguel, vamos a meter un tema en el que todos se juegan un partido o, parece que no, vamos al cepo o al control de capitales, ¿vos creés, Miguel, que el cepo, la compra de dólares libres, se puede dar con el tiempo, lleva mucho más tiempo del que se cree, se puede levantar de un día al otro como dicen los “Macri boys”, o hay que ser cuidadoso porque si levantás esa tapa es la caja de Pandora porque lo único que queda es la esperanza? Contame del cepo, qué ideas has hablado con Daniel, contales a los millones de argentinos que te están viendo ahora en toda la patria.
B: La verdad es que es el control de capitales, esa palabra que en los libros de economía encontrás –cepo lo encontrás en los libros de historia de los remeros romanos–. Pienso que lo mejor es tender a sacar y a bajar controles pero eso hay que hacerlo con gran responsabilidad, digo, porque los que proponen levantar estos controles de un día para el otro no te están diciendo a qué precio, en realidad te están sugiriendo, sin decirte, que los van a levantar para que después el precio sea tan alto que vos no quieras comprar, con lo cual es un doble engaño…
—Explicame bien eso, que me encanta.
B: La gente en Argentina ahorra en dólares desde hace sesenta años, hay veces que ahorra un poco más en dólares, a veces menos, le fue mucho mejor, en estos años tiene más capacidad de ahorro, los dólares son dólares que el país tiene que administrar, el Banco Central tiene que administrar sus reservas.
—O sea que cuando yo entreviste a uno de ellos le tengo que preguntar: decime a qué costo.
B: No, de hecho lo dicen, no me voy a meter con nadie en particular pero podés ir a las empresas donde dan charlas y te dicen el tipo de cambio de salida para liberarlo…
—¿12?
B: ¡No, más!
S: ¿Y quién paga las consecuencias? Los trabajadores, perjudica al consumo interno, vamos para atrás, ¿te das cuenta?
B: Más de 12, se habla abiertamente de mover el tipo de cambio en forma muy brusca. No quiero dar números porque lo único que hace eso es estimular. Ahora digo, la historia argentina de las transiciones electorales está llena de este tipo de presagios. Lo que hacen es buscar generar inestabilidad financiera en los últimos meses de los gobiernos; ¿para qué?, para enrarecer la situación económica y ver si pueden sacar alguna ventaja electoral desde la oposición. Pero, no, no, se habla de números más grandes. Acá, las devaluaciones bruscas, digo, él juega al ajedrez, vos también, yo al ajedrez no juego desde hace mucho, pero digo, esto no es ajedrez, acá las fichas no son de madera. Acá estás hablando de gente, vos movés, billar, siete (…), hago esto, hago esto. Listo, ya está muchachos, tenemos plan económico. Después salís a la calle, no anda el subte, no hay luz, la gente saquea los supermercados. Digo. Ojo. Acá la responsabilidad es la clave. Vos no podés tener gente que hable pavadas como si estuviera dando una clase en una universidad, porque en todo caso estás jugando con la fortuna, con el ahorro, con el trabajo. Cuando vos desplazás con violencia el tipo de cambio, lo que pasa inmediatamente es que todos los productos de la canasta familiar, los básicos, son los que Argentina exporta además, el azúcar, el arroz, el aceite, la harina, los fideos, el pollo, la carne... Cuando vos vas a la lista de precios cuidados, esos valen un dólar cada uno. Los fideos de precios cuidados… yo voy a hacer las compras, la gente me saluda, algunos me dicen de todo, en general me tratan bien… pero voy a hacer las compras. Sé lo que valen las cosas. Yo te puedo decir que un litro de aceite de precios cuidados vale 9,50; te puedo dar las marcas. Y un paquete de fideos vale 9,50. Y el litro de leche vale 8,90 y el kilo de azúcar, de primera marca, vale 8,50, de segunda marca vale 7 mangos. Digo. Es fácil. Valen un dólar cada cosa. Vos el dólar lo subís, 5, 6 pesos…
—Sube eso...
B: Sí, porque Argentina –el que lo produce– lo puede vender internamente o lo puede vender al exterior, nadie te va a vender acá mucho más barato de lo que le pagan afuera; si la botella de aceite te la pagan un dólar, y la vendés a un dólar acá, acá la vendés a 9 pesos y si no la vas a vender a no sé qué precio.
—Entonces, hay que tener cuidado…
B: No, cuando eso pasa, cae el salario real inmediatamente, a la gente no le alcanza la plata. Cuando cae el salario real, atrás del salario real cae el consumo, y atrás del consumo cae la economía, tenés una recesión. Y como tenés una recesión, las pymes, 100 mil empresas pequeñas industriales, sacan gente, y no sacan cualquier gente, encima sacan a los más vulnerables, a los que tienen trabajo informal. Ese es el perro que se muerde la cola. Por eso, cuando uno hace propuestas de política económica, tiene que explicar de qué está hablando.
—¿Te puedo decir una cosa? Nunca, desde que entrevisto, me habían explicado, me habían abierto la puertita para que yo vea esto. Sinceramente. Después del otro lado algunos podrán decir yo estoy de acuerdo o no, nunca me lo habían explicado así.
S: Esa es la calidad profesional…
—Es peligroso, entonces.
S: Esa es la diferencia entre Bein y algunos economistas, te explica cómo la economía baja a la vida cotidiana de las personas cuando se toman decisiones, el sentido común, que es lo que a mí como responsable político más me interesa: la gente. Y esto también hay que ponerlo blanco sobre negro. Es la gran diferencia entre nuestra propuesta económica y la que han dado a conocer desde la alianza de Macri. Esto está claro, porque lo hicieron público, también ellos, es la devaluación que trae estas consecuencias, el camino nuestro es la agenda del desarrollo. Es cuidar un pilar fundamental, y más en este contexto internacional.
—Se puede levantar igual, ¿no?
B: Pero hay que tender a levantarlo cuando se pueda, ir en todo caso gradualmente, con responsabilidad, cuidando las reservas del Banco Central, ir mejorando el acceso de aquellas cosas que están más restringidas, donde falta. Hay algunas importaciones que no se han podido realizar, hay grandes proyectos de inversión de pronto con maquinaria importada pero que son muy caros, que tienen que ir a la fila. A medida que uno tenga más dólares, lo ideal es…
S: Lo nuestro es gradualismo… la Argentina no necesita ni un ajuste, ni tampoco no hacer nada. Nuestra agenda... nosotros vamos blanqueando de qué manera vamos a hacer las cosas.
Empleo
—Yo he escuchado a Bein hablar de cómo llegar al pleno empleo y él dijo: yo puedo llegar en tren bala o en el tren lechero.
S: Yo prefiero el tren lechero.
—Si llego en el tren bala, llego, pero es más factible que se mantenga si llego en el tren lechero, que va parando en todos lados.
B: Al desarrollo. Al pleno empleo, por ahí llegás más rápido. Argentina llegó en diez años. Al desarrollo…
—¿A qué le llamamos pleno empleo, 6 puntos, 7 puntos?
B: Sí, claro. En Argentina sí, porque de esos 6 y pico hay 2 puntos que no es porque no haya trabajo, es porque todavía hay gente que no tiene el entrenamiento para ir a llenar los puestos de trabajo…
S: Perdón, Miguel, hoy se anunció el récord de venta de dólares para ahorro. 4 mil millones de dólares en...
B: Sí, récord, hoy era el primer día del mes.
—Y tuvieron que achicar también la cantidad de venta, porque se estaba yendo…
S: Sí, pero quiere decir que hay una fluidez y una disponibilidad.
B: Igual, dejame que te diga, cuando vos confrontás proyectos, tenés que ver más allá, vos siempre te equivocás, en la vida, en la gestión. En la economía vos proponés soluciones, generás problemas nuevos. Después tenés que ir de vuelta, esto no termina nunca. No hay tal cosa como la solución económica. Pero hay objetivos. Nosotros no queremos un país que sea un paraíso fiscal, tampoco queremos un paraíso financiero, en todo caso queremos un paraíso productivo. Bueno, está bien, te gusta, no te gusta. Pero esto es lo que queremos nosotros. Vos preguntale a otra gente qué tipo de paraíso quiere, ¿viste?, por ahí no llegás al paraíso, pero por lo menos empujás para ese lado.
Banco Central
—¿Qué le dijiste a Daniel, con qué Banco Central se va a encontrar? Te pregunto porque yo estoy interpretado por los medios, yo ya no sé cuál es la verdadera importancia del Banco Central y qué cantidad de guita… porque, a ver, el Banco Central tiene un montón de plata que debe darles a los exportadores que aún no la han cobrado, tiene que cumplir el Boden no sé cuánto, tampoco hay mucha plata ahí adentro. ¿Se va a encontrar con un Banco Central gordito o uno ya con ciertos problemas de pesos?
B: Yo creo que hay que reforzar las reservas. Creo que el primer objetivo de la próxima gestión es aumentar las reservas, porque el Banco Central, la verdad, es que lo que hizo fue contribuir fuertemente al desendeudamiento. Pagó con reservas 30 mil millones de vencimientos de deuda, no de intereses, que desendeudaron al país. Por eso el Banco Central quedó corto de liquidez.
—Porque yo quiero empezar a cobrar lo que yo hice. Si yo voy por el barrio, vamos a tratar de bajárselo a la gente, si yo le debía a todo el barrio y salgo, voy al verdulero, le pago, le pago una rectificación de tapa de cilindro al taller, achico la deuda con el kiosquero y le pago al electricista que me hizo un cambio de la tensión en mi casa, se supone que esos tipos me van a seguir ayudando, me van a volver a dar crédito. Yo pagué, dejé flaco el Banco Central y todavía no ha entrado la guita que pensé que entraba, hasta el propio Kicillof me lo ha dicho aquí.
B: Está bien, dejaste más flaco al Banco Central pero dejaste al país desendeudado, con un aumento de la solvencia.
—¿Daniel Scioli va a cosechar eso?
B: Ni que hablar. El tema del Banco Central y las reservas son temas discutibles. Vos decís: en Brasil hay 370 mil millones de dólares en las reservas, pero la economía brasileña, incluyendo las empresas, debe 500 mil millones de dólares.
S: Ese es el número que tenés que ver, porque si no tenés… si tenés un saldo en cuenta corriente a nivel personal, o a nivel de una empresa, pero por otro lado tenés una empresa que es el doble que eso, eso es lo que tenés que ver, ese balance.
—¿Y vos qué preferís?
B: Yo lo que digo es que las que tiene el Banco Central no son todas las que uno quisiera tener pero no están alquiladas, como muchos países que están endeudados. Argentina tiene la agenda y va a poder rápidamente recomponer y mejorar, porque la verdad es que éste es el deporte nacional, digo, sacarle todos los dólares que uno pueda al Banco Central es un deporte argentino de hace sesenta años.
—Es un deporte nacional.
B: Pero escuchame, el Banco Central pagó, pagó, pagó, pagó, desendeudó al país. Bueno, tiene reservas que tendrían que ser más altas. Ahora, debe ser el único que en Argentina tiene reservas que tendrían que ser más altas en dólares, el resto de los argentinos tiene 200 mil millones de dólares. La agenda es conectar a los argentinos con Argentina.
S: Por eso voy a incentivar cada vez más la repatriación de capitales, que me parece clave.
Griesa
—Eso es clave…
B: No, no tengo ni idea, por ahí es muy opuesto a este gobierno, y está tratando de perjudicarlo.
—Es Argentina lo que está en juego.
S: Eso es lo que tiene que prevalecer. Y ésa es también la diferencia de actitud.
—Pero es Argentina, Miguel.
B: Mirá, yo en el ’82 tenía 32 años, odiaba a los militares, pero en las Malvinas estuve del lado nuestro, nunca estuve del otro lado. Me tapaba la nariz por los militares. Pero con la banderita siempre estás con la misma banderita, no vas a ir cambiando de banderita. Eso viene de la cultura que vos tenés, de la educación, del barrio, de donde sea. Y hay gente que de pronto…
—Ahora, esto va a quedar recontraclaro tipo un cuadro sinóptico de cuando estudiamos en la secundaria. Un tipo como vos, un tipo pragmático, un tipo que entiende, que la ha vivido. ¿Qué hace con un juez como Griesa? Porque hay algunos que dicen que hay que ir y pagarle como él dice, para meternos de nuevo en el circuito mundial. ¿Vos qué hacés con un tipo como Griesa, que uno puede llegar a pensar que tiene algún tipo de animosidad contra nuestra Argentina?
B: Lo primero que hago: le pregunto al presidente de la Nación qué tengo que hacer. Porque eso no lo va a dirigir un economista.
—No, ahí no estoy de acuerdo, sos vos el que entiende.
B: No, porque hay políticas de Estado y además hay continuidad, hay una negociación, hay juicios…
—¿Cómo se negocia con un tipo así?
B: No, bueno, igual vos no negociás con él. Vos con los que tenés que negociar es con los acreedores. Con el juez no tenés que negociar. Y va a haber que negociar, a Argentina le conviene negociar, pero tampoco va a ir a pagar de cualquier manera, a negociar cualquier cosa. No va a ir a decir, bueno, como el juez dijo nosotros pagamos, acá está la plata. La verdad es que es un fallo injusto, porque si esto fuera un fallo normal... esto es un fallo injusto y además toda la comunidad internacional te dice que es un fallo injusto, que la interpretación que ha hecho, el llamado pari passu, es completamente excesiva, es injusta, pero hay que negociar y hay mucho margen para negociar. Uno no va a jugar las cartas de cómo va a negociar un gobierno, digo esto no se negocia por televisión, disculpame, pero digo que está claro que va a haber que negociar y va a haber que negociar duramente y conseguir lo mejor para el país, y esto va a haber que hacerlo.
—Cómo hace una persona integradora como Daniel Scioli, que vos lo has contado recién, cómo negocian con aquellos que te dicen: bueno nosotros producimos acá con insumos importados, así que yo necesito cambio bajo y salario alto, y después viene otro, mirá yo produzco acá y exporto, yo necesito salario bajo y cambio alto. ¿Entonces, qué va a hacer él, que es un integrador, cuando vengan estos dos a golpearle la puerta?
B: Mirá, lo más popular es salario alto y cambio bajo, siempre; ¿por qué?, porque el 90% de la industria trabaja para el mercado interno con insumos importados.
—Eso es lo más popular.
B: Y bueno sí… está claro. Pero al mismo tiempo uno les tiene que explicar a los que producen con insumos importados para el consumo de las ciudades, que si Argentina no consigue todos los dólares que necesita para importar, ellos no van a poder consumir nada porque la industria nuestra tiene componentes importados muy amplios.
—Eso lo sabés, ¿no? ¿Lo tenés claro?
S: Obvio.
—¿Y quién se encarga de decírselo?
S: Bueno, estamos haciendo reuniones con cada sector productivo, ya llevamos 42 cadenas productivas…
Producción
—¿Ya te estás reuniendo, les estás explicando qué país…?
S: Me estoy reuniendo con la cadena productiva, me estoy reuniendo con los organismos internacionales de crédito tipo CAF, tipo BID, tipo Banco Mundial con un programa ya previsto de créditos para inversión en infraestructura. Y con cada sector decimos, bueno cómo pueden ustedes producir más, cómo podemos incentivar y mejorar el empleo, cómo pueden ser más competitivos. Yo necesito que sigamos sustituyendo importaciones y lo que decía Miguel recién: yo quiero ser el presidente de la integración, integración de la ciencia y la tecnología con la industria, integración del campo, del comercio, integración federal, integración del capital con el mundo del trabajo. Es el momento ahora en que hay que ir por ese camino, que es lo que identifica nuestras provincias, no dejar librado al mercado, yo creo en el rol social activo del Estado, que tiene que estar allí para generar las condiciones porque cuando queda todo librado al mercado, como están planteando también de otro espacio político, ya hemos visto las consecuencias, y este contexto internacional más que nunca nos tiene que abrir los ojos, que Argentina viene estando un paso adelante. ¿Está todo solucionado? No, Ale, como en una familia siempre hay cosas para mejorar, de las cuales estamos hablando y estamos explicando cómo las vamos a resolver.
—Me parece tremendamente interesante esta charla y me gustaría tenerla con los otros candidatos también, yo no sé, ojalá que vengan con sus equipos económicos y le cuenten a la Argentina, es clave, estamos charlando acá con tranquilidad, ustedes del otro lado, en la casa, a punto de irse a dormir y descansando. Recién tuvimos un ida y vuelta con Miguel, casi te dejamos afuera a vos antes del aire porque él es un hombre de campo y yo no tengo campo, pero mis padres tienen máquinas cosechadoras, entonces algo he vivido de chiquitito metido, y vengo de una zona rural. Le dije a Miguel: vos que tenés campo, y me dijo: sí. Si a vos no te dan los costos para producir trigo estamos en problemas, el campo está en problemas, y te pregunto: ¿te están dando los costos para producir trigo?
B: No, estamos sembrando trigo sólo porque forma parte de la rotación para el manejo responsable del campo. En el caso nuestro, tuvimos una rotación que es trigo, soja, maíz, soja. O sea, trigo y soja de segunda, al otro año maíz, y después soja de primera. El trigo lo tenés que hacer para defender tu campo, para defender la calidad de tu campo, pero no, no, no da. Pero ése es otro tema, cuando uno tiene que balancear consumo interno-exportación, tampoco uno puede pretender que los que produzcan para exportar no ganen plata.
Campo
—Hablale al campo, Miguel. ¿Qué política va a tener Daniel Scioli con respecto al campo? Las retenciones, hablemos de las retenciones. Porque yo ya no sé si las retenciones es lo que realmente... lo único que le preocupa al campo, es algo que instalan los medios, las retenciones… ¿Qué política va a tener él?
B: Yo no quiero hablar de instrumentos específicos, en algunos foros ya he hablado, ya he dicho, pero está claro que frente al ataque que hay de la caída de precios internacionales vos les tenés que dar rentabilidad, porque hoy hay campos que además pierden mucha plata, si vos estás haciendo maíz en Santiago del Estero no te dan, vale 900 pesos la tonelada de maíz y 450 pesos el flete a Rosario. No da.
S: Por eso el Belgrano Cargas, por eso la ruta…
B: Se va a guardar el maíz hasta que nadie te lo va a regalar. Por eso digo que hay que trabajar, hay una agenda, a mí lo que me gusta de cuando hablo con él es que él me dice: mirá, todo lo que se pueda producir hay que producirlo.
—El te dice así...
B: El me dice: yo tengo que evaluar esto porque hay cosas muy delicadas, pero todo tipo que pueda producir yo voy a tratar de que produzca, que nadie que pueda producir para exportar pierda plata. Tampoco que nadie se la quiera llevar con una pala con un súper dólar. Pero digo, hay que buscar que en lo que la Argentina es competitiva, lo que Argentina puede hacer bueno, ahí no se pierda una hectárea de producción. Argentina no puede ser un país que hoy no exporte carne. Tampoco es algo que solucionás en un año. No puede ser, no puede ser que tenga 120 frigoríficos cerrados. No puede ser. En la agenda nueva eso hay que ponerlo a caminar. Hay muchas formas de hacer esas cosas.
—¿Eso te preocupa realmente? El tema del campo.
S: Sí, obviamente. Me preocupa dinamizar… El otro día en la Federación Agraria planteé eso.
—No han sido muy pro campo últimamente, Daniel, ¿eh?
S: No, yo soy…
—No, no vos, tu signo político, vos te colgás un montón de sayos y algunos no te corresponden pero... y aparte les ponés el pecho a las balas y así defendés, pero realmente vos sabés que el gringo que te está viendo del otro lado dice: a ver qué me dice Scioli con respecto a mi laburo, el campo. Yo vivo del campo, no vivo del campo pero vivo en Río Cuarto.
S: Yo les voy a garantizar la rentabilidad, que nadie se quede sin producir, sin fabricar lo que se puede fabricar en la Argentina porque estoy convencido de que podemos fabricar casi todo en el país, y tenemos que animarlo y tenemos que orientar la educación precisamente a carreras específicas. Y si estoy hablando de la agenda del desarrollo, Alejandro, un sector estratégico no para la economía argentina, para la economía mundial, como es la industria de los alimentos, según la referencia que te hice antes se proyecta que el año 2050 va a haber 70% más de demanda de alimentos, cómo no voy a estar teniendo en el campo un sector clave de la economía argentina, y ya estamos trabajando, abordando, las distintas realidades. Porque un tema es la fruta, otra cosa es la uva, después está el aceite de oliva, después están el trigo, el maíz, la soja, el tabaco, con cada sector nos estamos reuniendo para ahora el país tiene estas posibilidades de tener los instrumentos necesarios para apuntalar precisamente la actividad económica productiva y que nadie se quede sin sembrar por falta de rentabilidad. Este es un eje central y agrega valor. Al que agrega valor más incentivo todavía, porque se generan más puestos de trabajo. Por ejemplo, lo que hemos hecho en la provincia de Buenos Aires: donde había hectáreas hoy hay parques industriales, 16 nuevos parques industriales a lo largo de la Ruta 6, en el municipio de Tres Arroyos, que industrializa más de la cosecha allí, y prácticamente tiene pleno empleo, y te podría dar otros ejemplos también. O lo que estamos haciendo con la carne porcina, Miguel, que era un país que estaba importando carne porcina, hicimos el programa de núcleos porcinos y ya prácticamente estamos equilibrados sin tener que importar.
B: Y se duplicó en diez años el consumo por habitante de carne porcina, pasamos de 5 kilos y medio a 11 kilos por habitante por año.
Subsidios
—Les hablamos a casi todos los sectores. Ahora vamos a hablarle al empleado público, al que tiene un laburo chiquito, o al que está en el mercado informal, a alguien que vive, que le gustaría crecer económicamente, pero está hoy peleándola, como se dice en el barrio, y que tiene subsidiado el gas, tiene subsidiada la electricidad. ¿Qué vas a hacer, qué hablaste con Scioli al respecto, Miguel? ¿Se puede seguir subsidiando?, ¿se puede seguir bancando el subsidio a la gente o en algún momento hay que sincerarse, como –uso palabras que me metieron en la cabeza mis propios colegas– hay que sincerarse y hay que decir hasta acá podemos y a partir de esto no, el gasto público tiene que bajar porque si no no da y tenemos que tener plata para pagar los barcos que vienen con gas y no me alcanza la guita? ¿Qué hacés con los subsidios?
B: La visión que tengo de este tema es que, digo, hay subsidios que están muy bien y que hay que seguir manteniendo y hay otros que no están bien direccionados. Este gobierno en 2011 había iniciado la agenda para sacar subsidios a los sectores que no los necesitan.
S: Buscando la equidad.
B: Había arrancado y de pronto esa agenda quedó trunca. Yo creo que esa agenda hay que…
—Hay que retomar esa agenda...
B: Y sí, digo, en la Argentina hay gente que tiene buena capacidad adquisitiva, gente que viaja, que tiene dos autos de pronto…
—Y que tiene subsidiado el gas…
B: No, pero no es que tiene subsidiado el gas, de pronto paga 35 pesos de luz por mes, que es lo que vale un viaje en taxi de 2 minutos, o un cortado. Esas cosas no caminan.
—¿ Y cómo revisás eso?
B: No, bueno, lo que vos tenés que hacer es poner una tarifa que empiece a tener que ver algo con el costo de producir la electricidad y a los sectores vulnerables, que son muchos, reintegrarles, como se hizo ahora. El Gobierno lo hizo hace tres meses con la garrafa. ¿Cómo hizo el Gobierno? Puso el precio de la garrafa, lo que tiene que valer, y a la gente que está en una base de datos enorme, que está la gente que percibe la Asignación Universal por Hijo, o subsidios por desempleo o planes, le pone en su cuenta todos los meses 150 pesos para que pueda comprar las garrafas.
—Lo que yo noto de esta charla es que ustedes tienen especial cuidado en los sectores más vulnerables. Cada cosa que ustedes han hablado hasta ahora, Bein te mira y se miran, y estudian lo que van a decir. No es que van a pegar un volantazo, antes de doblar se van a fijar si no viene enganchado uno atrás de la cola.
S: Porque lo que te dijo Miguel, está la gente que sufre las consecuencias cuando se toman medidas económicas en forma ortodoxa o mirando la frialdad de los números. Aquí hay que tener mucha sensibilidad y hay algo que es inmodificable, que es la movilidad social, el consumo, el mercado interno, el poder adquisitivo. Eso es lo que nos ha generado, y fundamentalmente cuidarle el bolsillo y cuidarle el trabajo a la gente que más necesita de la presencia del Estado y que el Estado invierta porque esto no es un gasto, es una inversión social para poder apuntalarle su presupuesto familiar.
B: Yo nunca vi que el mercado se ocupe de los pobres.
—¿Cómo, Miguel?
B: Nunca vi que el mercado se ocupe de los pobres, entonces cómo no los vamos a mirar. Digo, es el rol social del Estado. Es el Estado el que va a frenar la vulnerabilidad, la marginalidad, la indigencia. Nunca vi que el mercado venga y emita un bono para solucionar la indigencia. Esas cosas, no hay de eso.
Inflación
—Voló el programa, nos quedan diez minutos, llevamos más de una hora charlando. Aprovecho otro tema, necesito tocarlo… Aquí me metí en Global Rates a buscar los índices de inflación del mundo; por ejemplo me encuentro con que Bélgica tiene 0,86 anual, que Finlandia tiene -0,082, yo no sabía que se puede tener “menos” inflación.
B: Es deflación, es caída de precios.
—¿Y eso es lo mejor que te puede pasar?
B: Eso es lo peor que te puede pasar.
—Me jodés, estar por debajo del cero, la deflación es lo peor que te puede ocurrir.
B: La deflación es la que destruye al capitalismo, porque cuando los precios caen, las empresas que les pidieron plata a los bancos no les pueden devolver, porque los créditos no tienen deflación. Te prestaron la plata y vos debés la plata que te prestaron más los intereses. ¿Y por qué los créditos no tienen deflación? Porque la gente que deposita en los bancos, y pone la plata, vos tampoco le podés aplicar la deflación, no le podés decir “no, mirá, maestro, como los precios bajaron, ahora no te devuelvo tus 100 pesos, te voy a devolver 98”. Como eso es inflexible a la baja, cuando hay caída de precios fuertes en una economía, las empresas no pueden devolver la plata, quiebran los bancos, y se producen problemas de extraordinaria gravedad. Hoy toda la política de la Unión Europea es lograr que la inflación llegue a 2% desde el 1%, y de algunos países que están en deflación.
—La deflación es peligrosa.
B: Es mucho peor.
—Bien, lo que estuve viendo, promedio Europa tiene 1 y pico, 2, algunos un poco más arriba, Indonesia 7,60 al año…
B: Brasil tiene 10.
—Brasil tiene 10. Nosotros ya no sé cuánto tenemos. Tenemos veintipico, otros dicen 18, 21, 23, otros dicen, no sé. ¿A vos te preocupa la inflación, Miguel? Escuchando a Miguel Bein, uno de los hombre de confianza de Daniel en lo económico. ¿Te preocupa la inflación o es algo que mirás de reojo pero tampoco le aconsejás a Daniel que se ocupe especialmente de eso?
B: No, no, preocupa, claramente, porque cuando vos tenés 22, 23, que es lo que hay hoy, vos no podés estimular el crédito a largo plazo. Para prestar a largo plazo, ponele, no digas veinte años, cien cuotas, para prestar a cien cuotas, ¿vos qué vas a prestar? ¿En dólares? Para que la gente compre casas y después los dólares no te los pueden devolver. Ya hicimos eso, que se prestaban dólares y después los dólares no estaban por ningún lado. Vos tenés que prestar en pesos. ¿Vas a indexar los créditos? Esa también ya la vivimos, ¿cómo se llamaba?, la rueda, la 1050.
S: La 1050.
B: Termina en una explosión. Tenés que prestar pesos a tasas de interés variable. Con tasas de interés parecidas a la inflación la gente no toma esa plata. Yo te invierto la carga de la prueba. Te digo a vos, vos le prestás plata a un banco, desintermediemos. Por qué no hacés préstamos hipotecarios vos con tu plata. Agarrá 500 mil pesos y seleccioná gente y prestale plata. ¿Cuánto le cobrás? No vas a querer prestar en cuotas. ¿Por qué? Por la inflación. Porque si hubiera inflación más baja vos decís bueno, presto largo, lo puse en vos, olvidate del banquero, tenés que prestar…
S: Por eso hay que tener un programa para ir gradualmente bajando la inflación.
—¿Cuál es el término? Porque acá nos la clavan al ángulo muchos de los que vienen y se sientan. Miguel, realmente te creo lo que me estás diciendo. ¿Cuánto se puede bajar sin mentirnos?
B: Yo creo que se puede tener un programa que ponga la inflación en un dígito, o sea, abajo del 10, en un período de gobierno. Bajar 4 o 5 puntos por año en un esquema administrado, concertado con el Estado como árbitro, y eso es fundamental, que el Estado esté. Porque cuando vos venís del veintipico, la negociación entre empresas y trabajadores, nadie quiere parar primero, porque el que para pierde 20. No es como bajar 6 a 4. Vos bajás de 6 a 4, los trabajadores dicen OK, aceptamos 4, los empresarios suben los precios 6 y los trabajadores perdieron dos puntos. Pero si vos estás en veintipico y los trabajadores dicen OK, vamos con paritarias al 10, y los empresarios siguen con los precios al 23, reventaron a los trabajadores. Ese proceso lo tiene que articular el Estado.
S: Ese es el acuerdo nacional por el desarrollo, el acuerdo económico y social, y lo que estamos trabajando para las próximas semanas, cuando lo vamos a hacer público.
B: Después hay reglas. Tenés que tener prudencia fiscal, no ajuste.
—Pero prudencia fiscal.
B: Vos tenés que tratar de que durante los próximos años el gasto público no crezca por encima de la recaudación.
S: En Cuba, ¿sabés lo que le escuché decir a Raúl Castro?, ha llegado el momento de repensar el modelo económico socialista, con inversión extranjera, con una economía eficiente, para que tengamos sustentabilidad social. En Cuba están planteando esto.
—Se van cambiando los paradigmas… Quedan cuatro minutos y te aprovecho, Daniel, ¿la política en tu cabeza lleva de la mano a la economía o la economía lleva de la mano a la política?
S: La economía lleva de la mano a la política. Cuando la economía conduce a la política terminamos en desastre. La política es la que tiene que dar el marco a la economía, y ése es uno de los grandes cambios que se introdujeron a lo largo de estos años, y ésas son banderas peronistas, soberanía política…
—O sea, la política lleva de la mano a la economía. No te entendí.
S: Sí, la política es la que conduce a la economía.
—No al revés.
S: No, cuando estamos al revés ya sabemos que no tiene buen final.
—Me pareció que al principio lo dijiste mal, que quede claro, la política…
S: La política es la que conduce a la economía.
—La política es la que conduce a la economía.
S: Sí, porque si no la economía por sí sola te lleva puesta a la política como pasó también. Entonces grandes lineamientos que nosotros lo llevamos adelante en meses de trabajo, como vengo haciendo en la Provincia. Agarré el banco… ¿cuál es la línea? Ustedes les dan a las pymes, le dan al campo, los créditos con la tarjeta Procampo, y me ponen en funcionamiento una línea de microcréditos. Resultados. Este banco, que hasta lo querían vender en la época de Cavallo, hoy es una banca de desarrollo. Hoy es el banco de las pymes, el banco que el productor paga la semilla después de la cosecha, es el banco que ha hecho realidad 180 mil sueños que vos has estado en alguna oportunidad, con esas historias de vida. Entonces qué es, ¿vino un día un presidente del banco, un técnico, a decirme lo que querían hacer con el banco? No, yo quiero un banco de desarrollo, como estamos trabajando con el doctor Miguel Bein, con Miguel Peirano, en el banco de desarrollo argentino, que en la práctica sería el BICE, potenciado también con el Banco Nación. Son definiciones políticas que luego se instrumentan desde los profesionales de la economía y las distintas áreas.
—Esta sí es política, ¿qué comentario te merece todo lo que hemos vivido en Tucumán, que va cambiando? Ya has dado algunas declaraciones, pero esto va mutando día a día. Todos los días hay una cosa nueva. ¿Qué te da para decirle a toda la sociedad que te está viendo ahora? Sos candidato, tenés grandísimas chances de ser el presidente de Argentina y hay mucha gente esperando, sobre todo los tucumanos, esperando escucharte.
S: Yo primero pido al pueblo tucumano, esa cuna de la independencia, ese pueblo maravilloso, tranquilidad, no violencia, unidad, expectante a los mecanismos previstos, es decir, una Junta Electoral, con la posibilidad también ante cualquier otra instancia, la Corte provincial y hasta la Corte nacional, que esperemos en paz los resultados definitivos. Mientras tanto, te puedo adelantar algo también: sé que la Cámara Nacional Electoral está convocando para la próxima semana una reunión para los responsables de los partidos políticos y distintas ONG, para que, ante la duda, y yo soy el primer interesado…
—Ante la duda, ¿qué?
S: Ante la duda que no haya duda, con respecto al proceso electoral, un proceso…
—¿Qué es ante la duda que no haya duda?
S: Claro, ante los que quieren instalar dudas sobre las elecciones próximas, como ya empezaron a haber algunos movimientos, pero bueno, este Capitanich ha sido muy claro, a dar el marco con veedores internacionales, que también a nivel nacional una cámara electoral que tiene un prestigio, que tiene una experiencia también de muchos años, en que la población vaya a votar en libertad, tranquila, segura, que su voluntad va a ser respetada y en definitiva lo que va a ser el próximo presidente… yo soy el primer interesado, quien ha tenido la mayor cantidad de votos, eso me exige responsabilidad, humildad, seriedad en estas cosas, como han dicho también las autoridades electorales. No se puede cambiar en el medio de un proceso electoral. Sí tenemos que estar abiertos a que en su momento el Congreso de la Nación se dé un debate también alrededor de qué camino queremos ir: boleta única, voto electrónico. Y analizar estos sistemas, que no son temas menores, necesita por mayoría absoluta ser aprobado, una reforma de estas características.
—Pero que pase por el Congreso, no que se defina de un día para el otro.
S: Que pase por el Congreso, porque si no estamos haciendo de esta cuestión, que se tiene que resolver en el ámbito correspondiente. Por eso nunca tan oportuno este encuentro. Yo te agradezco. le doy obviamente la debida importancia, pero creo que se tiene que resolver institucionalmente en el ámbito que corresponda, yo les tengo que transmitir a los argentinos, a quienes me han dado el respaldo y a los que no también. Porque soy la seguridad, la coherencia, la certidumbre de sostener lo que haya que sostener, cambiar lo que haya que cambiar y hacer las cosas como las hice siempre, a mi manera.
Equipo
—Bueno, señores Miguel Bein, Daniel Scioli. ¿Le damos la posibilidad a Miguel de que cierre? ¿Tenés ganas?
S: Sí, obvio.
—Porque estamos hablando de economía, estuvo buenísimo escucharlo. A ver, Miguel. Equipo, ¿querés contarnos? Porque hemos hablado con vos, nomás. Pero, ¿quién mas está?
B: No, bueno, pero nosotros tenemos centenares de horas de debate atrás, con Mario Blejer, con Rafael Perelmiter, con Gustavo Marangoni, con la ministra…
S: Silvina Batakis…
B: … de Economía de la provincia Silvina Batakis, con mi socia de la consultora, Marina Dal Poggetto, digo, y hay más gente trabajando, Pepe, Pepe Scioli, en la Fundación que con Woyecheszen analizaron todas las cadenas de valor, acaban de sacar un libro espectacular analizando más de treinta cadenas de valor, hay mucha gente trabajando, tratando de ayudar a hacer las cosas bien y que a la Argentina le vaya bien.
—Me quedo con esa frase, ésa es la intención, es que a la Argentina le vaya bien. Te agradezco enormemente que hayas venido, Miguel. Gracias, Daniel.
S: Gracias a vos, Alejandro, saludos a toda la gente, y tengamos, cuando digo viste me toman en broma cuando yo hablo de fe, de esperanza, tengamos más fe y esperanza que nunca en nuestra Argentina, en la fuerza maravillosa de nuestro país, lo que se viene va a ser cada vez mejor. —Ultima pregunta para vos, ¿la secretaria que tenés está buena?
B: Yo soy un hombre casado.
—Chau Miguel, gracias Daniel.