Gran parte de los argentinos cuando recibe el resumen de la tarjeta de crédito se da cuenta que la avidez por consumir productos tanto de primera necesidad, como un lavarropas, o por darse un gusto, como esa cartera de cuero de primera marca, aparecen mes tras mes. Incentivo al consumo más inflación convirtieron a la Argentina en un país cuota… y sin interés. Todos los emisores tienen sus propios planes de cuotas, acuerdos con bancos y cadenas de comercio.
La creación del programa Ahora 12 fue recibida por todo el mercado como algo positivo, lo mismo que su extensión hasta marzo de este año. “Ahora 12 capturó un segmento de comercios en general chicos que no tenían acceso a las cuotas. Más en el interior. Sobre todo, en indumentaria y materiales para la construcción. Nosotros tenemos sistema de cuotas desde hace mucho tiempo; el hábito de las cuotas funciona. Hay intentos en Brasil también, especialmente para durables porque es una herramienta para que adquieran esos bienes”, dice Schvimer. “En Uruguay se desarrolló la ley de inclusión financiera, en la cual se trata de cómo incentivar al consumidor y no castigarlo, con devolución de IVA, por ejemplo, con incentivos al consumo. El plan Ahora 12 tuvo mucho éxito porque todos los jugadores pusieron algo y contribuyeron. El gobierno porque liberaba los encajes bajando el costo del emisor, y el emisor podía bajar la tasa de interés para los planes de cuotas. Y el comercio podía ofrecer financiación”, agrega Lang.
“American Express trabaja en cuotas en Argentina y México, en el resto de los mercados hay financiación, pero no es así. En Estados Unidos existen modelos de financiación que operan de forma distinta. Desde el punto de vista del comerciante, el Ahora 12 es un gran producto, todos los comercios enrolados crecieron sus volúmenes y en especial en 12 cuotas, duplicando los volúmenes de la industria. El programa confirma que había un nicho del comercio que necesitaba una acción como esta”, agrega Cascante de Amex.