monica beltran
Tiempo de campaña. Decenas de spots copan las pantallas. Eslóganes que se superponen. Los creativos compiten para ver quién logra llamar más la atención, instalar alguna idea. Músicas, silencios, gritos, imágenes. Todos buscan empatía con los electores.
El candidato del FpV, Daniel Scioli, corre su “Marcha para la victoria”: la “victoria de la educación”, reza. “Victoria es que crezca la educación para el desarrollo del futuro”, dice. Desde Cambiemos, Mauricio Macri, aprieta manos y da abrazos en barrios y escuelas. Margarita Stolbizer (Progresismo) parada al costado de una ruta alude a la educación de los niños para que “sean mejores personas”. De la Sota propone el boleto estudiantil gratuito.
Promesas, promesas. Hasta ahí promesas, pero la hora de la verdad se acerca. PERFIL convocó a candidatos y asesores a hacer un alto en la vorágine y profundizar un tema muchas veces invisible en la agenda pública, salvo cuando la violencia explota en una escuela o hay huelga docente.
¿Es la educación de verdad un tema central para los argentinos? ¿Puede llegar a serlo cuando cambie el gobierno? Aquí muchas de las propuestas de los precandidatos.
“Para Daniel (Scioli) es uno de los temas centrales. Estamos haciendo un plan de gobierno de cuatro años. Lo relacionamos con la seguridad, la salud y el trabajo”, dice a PERFIL Néstor Ribet, subsecretario de Educación bonaerense y uno de los asesores del precandidato del FpV.
Esteban Bullrich, ministro de Educación porteño, es el principal asesor de campaña de Mauricio Macri en la materia. “La Argentina necesita una revolución educativa porque en la lista de problemas aparecen la inseguridad, el desempleo, la inflación y el narcotráfico, temas que con mejor educación se resolverían. Está faltando una voz educativa, un ministro que esté en campaña siempre para poner en la agenda, arriba, la educación”, dice.
Las propuestas. Un cambio pedagógico fuerte al servicio de una escuela que enseñe capacidades, con sólo un puñado de contenidos prioritarios e inclusión, con todos los chicos adentro, pero aprendiendo. Para eso hacen falta cambios metodológicos muy significativos: maestros que trabajen en equipo y tutores que prevengan conflictos.
Esas son las líneas de acción del candidato que lidera hasta hoy las encuestas. Scioli se propone dejar de lado “la currícula oculta” en las escuelas y “no correr detrás del programa”. De esta manera, que “las personas logren ciertas habilidades básicas: comprensión lectora, comunicación oral y escrita, juicio crítico y resolución de problemas”, explica Sergio España.
Margarita Stolbizer propone una “revolución de la secundaria, que termine
con la injusticia de escuelas para ricos y para pobres, una megaevaluación sistemática de alumnos y políticas
educativas”.
La izquierda busca aumentar el presupuesto educativo estatal hasta el 25% del total, anular los subsidios a la educación privada y religiosa y que los funcionarios cobren igual salario que una directora de escuela, explica Alejandro Bodart, precandidato por el MST.
Un Consejo Nacional de Educación participativo que fije objetivos de política pública, un área de evaluación jerarquizada y un fondo de incentivo para escuelas que mejoren, son las principales ideas que trae al debate el Frente Renovador de Sergio Massa, explica su asesor Gustavo Iaies.
Desde chiquitos. Macri quiere tener, si llega a la Presidencia, a todos los chicos de 3 años en la escuela. “Hacen falta tres mil jardines, a mil millones cada institución, en cuatro años. Ya estamos trabajando en el presupuesto”, afirma Bullrich. Destaca la importancia central de la figura del maestro “como agente de cambio”, al estilo –dice– de lo que pasa en Japón, donde los únicos que no se inclinan ante el Emperador son los maestros. Quiere “redefinir la carrera docente, con los gremios y la sociedad. Los maestros no ganan mal: en la Ciudad un sueldo inicial, jornada completa, es de $ 16.770. El problema es que después el salario se achata. Hay que lograr que cobren más los que más se capacitan”, opina.
En la apuesta a la educación inicial, el sciolismo propone llegar al ciento por ciento de los niños de 4 y 5 años y un programa integral de primera infancia que abarca salud, desarrollo social y municipios.
De Córdoba para el país. José Manuel de la Sota aspira a exportar lo hecho en Córdoba. Su ministro de Educación, Walter Grahovac, explica a PERFIL que prevén expandir las Nuevas Escuelas Secundarias PRO-A con “métodos de enseñanza audiovisual, interconectadas con las más modernas tecnologías de la información”. Y “crear Centros Integrales Educativos, con actividades culturales y deportivas en zonas de alta vulnerabilidad y riesgo social”.
Todos quieren evaluar. La jerarquización de un sistema de evaluación de la calidad de la Educación, en algunos casos plasmado en la creación de un instituto nacional que se ocupe de esa tarea, fue planteada por la mayoría de los candidatos, con la única excepción de la izquierda. Reivindicaron además las polémicas pruebas internacionales PISA, como una mirada externa valiosa para saber cómo está parada la Argentina en el mundo.
La gente de Scioli cree también en una prueba regional, acordada por el Parlasur, y quieren pruebas anuales. “Rescato la experiencia de México donde hay evaluaciones que se corrigen en el verano. En marzo cada profesor tiene sus resultados y puede modificar la enseñanza”, dice Irene Kit, asesora de Scioli.
“PISA se hace cada tres años, en el medio se podría hacer una PISA Latinoamericana”, opina Bullrich, quien ostenta la experiencia de la Ciudad con su Instituto de Evaluación. Grahovac quiere evaluaciones censales cada dos años desde un instituto con representación académica y del Congreso Nacional.
Escuelas conectadas. La conectividad de internet en las aulas es la asignatura pendiente del programa Conectar Igualdad, al que todos básicamente reconocen y no piensan abandonar. El plan “fue muy desordenado. La idea es evaluarlo y linkearlo a un sistema de administración de la Educación. Además vincularlo a estrategias de apoyo en los horarios extraclases”, dice Iaies.
“Es una herramienta útil, pero de más impacto mediático que pedagógico y con precaria capacitación docente”, afirma Bodart. De la Sota se propone mejorar conectividad, formación docente y más “uso educativo” de las TICS.
Desde el sciolismo aclaran que es indispensable que Conectar Igualdad pase a la órbita de la cartera educativa y no dependa del Anses como hoy. “El desafío es cómo incorporar las computadoras en el proceso formativo”, dice España.
Bullrich cree que la conectividad es central. “El derecho hoy es la conectividad. La computadora, la tableta, el teléfono son sólo medios”. Propone habilitar dentro del nuevo 4G, “cuando se construya una red argentina, un espacio específico para la Educación, como hizo Malasia”.
Entre los especialistas de Educación parece haber más puntos en común que diferencias. España destaca los “consensos”, después de “veinteaños de crisis recurrentes”: crecimiento de la inversión, marco legal, paritarias docentes. ¿Se podrá creer que todos piensan que la Educación debe ser una política de Estado más allá de quién gobierne?
El aporte de las neurociencias
El equipo de asesores educativos del candidato Daniel Scioli le da una importancia central a los aportes recientes de las neurociencias a la Educación. Esto se traduce en reconocer el valor del clima educativo, los vínculos, el diálogo y lo emocional a la hora de enseñar y aprender.
“Pensamos en el aprendizaje duradero. Sabemos que hay una parte de nuestra cabeza que almacena datos de corto plazo, ponerlos por escrito y olvidárselos. Eso es lo que no queremos que ocurra con la escuela”, destaca Irene
Kit.
“La ronda del jardín de infantes, donde se comparten cosas del día, no tendría por qué desaparecer a medida que los chicos crecen. Hablar, poder compartir con otros, es central en el aprendizaje. Sirve además para prevenir
conflictos”.
Su compañero de equipo, España, agrega: “Las neurociencias ratifican lo que la psicología viene diciendo hace años, pero que la escuela se resiste a aplicar por la inercia que arrastra del modelo enciclopedista”.
Algunas ideas distintivas
* Un indicador de calidad y equidad único por escuela, que será conocido por los padres y los alumnos de cada comunidad educativa (Frente Renovador - Massa).
* Los funcionarios estatales tendrán la obligación de enviar a sus hijos a escuelas públicas (MST - Bodart).
* Sueldos docentes que reconozcan la mayor formación académica (Macri y De la Sota).
* Maestros de apoyo especializados en alfabetización que asisten a los docentes en escuelas primarias de zonas vulnerables (De la Sota).