Mientras la agenda de la discusión política parece signada por el reformismo permanente que planteara el presidente y que incluye un sesgo liberal, distintos representantes religiosos plantean una senda hacia la paz signada por otras cuestiones, globales en su mayoría, pero con connotaciones indiscutibles en la Argentina.
Para Gustavo Guillermé, Fundador y Presidente de O.I.I.R. Organización Internacional de Integración al Refugiado y Presidente del reciente II Congreso mundial de Diálogo Intercultural e Interreligioso, se trata de una senda que tiene fuertemente la impronta del pensamiento y las preocupaciones del papa Francisco: “Una senda hacia la paz es la frase creada por el Rabino Abraham Skorka que guía nuestro trabajo desde hace dos años, cuando realizamos el I Congreso Mundial de Diálogo Intercultural e Interreligioso , que contó -desde sus inicios- con el apoyo de Mauricio Macri.
Lo urgente y lo importante. Desde el principio -dice Guillermé- supimos que el objetivo que nos planteábamos con el nombre del Congreso implica un camino de largo plazo y mucho esfuerzo, pero estamos seguros que solo el diálogo intercultural e interreligioso nos puede acercar a la paz. Argentina es un ejemplo de una convivencia positiva y un diálogo muy fuerte entre los más diferentes credos y religiones desde hace muchos años y por eso queremos compartir con el mundo pensamientos de destacados expertos en aquellas temáticas que son hoy un obstáculo para llegar a la paz. El diálogo entre cultos en Argentina lo inició el Cardenal Quarracino, y lo multiplicó el Cardenal Bergoglio, cuando era Arzobispo y Cardenal Primado de la Argentina, quien hoy desde Roma como Santo Padre lo está impulsando a todo el mundo. Según el Papa Francisco, es importante fortalecer las religiones porque no se trata de evangelizar a un hermano de otra religión, sino dialogar para conocerlo cada vez más”. Para él, la falta de diálogo conlleva una suerte de racismo “que se origina en la ignorancia de no conocer al otro, o de tener una percepción equivocada de sus creencias o costumbres”.
¿Cuál sería esa agenda de temas pendientes? La misma temática del congreso tocó temas como la Trata de Personas y Violencia de Género, Narcotráfico, Refugiados y Migrantes, Educación, Jóvenes y Diversidad, Historia y Religión, Justicia, Terrorismo Internacional y el Papel del Mercosur en el Nuevo Orden Mundial.
Religión como excusa. La pregunta que se hacen los religiosos fue “¿Es la religión causa de la violencia terrorista o es una herramienta movilizadora de las que se aprovechan determinadas organizaciones terroristas?” Para Guillermé es clave determinar “si la religión es parte del problema o de la solución para trazar políticas que impidan el nacimiento o desarrollo de organizaciones terroristas como el ISIS y Al-Qaeda así como el rol de los Estados en esta problemática.
En la década del 90 nuestro país sufrió atentados contra la AMIA y la Embajada de Israel. Ya han pasado muchos años de estos ataques terroristas y los familiares de las víctimas esperan aún por Justicia”. Incluso señala un aspecto inquietante: “¿Está la Argentina a salvo de nuevos atentados?”
Refugiados y migrantes por religión, hambre y guerra. España y los países de la Unión Europea han firmado convenciones y tratados que les obligan a acoger y brindar una adecuada protección a las personas merecedoras de protección internacional. “Hace poco, le presenté al Santo Padre una iniciativa que trabaja en la protección y asistencia humanitaria, en especial ayudando a refugiados y desplazados por religión, hambre o guerra. Esta organización llamada OIIR (Organización Internacional de Integración al Refugiado) trabaja en la integración de los refugiados y/o desplazados migrantes, capacitando a las personas para lograr su verdadera admisión e integración en el país receptor, mejorando el acceso a la educación, capacitación de oficios o validación de profesiones, generando nuevas oportunidades autosustentadas, certificando así la efectividad de puentes de diálogo creados para este fin humanitario.
Narcotráfico: “Según el Observatorio Latinoamericano de Políticas de Drogas y Opinión Pública (OPDOP) -dice el presidente del congreso- muchos latinoamericanos creen que el tráfico de drogas y la disponibilidad de las mismas están aumentando. El Barómetro de narcotráfico y las adicciones en Argentina publicado por la Universidad Católica Argentina en abril, muestra un importante incremento del registro de venta de drogas en los barrios, y destaca que “el problema no termina de afrontarse a fondo de manera estratégica y efectiva, es necesario instalar el tema en la agenda”.
"En este contexto, es relevante entender cómo está Argentina hoy en el mapa de las drogas, y cuáles son las mejores estrategias para combatir el narcotráfico, teniendo en cuenta que las políticas implementadas, no solo en nuestro país, sino también en Latinoamérica han sido insuficientes. Pero también nos preguntamos, ¿Cuál es la relación entre narcotráfico, violencia y migración ilegal y como puede ayudar el diálogo intercultural e interreligioso para combatir este flagelo?", concluye.