Hay emociones pasajeras que tienen que ver con el impacto del momento y otras, más profundas, que se nos presentan y repiten a lo largo de la vida.
Estas últimas son sentimientos que, como un tatuaje en el alma, nos recuerdan a las personas que nos marcaron el corazón y la voluntad.
Raúl Alfonsín, con sus palabras, pero sobre todo con su coherencia nos atravesó y nos obligó a esparcirnos como militantes en la sociedad. En la política, en las universidades, en la justicia.
Nosotros lo hicimos en el mundo del trabajo y el sindicalismo. Allí llevamos los valores de la justicia social, el consenso y la democracia.
Vienen nuevas generaciones con renovadas miradas y nuevos desafíos para los trabajadores “y si alguien distraído, al costado del camino cuando nos ve marchar, nos pregunta, cómo juntos, por qué luchamos (…) tenemos que contestarle que marchamos, que luchamos (…)” por las ideas, por abrir caminos, por convocar al emprendimiento colectivo pero también que marchamos por Raúl Alfonsín.
*Secretario general y (**) Adjunto de la Organización de Trabajadores Radicales.