“El futbol no tiene la solucion de la violencia”

En el despacho presidencial de la AFA, atrás del sillón de Luis Segura, entre muchas fotos de la Selección argentina, cuelga el banderín de Independiente de Bigand de Santa Fe. Es el único club del país que luce en esa habitación. Como si fuera el símbolo de lo que puede pasar en las elecciones presidenciales, al sucesor de Julio Grondona lo apoyan ellos, los débiles: los equipos del interior y del ascenso. En una entrevista exclusiva con PERFIL, dice que “no habrá lastimados después de que se elija al nuevo presidente”.
—¿Le molesta que la mayoría de los equipos de primera apoyen a Tinelli?
—No estoy seguro de que sean la mayoría, y si así fuera, no me molestaría. Es alguien que piensa distinto.
—Es la primera vez que va a haber una elección de la que una fracción saldrá lastimada, ¿cuánto puede afectar a la conducción?
—No me gusta la palabra lastimado. Lastimado no va a salir nadie. Si la elección se da como está prevista, habrá gente que ganó y gente que perdió. Después, los problemas del fútbol serán los mismos para ganadores y perdedores. Nos tendremos que sumar todos para tratar de resolverlos.
—En ese sumar entre todos, si llega a ganar, ¿le daría una vicepresidencia a Tinelli?
—Cuando me tocó ser presidente de AFA, el primer cargo que ocupé fue la Secretaría de Prensa. Y lo nominé a él.
—¿Pero lo nombraría vicepresidente?
—¿Y por qué no?
—¿Qué puede aportarle Tinelli a la AFA?
—Depende de sus tiempos y sus ganas. Evidentemente, capacidad tiene; generar, genera; a su alrededor tiene un mundo de difusión muy importante. Pero todo depende del tiempo que le pueda dedicar y las ganas que le ponga al proyecto.
—¿Qué va a pasar con los visitantes?
—La vuelta de los visitantes requiere, primero, la decisión de las autoridades de seguridad; segundo, que el público decida comportarse como se debe; y también un sinceramiento de todos los clubes, porque hoy la ausencia del visitante no es para todos igual. Volver a los visitantes masivamente requiere planificación. Hoy, algunos clubes como Boca y River tienen su capacidad del estadio cubierta. Todos los clubes no piensan igual en cuanto a la vuelta de los visitantes.
—Es una de sus propuestas de campaña…
—Sí, pero no es exclusividad de AFA. Esto requiere la comprensión y el apoyo de las autoridades de la seguridad. Depende de la gente, que es inmanejable, porque a la gente no la maneja nadie: la seguridad maneja los problemas de la seguridad; los problemas de AFA, los maneja la AFA; y el comportamiento de la gente lo maneja la gente. Lastimosamente tenemos pruebas de que hay un problema cultural o de educación que va a haber que superar.
—¿Creés que la agresión a Lugüercio fue de un particular o fueron barras?
—Yo quiero pensar que fue un estúpido que hizo algo indebido. Pero eso es inmanejable. Acá, generalmente, todo lo que gira alrededor de la violencia siempre está pegado al dirigente. Yo te digo que es inmanejable. Que entre una persona a la cancha con una piedra y se la tire a un jugador es inmanejable. Yo siempre digo lo mismo: la violencia, al dirigente, no lo beneficia; la sufre y lo perjudica.
—¿Se puede manejar a las barras?
—El tema que gira alrededor de las barras, de la violencia y la seguridad, tiene un origen social: hoy, lamentablemente, la sociedad es violenta. No es cargarle las tintas al gobierno de turno, o algún gobierno anterior, sino que yo creo que la sociedad es violenta. Después, digo que el tema se puede resolver el día que nos sentemos la seguridad, la política, la Justicia y los dirigentes. Nosotros somos parte de este problema. Pero no tenemos la solución.
—¿La dirigencia no tiene la solución?
—La dirigencia del fútbol no tiene la solución de la violencia. Hay que tomar una determinación muy fuerte, con respaldo absoluto de todos, pero el dirigente solo es como hacer una mesa con una pata. La podés hacer, pero no va a servir.
—¿Padeciste a los barras en Argentinos?
—Argentinos Juniors, por suerte, hace 12 años que no tiene ningún hecho de violencia.
—Que no significa que no tenga barras…
—No: no tiene hechos de violencia. Después, hay clubes que los tienen, que tuvieron ese desgraciado padecimiento. Pero te repito: el dirigente lo sufre. A veces escucho que los dirigentes utilizan las barras. Si las tiene, las sufre. No las utiliza porque no les sirven para nada. Evidentemente, hay una realidad: la dirigencia de fútbol tiene muy
mala prensa.
—¿Y por qué?
—Yo qué sé por qué. Pero la tiene. A veces escucho cosas como por ejemplo que el dirigente usa a la barra para ganar una elección, o usa a la barra para determinado hecho. No la usa para nada.
—¿Y quién usa a las barras?
—Las barras se generan, el dirigente las padece.
—¿Pero quién las genera?
—La gente, yo qué sé. Es un tema largo para analizar.
—¿Cómo se ve en enero?
—De vacaciones en Villa Gesell.
—¿Y cuando vuelva?
—Acá.
—¿Pase lo que pase?
—No. Si me toca seguir, bienvenido. Si no, me pondré a disposición de Tinelli para, si él lo requiere, darle una mano en lo que me pida y yo pueda.